La madre de todos los partidos se juega mañana, y para más morbo se trata de un derbi y la reedición de la final de hace dos años. No puede haber más alicientes, y aunque los entrenadores quiten hierro al asunto el recuerdo de la final de hace dos años está más que presente. Esta vez el Atlético llega sin bajas de consideración (la de hace dos años llegó sin Arda y con el paripe de Diego Costa que muchos consideran que pudo costarle la final), y físicamente como una moto, mientras que en el Madrid se repite la situación de 2014 con un Cristiano con problemas musculares y un Benzema que lleva renqueante desde hace un mes.
Simeone ya ha dicho que esto no es una venganza, que se trata de una nueva oportunidad, que como discurso para la galería queda perfecto pero nadie se cree por la cabeza de Simeone no ronde la final de Lisboa. Por si acaso el argentino ha cambiado todo el planing que realizó hace dos años, es sabido que el cholo es muy supersticioso, por si las moscas o por si ayuda en algo. Conoce a la perfección al Madrid y le tiene tomada la medida, su entramado defensivo es casi perfecto y ya sabe lo que es ganar a este Madrid de Zidane.
Por su parte Zidane, que se convertiría en el séptimo entrenador en ganar la Champions en su primer año en el equipo, le ha dado un lavado de cara, pero en casa, fuera de casa el equipo ha demostrado las carencias que ya arrastraba con Benítez, los partidos de Wolfsburgo y Manchester son buena prueba de ello, pero también es cierto la mística del Real con esta competición, sus jugadores suelen dar su mejor versión y tienen muchas gana a un Atlético que se ha convertido ya en algo más que ese vecino molesto.
Se prevee un partido más entretenido que el de Lisboa, con más ocasiones y que seguramente se lleve el que menos errores cometa. No es una sorpresa que el Atlético va a intentar aprovechar las contras (le ha ido bien con este estilo y no lo va a cambiar para la final), y el Madrid intentará llevar el peso del partido pero sabedor del peligro por pérdidas de balón con el Atlético. Se podrían dar muchas imágenes emotivas al final del encuentro por ambas partes, ver a Zidanes levantando la Champions otra vez en su primer año en el Madrid, ver a un Torres levantando el título por el que siempre ha suspirado, Arbeloa en su despedida levantando la undécima o a Simeone trayendo la tan ansiada copa para la parroquia rojiblanca. Sábado 20:45 Milán será durante dos horas la capital de España.