Una vez adquirida la madurez baloncestística, Nowitzki comenzó a hacer de los Mavericks un equipo asiduo a los playoffs (una racha de once participaciones consecutivas) y un contender al título. Pero parecía que nunca llegaba a la lucha por las Finales, hasta que Avery Johnson tomó las riendas del equipo. Llevó a los Mavs a las Finales ante los Heat de Wade y Shaquille y se pusieron con un 2-0 favorable. Pero en el tercer partido desperdiciaron una ventaja de 13 puntos para acabar perdiendo las Finales por 4-2 en una exhibición constante de Wade.
Así comenzaba la leyenda negra de Nowitzki, que al año que viene y sin que le influyese la derrota llevó a los Mavs a la mejor temporada de su historia y a ser el mejor equipo de la liga, un balance de 67-15 así lo atestiguaba. Se llevó el MVP de la temporada que lo atestiguaba como el mejor jugador del momento en la NBA, pero en la que podía ser su temporada fue finalmente su pesadilla. Los Mavs cayeron en primera ronda ante los Warrirors de Baron Davis y Jason Richardson, entrenados por Don Nelson, siendo así el primer equipo que siendo octavo clasificado derrotaba a un primero en una serie a siete partidos.
Esa derrota sepultó toda la carrera de Nowitzki, recibió el premio de MVP de la temporada cuando ya estaba fuera de la lucha por el título y se comenzó a dudar de su liderazgo. Los siguientes años fueron años deambulando por la liga, con buenos número del alemán pero malos en lo colectivo donde ya nadie confiaba en los Dallas Mavericks. Y así se llegó a los playoffs del 2011. Cuban había formado una escuadra con grandes jugadores veteranos pero sedientos de un anillo en sus carreras como Shawn Marion o Jason Kidd y los unió a los Jason Terry y Nowitzki para poder traer el primer anillo a la franquicia tejana. Le dio las riendas del equipo a todo un experto como Rick Carlisle y el resto fue historia.
Hablar de Dirk Nowitzki es hablar del mejor jugador europeo de la historia de la NBA y uno de los mejores jugadores de la historia de la competición. El alemán goza del reconocimiento más que mereceido del público internacional y su nombre se asocia a leyenda del deporte sin discusión. Pero no siempre fue así, de hecho, su nombre se asociaba a fracaso o a perdedor, merced a no haber sido capaz en su momento de conseguir ningún anillo o de haber protagonizado fracasos sonados. Pero el de Wüzburg consiguió cambiar a base de triunfos y galardones todas las opiniones inmerecidas en su contra.
Su carrera comenzó en el DJK Wüzburg de su ciudad natal. Allí dominó la segunda división alemana y se topó con el hombre que le cambiaría la vida para siempre: Holger Geschwindner. El entrenador personal del alemán que le cogió con quince años y le moldeó hasta convertirlo en una mortífera amenaza jamás vista antes. El primer cuatro abierto de verdad de la historia. Nowitzki (que fue rechazado por el Barcelona tras hacer las pruebas por falta de talento a los 13 años) ponía rumbo a la NBA tras haber sido selecionado en novena posición por lo Dallas Mavericks de un Don Nelson que quedó enamorado de su versatilidad en los suummer camps donde un jovencísimo Nowitzki se lució.
Su primer año no fue nada sencillo, comenzó con el ya famoso lockout y con la temporada tan corta y comprimida le pasó facruta al 41, que a mitad de año quería volver a Alemania. Pero entonces llegó su mesías, Mark Cuban, el excéntrico multimillonario compró los Mavericks y fue consciente del potencial de su jugador. Quiso construir el equipo en torno a él y eso le dió gran confianza al alemán, que en su segundo año comenzó a dar muestras del jugador en el que se podía convertir promediando 17’5 puntos y 6’5 rebotes para un 37’9% en tiros de tres. Y comenzando a jugar muy abierto, lo que influiría para siempre en la posición de 4 en la NBA.
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