El Atlético tuvo anoche una de esas noche que sólo pueden darse en el Calderón. Una noche rara de fútbol intenso y en la que cuando todo parecía ir bien acababa mal y cuando todo indicaba que iba a acabar mal terminó bien. Incluso comenzó a haber run run en la grada contra los jugadores, en especial contra Carrasco, que tras su expulsión en el Camp Nou se le miraba con lupa pero que se desfondó en el campo hasta la extenuación.
El partido comenzó mal, error grave de Moyá que supuso el gol de Cabral. Tocaba remontar y en eso se puso Torres que marcó un golazo y provocó un claro penalti no pitado. Pero tuvo la cruz cuando a los poco minutos erró una pena máxima inexistente pitada sobre Carrasco. Carrasco también tuvo un mano a mano que no supo definir ante Sergio en una buena cabalgada del belga, pero el Celta lejos de quedarse atrás envió al palo un disparo desde fuera de Jozabed para dejar claro que no se conformaba con el empate tampoco.
En la segunda parte se vio a un Atlético físicamente muy castigado (el Celta había rotado mucho más) y lo fue aprovechando el equipo gallego hasta que Guidetti puso por delante a los celtiñas en una contra de libro. Quedaban diez minutos y el Atlético se veía hasta fuera de la Champions con la victoria de la Real Sociedad del viernes, pero apareció Carrasco (al que el Cholo quiso cambiar pero finalmente fue Saúl el sustituido por problemas físicos) con un voleón espectacular que puso el empate, para dos minutos después Griezmann tras gran asistencia de Gameiro poner a los rojiblancos por delante del marcador. Todavía habría tiempo para un palo de Gameiro y un remate de Cabral fácil para Moyá que enmudeció al Calderón. Esto es el Atlético capaz de lo mejor y lo peor, la vida sigue igual.
El Atlético está de subidón, tras eliminar al Barcelona en la champions y ver cómo la diferencia de puntos en liga con los blaugrana se ha reducido ostensiblemente, ven ahora cómo Fernando Torres está recuperando su mejor versión. Tras el famoso gol 100 frente al Eibar se ha desatado, tras hacer un plan físico específico de dos semanas, está como un toro para el tramo más importante de la temporada, y Simeone sabedor de ello se está aprovechando de su estado de forma.
Pero si Torres ha recuperado el gol y la sonrisa en este último es y medio es en gran medida gracias a Koke, otro que empezó muy mal la temporada (una inoportuna lesión tampoco ayudó a que recuperar su mejor forma) pero que con un Simeone que le ha adelantado unos metros empieza a hacer mucho más daño y a formar una dupla letal con Torres. En los siete goles del madrileño en el último mes y medio Koke le ha dado cuatro. Y ya son muchos los que ven similitudes entre esta sociedad y la de Diego Costa (a mi gusto está muy lejos de parecerse) y están siendo un quebradero de cabeza para las defensas rivales. Llega el tramo más importante de la temporada y Koke y Torres están afinando su sociedad, una sociedad que de momento parece ilimitada.
Tener que decir que no se va a renovar a un emblema de la afición no es tarea fácil, y es lo que hizo ayer Simeone con Fernando Torres. Le dijo al canterano que no contara con su renovación, a día de hoy no hay hueco en la plantilla para él (están Vietto, Correa y Jackson), y que se fuese buscando un nuevo destino. Ya se intuía algo cuando Simeone dejó a Torres en la grada en el último enfrentamiento liguero contra el Sevilla, aludiendo a unas sospechosas dolencias físicas.
Lo cierto es que el de Fuenlabrada ya no cuenta para Simeone, el técnico parece que ha no encuentra la manera de encajarle en el once a la vez que trata de recuperar la mejor versión de Jackson y da minutos para la progresión de Correa. Vietto parece afianzarse en el once y parece que ya no quedan minutos para Torres.
Es una noticia difícil para una afición pero que sabe que los mejores años del canterano pasaron, aunque agradecen sus servicios. Veremos donde acaba Fernando al que su representante a afirmado que tiene una oferta para ser el jugador mejor pagado del mundo.
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