Hablar de Sergio García es hablar de un pedazo de futbolista que no ha tenido nunca el reconocimiento que su nivel futbolístico merece. Estamos ante uno de esos jugadores capaz de cambiar un partido en una sola jugada , pero que inexplicablemente no obtiene el reconocimiento que merece.
Formado en las categorías inferiores del Barcelona , se hizo un hueco y un nombre en primera división gracias al Levante (donde llevaba un look bastante extrafalario que la granjeó el mote de Bart Simpson) , donde su comportamiento empañaba sus grandes actuaciones. Pero tras un año en primera el Zaragoza decidió apostar fuerte por él. Allí vivió grandes años de buen fútbol con un gran Zaragoza hasta que una temporada de infortunios hizo que bajara a segunda división. Pero en ese final de temporada Sergio García se ganó con todo merecimiento entrar en la lista de 23 convocados para la Eurocopa de Austria y Suiza que a posteriori ganaría España.
El Betis no iba a permitir que un jugador de esa categoría jugara en segunda así que decidió ficharlo , pero la mala suerte volvería a perseguirle y el Betis descendió , creándose así una fama de gafe en la liga que empañaba su rendimiento.
Tras seguir destilando clase a raudales por los campos de segunda el Espanyol se acordó de él dándole la que podría ser su última oportunidad en el fútbol de élite. Allí no comenzó demasiado bien con un equipo más peleando por la permanencia y con un Mauricio Pochettino que no confiaba demasiado en él. Pero tras la destitución del argentino llegó el `vasco´Aguirre que enseguida se dio cuenta del potencial de su delantero y decidió apostar por él como única referencia atacante dándole todo el peso y responsabilidad del equipo. Y el jugador respondió como él sabe dando lecciones de fútbol por todos los campos y salvando con excesiva holgura al conjunto catalán.
Ahora Sergio es el capitán del Espanyol y comanda al equipo en una zona noble de la tabla y desplegando un fútbol que merecería estar en un equipo con aspiraciones europeas , pero eso sería demasiado bonito , sería obtener algún reconocimiento , algo de lo que desgraciadamente Sergio García no ha oído hablar en toda su carrera.