Se confirma que Kepa Arrizabalaga se convierte en nuevo jugador del Chelsea previo pago de 80 millones de euros en la sede de la Liga (su cláusula) convirtiéndose en el portero más caro de la historia y en el traspaso más alto por un jugador español realizado jamás. Todo ello tras haber disputado más partidos en segunda división que en primera lo que hace evidente la inflación que ha sufrido el planea fútbol tras la barbarie desembolsada por Neymar el verano pasado.
Kepa deja así el Athletic tras haber renovado en Enero pasado con el club bilbaíno tras las tentativas realizadas por el Real Madrid que querían aprovechar que este verano el guardameta vasco quedaba libre para poder firmar con cualquier equipo. Una situación similar a la que ha vivido Courtois y que ha llevado al Chelsea a afrontar este desembolso excesivo y que junto con el de Allison al Liverpool hacen que los años venideros las distancias entre los grandes clubes más los de la Premier (gracias al acuerdo televisivo astronómico alcanzado) se conviertan en insalvables en muy poco tiempo.
Para Kepa es cierto que es un paso adelanta en su carrera, además de estar convencido de tener más posibilidades de ser titular con España en un equipo internacional y con más eco mediático que su Athletic, pero el poso que deja un desembolso así, por un portero, es preocupante. El fútbol por desgracia hace tiempo que dejó de ser un deporte para convertirse en un negocio que está cargándose toda la emoción y competitividad que tanto atraía años atrás.
El nombre de Kilyan Mbappé era desconocido por todo el mundo tres cuatro meses atrás. Se trata de un chico de 19 años que ha irrumpido con fuerza en un equipo que ha hecho una gran temporada, y sus similitudes físicas y técnicas con Thierry Henry han convertido a este jugador en el más preciado de todo el mercado. Hasta hace bien poco era su madre la que te nía que llevarle a los entrenamientos con el Mónaco cada día, y ahora es el propio Mónaco el que le ofrece 8´5 millones al año, una auténtica barbaridad.
Es cierto que Mbappé tiene unas características y unas condiciones perfectas para ser un gran jugador, pero las cifras por las que podría traspasarse al jugador rondan los 130 millones de euros, que le convertirían en el fichaje más caro de la historia, habiendo disputado sólo una temporada en la élite. El jugador tiene claro que quiere jugar en el Real Madrid que ya está tanteando el entorno del jugador para asegurarle que dispondrá de minutos y que no verá frenada su progresión si llega al club blanco. Florentino ya se ha reunido con el padre del jugador que también es el agente y Zidane ya ha hablado directamente con él garantizándole minutos.
Pero a todo esto el PSG no quiere que la mejor joya de Francia abandone el país del gallo y presentará una oferta mareante para llevarse al prometedor delantero, que posiblemente engorde aún más el fichaje. Todo esto viene tras conocerse que el Real Madrid ha pagado 45 millones por un tal Vinicius Jr cuando ni siquiera había llegado a debutar en la primera brasileña. El mercado se está volviendo loco y los precios son desorbitados. El negocio en el que se está convirtiendo el fútbol, en el que cada vez más la publicidad importa más que el rendimiento del jugador está provocando una inflación exagerada del mercado de jugadores.
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