La temporada pasada Mauricio Pochetino fue el único que aguantó el pulso en la Premier al sorprendente Leicester durante todo el año, y se preveía que este año fuese un buen año para los de White Hurt Lane. En la Premier fueron el primer equipo en derrotar al Manchester City de Guardiola y se afianzaban en los puestos de arriba de la tabla, pero llegó la Champions (hay que resaltar que tuvieron mucha fortuna en su grupo ya que se trataba de uno de los más asequibles) y llegó el descalabro.
No han sido capaces de ganar ningún partido como local todavía ante rivales como Leverkusen o Mónaco, que a priori son más inferiores que los Spurs. Es raro ya que si de algo se caracterizó el equipo de Pochetino es de fiabilidad en casa y de ser un equipo muy difícil de hacer un gol. Pese a todo está a dos puntos del segundo puesto que le arrebató el Leverkusen con su victoria a domicilio pero no deja de llamar la atención este dato.
Esta mala actuación como local hace que se tenga que jugar el todo por el todo en el Luis II de Mónaco para tener serias opciones finales. Es cierto que la baja de Harry Kane ha hecho mucho daño pero aún así no debería de ser excusa para que un equipo del potencial y presupuesto del Tottenham quedara fuera en un grupo tan asequible para el pase a octavos de la competición más importante del fútbol europeo.