El Arsenal se enfrentaba a un partido complicado en casa ayer. Era el derbi, ante el campeón de Europa, con el debut del fichaje estrella de la Premier hasta el momento y todo salió mal. A los quince minutos ya Lukaku había puesto por delante a los de Tüchel tras un error defensivo garrafal de la zaga gunner, el talón de aquiles del equipo desde hace años.
Pero lejos de espabilar, se vieron todas las carencias del equipo, un equipo sin fuerza ni ganas, es verdad que jugaron sin un 9 debido a las bajas pro Covid, pero aún así, crearon poco peligro y fueron un juguete a manos de un Chelsea que cuando quiso apretar se llevó el partido sin dificultades.
Arteta ha vuelto ha gastar un fortunón en fichajes y y aparecen un fracaso en la segunda jornada del equipo, con dos derrotas consecutivas y con la visita al Etihad en la próxima jornada que parece que puede provocar un cataclismo a un equipo que este año no juega competición europea, lo que hace que el año sea más duro y largo para sus aficionados.