En 2013, los Miami Heat comandados por LeBron James y Dwayne Wade, sufrían hasta el séptimo partido en unas finales del Este ante los Indiana Pacers que les llevarían al límite. Tras esta exhibición y tras una buena temporada regular donde llegaron a ir líderes de la liga, todo comenzó a torcerse, las dos estrellas del equipo Paul George y Roy Hibbert se distanciaron dañando irreparablemente su relación tras un incidente con mujeres de por medio, además de una lesión gravísima en el campuis de verano del combinado nacional del prometedor alero..
A partir de ahí en Indiana nada ha vuelto a ser lo mismo, y tras varios años de amagos de volver a resurgir parece que el fin del proyecto ha llegado. Larry Bird abandona la dirección de la franquicia, y Paul George ha confirmado que se marchará a los Lakers al finalizar su contrato en 2018, por lo que los Pacers deben intentar incluirlo en un trade si quieren sacar algo positivo por el alero sino quieren verlo marchar de manera gratuito ebn el próximo verano.
Ahora toca una nueva reconstrucción en una franquicia que no termina de dar ese salto competitivo desde que de la mano de Bird en el banquillo y con el gran Reggie Miller en la cancha llegaran a las Finales ante los Lakers de Kobe y Shaq. Veremos cómo gestionan esta situación y a ver si Mcmillan es capaz de sacar algo positivo de jugadores que tras esto tendrán que dar un paso adelante. Mucha incertidumbre y poca luz se ve en Indiana.