La llegada de Conte ha revitalizado a un Chelsea que el año pasado navegó a la deriva toda la temporada. El italiano ha traido ese fútbol de presión alta y contra ataque que tan buen resultado le ha dio en la Juventus y en la selección italiana, pero con esos cambios y este nuevo esquema hay un nimbre que no esntra en sus planes, y no es otro que Cesc Fábregas. El español no ha entrado de titular en ninguna de las tres jornadas disputadas de la Premier y la pareja Matic-Kanté parece inamovible por lo que el hueco en el once para el catalán parece esfumarse. Esto unido a una mala temporada el año pasado pueden provocar que estemos viviendo las últimas horas de Cesc en el Chelsea.
La no convocatoria del media punta en la primera lista de Lopetegui tampoco ha ayudado a la confianza del jugador que se estaría planteando seriamente su futuro en la liga china, donde el nivel es precario pero el sueldo es de súper estrella. La noticia sería muy triste teniendo en cuenta la edad de Fábregas que no llega a la treintena, pero visto lo visto y viendo cómo poco a poco se va devaluando en el mercado europeo supondría una jubilación de oro. Se perderán así los últimos grandes años de un jugador que siempre pareció prometer más de lo que realmente llegó a ser finalmente.