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Una directiva de chiste

Parece que el Barcelona va a incorporar más pronto que tarde a Paulinho a su plantilla. Un fichaje inexplicable tanto por su precio como por su calidad. Un jugador venido a menos, que lleva varios años jugando en China, que ya ha fracasado en Europa y que no supone un salto de calidad para la plantilla, además de reforzar una zona no necesaria ahora mismo. Es la misma política de años pasados, fichar jugadores malos por menos dinero que por estrellas para acaba arrepintiéndose a los pocos meses. Ya pasó con Mathieu, Vermaeleen, Douglas, Alcácer, André Gomes… la lista es interminable y no parece que hayan aprendido todavía.

En los últimos años, el Barcelona ha dejado escapar canteranos de calidad como Nolito, Sandro para ver cómo triunfan fuera del Camp Nou, para traer jugadores por el doble dinero que eran inferiores. Este es otro capítulo más de una directiva que está tirando por tierra un proyecto que de haber sido bien gestionado hubiera levantado muchos más títulos. Messi tien ya treinta años, sigue siendo el número uno, pero visto lo visto el Barcelona no tiene a día de hoy muchos motivos para sonreír de cara al futuro. La política de fichajes no va encaminada al largo plazo, y el potencial económico del Barcelona no es tan fuerte como se cree.

Además los escándalos fiscales azotan con constancia a todos los miembros, la transparencia en los fichajes hace tiempo que brilla por su ausencia en el Camp Nou, y lo último han sido el escándalo de la cesión del asiento por parte de los abonados. El Barcelona lleva haciendo las cosas muy mal bastante tiempo y no parece importar mucho a los aficionados algo que me parece extraño a tenor de los resultados del Barcelona en la Champions últimamente y cómo ha competido en ella su equipo. Mucho tiene que cambiar el verano para el Barcelona sino quiere volver a ver cómo el Real Madrid (que sí ha hecho las cosas bien en materia de fichajes) vuelve a dejarles en blanco.

¿Qué hacer si fueses Ceballos?

Dani Ceballos está viviendo ahora mismo el sueño de cualquier jugador de fútbol, que el Real Madrid y el Barcelona se peleen por tí y te ofrezcan contratos millonarios con los que ni soñabas, Ahora bien, no todo es dinero y deberás elegir bien a qué equipo le das el si teniendo en cuenta que necesitas minutos para seguir tu proyección y las ganas que tienes de acudir al mundial de Rusia con la selección para quitarte el mal sabor de boca de la final del Sub 21 en Polonia ante Alemania.

Por un lado el Real Madrid, actual campeón de Europa y dominador del torneo en los últimos años y quizás con la mejor plantilla de su historia. Es una opción segura de ganar títulos y fama, pero los minutos en el equipo blanco van a estar muy limitados, hay un overbooking mayúsculo en el centro del campo y además ya se cuenta con jugadores con necesidad de proyección como Asensio, Marcos Llorente, Kovacic o Isco junto a jugadores de nivel contrastado como los Kroos, Modric o Casemiro que de momento parecen inamovibles para Zidane por lo que sería muy difícil hacerse un hueco en esta plantilla.

Por el otro el Barcelona está viviendo unos momentos difíciles tras una temporada floja con la Copa del Rey como única alegría, pero que tras quedarse prácticamente en blanco desea hacer una revolución en su plantilla. El ocaso de Iniesta ya se vislumbra y Ceballos da el perfil perfecto para ese puesto. Además Rakitic tampoco acabó siendo un fijo la temporada pasada y ya en el sub 21 se vio que está muy por encima de Denis Suárez, por lo que en el Barcelona, y pese a la contratación de Verratti si es que finalmente se lleva a cabo, dispondría de muchos minutos y un estilo de juego que se adecúa mucho a sus características.

Pero está claro que el Real Madrid tira mucho y no se cuenta con factores como su gran amistad con Asensio, o el potencial mediático que sólo te puede dar un equipo como el Real Madrid, o el hehco de que el jugador fuese del Barcelona en su niñez y sus ídolos sean Messi y Neymar.

El Barcelona se equivoca de prioridad

El FC Barcelona está protagonizando uno de los culebrones del verano que probablemente no acabe en nada con Marco Verratti. El italiano del PSG es el objeto de deseo de la directiva blaugrana y la prioridad número uno, pero no se dan cuenta que el principal problema del Barcelona desde la retirada de Puyol es la falta de un central de garantías que de seguridad al equipo y no tiemble cada vez que vea un contraataque del equipo rival.

El fichaje de un centrocampista por 80 millones me parece un despilfarro de dinero sublime teniendo el cuenta el nivel de su defensa, donde a día de hoy ningún jugador está en la élite en su puesto. Esto es un problema que lleva ya el Barcelona arrastrando mucho tiempo y que mediante los inexplicables fichajes de Mathieu, Vermaelen, Digne unido al descenso de nivel de Mascherano y de Piqué hacen que sea un equipo vulnerable como pocos en defensa y este año se ha visto claramente reflejado.

No todos los días los tres monstruos de arriba van a solucionar los partidos, y en esos partidos se necesita que el equipo no encaje gol, algo que lleva tiempo adoleciendo esta plantilla y que deberían subsanar de una vez por todas y de manera urgente. Lo de gastarse todo el presupuesto en un mediocentro que tampoco mejora el nivel que ya tienen me parece absurdo y un intento de contentar al hincha a base de un nombre conocido en vez de tapar una necesidad. Y eso si acaban fichándolo, algo que no es ni con mucho seguro a día de hoy.

Bellerín cambia de opinión

El fichaje del lateral Héctor Bellerín por el Barcelona parece que está muy cerca de concretarse. La llegada de Kolasinac al equipo gunner así lo da a entender, y supondría la vuelta del jugador al Barcelona donde salió hace unos años de la Masía rumbo a la Premier en otro gran acierto de joven promesa de Wenger. La vuelta del canterano estará en torno a los 40 millones de euros por lo que otra vez más el Barcelona pagará millonadas para la vuelta de jugadores que tuvo en su cantera como ya ocurrió con Cesc, Piqué, Alba o Aleix Vidal.

Pero lo curioso de este caso es la negativa que ha mostrado siempre Bellerín para volver al Barcelona, en su renovación de hace unos meses con el Arsenal llegó a afirmar ante el interés del club catalán que si se fue del Barcelona fue por algo y que no tenía pensado volver a su club de origen, que quería tener una carrera larga en el club londinense que siempre apostó por él. Cierto es que cuando un jugador renueva suele decir que quiere quedarse mucho tiempo en el club por el que acaba de renovar, pero cerrar de esa manera la puerta a un grande como el Barcelona y con ese resentimiento a mi personalmente me sorprendió muchísimo.

Pero meses después la situación ha cambiado totalmente. El Arsenal está fuera de la Champions League para el año que viene y con el mundial de Rusia en el horizonte el lateral sabe que para aspirar a ser titular con España, donde Carvajal a día de hoy es inamovible, debe jugar en un equipo que juegue la Champions sí o sí. Y en estas la opción del Barcelona ya no parecía tan mala para Bellerín, ahora recalar en el Camp Nou no está tan mal como hacía unos meses, y por eso estamos a pocas horas de que se anuncie el fichaje del lateral por el Barcelona, lo que demuestra la calidad que tiene Bellerín y la falta de valor de sus palabras.

Una Final en el caos

El Barcelona vive en un caos antes de la decisiva Final de Copa. Las noticias sobre Sandro Rosel, su temporada en liga y Champions, los rumores de salidas y llegadas hacen que se viva un ambiente enrarecido. Las bajas además para el partido no ayudan a mejorar el ambiente ya que tanto Luis Suárez como Sergi Roberto no podrán jugar la Final en el Calderón, dejando un quebradero de cabeza a Luis Enrique que está sin lateral derecho natural para esta Final.

Eso lo quiere aprovechar además el Alavés, que llega sin nada que perder y con mucha ilusión por alzarse con su primer título y poder acceder así a jugar en Europa. Pellegrino planteará un partido rocoso donde el Alavés domine el centro del campo y se repita la sorpresa de este año en el Camp Nou donde ya se llevó una victoria ante el Barcelona por 1-2.

En el Barcelona se encomiendan al de siempre, Messi, para poder llevarse su tercera Copa del Rey consecutiva. Ya son los máximo conquistadores de este premio con 28 pero quieren seguir haciendo historia en un estadio donde ya se proclamaron campeones también el año pasado. Es la última oportunidad de acabar el año conquistando un título y no quedarse en blanco, algo que sería trágico teniendo en cuenta el nivel de esta plantilla y los jugadores con los que cuenta.

25 años de Wembley

Como cada 20 de Mayo los aficionados del Barcelona recuerdan ese día como el inicio de su nueva era. De ser un equipo perdedor en Europa, sin ninguna Champions en sus vitrinas, y habiendo perdido hasta 2 finales, la última tres años antes en Sevilla y a los penaltis que les había dejado ya la competición como un muro insalvable. Er apura impotencia lo que sentía el equipo hacia la competición, pero Cruyff consiguió darle un soplo al equipo y llevarles a la tercera final.

El partido fue muy muy malo por parte del Barcelona, fue superado ampliamente por la Sampdoria de Mancini, Lombardo y Vialli, que tuvo varias ocasiones clarísimas que desperdició. Aún así Stoichkov dio un palo durante el partido pero ninguno de los equipos fue capaz de perforar la red durante los noventa minutos con lo que se llegó a la prórroga. La idea de los penaltis flotaba en el ambiente y los recuerdos de Sevilla eran inevitables.

Pero finalmente y tras el ya famoso disparo de falta de Koeman el Barcelona consiguió alzarse al fin con el trofeo y cambiar su historia para siempre. A partir de ahí y pese a perder dos años después la final de Atenas ante el Milán de Capello se comenzó a forjar la leyenda de este club, que con la llegada de Rijkaard recuperó su mejor versión y Guardiola continuó la obra llevándola a lo más alto. Enhorabuena a todos los barcelonistas.

Enfadar a Messi no es buena idea

Llegaba el Barcelona herido a un Santiago Bernabéu abarrotado y engalanado como merecía la cita. Dejar finiquitada la liga estaba en la mano de los madridistas y el público olía la sangre de su enemigo. La baja de Neymar además animaba a confiar plenamente en los suyos, que llegaban con la moral por las nubes tras la eliminatoria ante el Bayern. Y comenzó el partido como un tiro el equipo de Zidane, con un posible penalti sobre Cristiano en el minuto 2 y con un Barcelona encerrado y sin oler siquiera la pelota.

Pero en esas Marcelo soltó el codo en una jugada con Messi que mereció la roja, y lo dejó en el suelo sangrando por la boca. Esto cambió el semblante y la actitud de un Messi que no llegaba a la cita con las mejores sensaciones. Este incidente provocó que Messi afrontara el partido de otra manera, en modo agresivo, cosa que hacía tiempo que no se le veía. Y vaya si se notó, primero provocando la que debería haber sido segunda amarilla a Casemiro (es inexplicable que este jugador haya acabado tantos partidos librándose de tarjetas más que evidentes) y para hacer el empate a uno en una maravillosa maniobra dentro del área que dejó a todo el Bernabéu en silencio.

Pero ahí no acabó todo, cada vez que cogió la pelota el público notaba el peligro y enmudecía de manera evidente consciente de lo que se le venía encima, en ese momento ya no había quien lo parara y fruto de esa frustración y tras el golazo de Rakitic Sergio Ramos hizo una entrada criminal al argentino. La justificación de algunos es que no le toca pero para mí la roja no tiene discusión, es entrada temeraria a una altura que nos busca la pelota y que por poca parte en dos la pierna del argentino. Pero lejos de acabar ahí tras el gol de James que parecía definitivo apareció en el minuto preferido de los madridistas para aguarles la fiesta y celebrar el gol con una dedicatoria bastante chulesca hacia la grada blanca fruto de la rabia acumulada de los palos y entradas de todo el partido. Lo dicho mala idea despertar a la bestia.

El Barelona por encima de las normas

Esta noche se juega un clásico que será decisivo para el campeonato liguero y el Barcelona no podrá contar con Neymar, una de sus estrellas de ataque, por la sanción que se le impuso tras su expulsión en Málaga y los aplausos y feos al cuarto árbitro posteriores. Eso era algo ya sabido desde hacía más de una semana pero parece que en el Barcelona las normas deben hacerse de otra manera.

Tras no presentar recurso el viernes antes del cierre del TAD como estrategia debido a una especie de vacío legal, la directiva culé lo presentó a las cuatro de la tarde, previendo que no se reunieran y poder contar así con el brasileño. Hasta el jugador estaba convocado en la expedición para el partido, pero el TAD advirtió al conjunto catalán de que si le alineaban incurrirían en alineación indebida.

Tras varios tiras y aflojas parece que el Barcelona se ha rendido a la evidencia y no ha convocado a Neymar para el partido. Deberá someterse a la normativa como el resto de clubes de la liga, no son un club especial , son uno más y las normas son las mismas para todos por mucho que les cueste asimilarlo. Neymar se equivocó gravemente en la Rosaleda y paga las consecuencias ni más ni menos y pese a que siempre estoy a favor de que los mejores deben jugar me parece que el Barcelona no ha actuado como lo que se presupone que es un club grande.

El Barcelona tira un proyecto ganador

La eliminación del Barcelona de los cuarto de final de la Champions League por segunda temporada consecutiva pone en entredicho la configuración de la plantilla y por ende de la dirección deportiva del club. No se explica cómo teniendo la mejor generación de futbolistas de la historia del club en los últimos 5 años hayan ganado tan solo una Champions después de dominar en Europa los años anteriores ganando dos de las últimas tres ediciones.

La dirección deportiva ha llevado un proyecto claramente ganador a un ostracismo en Europa que les va a costar muy caro. Han dominado con mano de hierro la liga española, pero es cierto que en Europa no han estado a la altura. Incluso en el panorama nacional se le han escapado figuras que por estilo de juego hubieran encajado a las mil maravillas como Isco o Asensio, y han sido adelantados por el Real Madrid de manera abrumadora. Incluso su propia cantera, fuente inagotable de talento en los últimos años, ya ha dejado de producir jugadores de calidad dejando el banquillo del equipo totalmente inservible.

Y ya para rematar la faena llevan años en busca de un central de garantías, antes Puyol tapaba muchos defectos de sus compañeros, pero desde la marcha del capitán, la defensa culé ha sido una auténtica pantomima, los fichajes para reforzarla han sido Mathieu (que realmante es lateral), Vermaelen (que vino con una lesión de un año entero), Mascherano (medio defensivo) o Umtiti (se creía que era una promesa), en el medio la cosa no ha mejorado, sólo se salva Rakitic, ya que los Arda, André Gomes o Denis Suárez han sido un auténtico desastre, y mientras dejaron escapar al canterano Thiago Alcántara por no hacerle jugar diez partidos en una temporada (tenía esa claúsula) algo increíble. Y para cerrar ya el círculo han estado durante tres años para buscar un lateral derecho como sustituo de Dani Alves (que les hizo un favor renovando cuando no pudieron fichar por la sanción pudiendo dejar al Barcelona en paños menores después de cómo lo trataron) para acabar fichando a Aleix Vidal (extremo reconvertido) apartarlo del equipo y poner a Sergi Roberto (medio ofensivo) que como parche biern, pero en los partidos de máxima exigencia se le ha visto con muchísimos apuros

Y ya por si fuera poco en la delantera para dar algún relevo de garantías al ataque los últimos años han sido Munir, Snadro y este año Paco Alcácer. Con unos fichajes así se entiende el descalabro de los últimos años en Europa y lo peor es que no se ven visos de mejora a corto plazo, y ya Messi ha llegado a los 30 años habiendo pasando sus años de plenitud futbolística peor rodeado que nunca y con un equipo descompensado, con un entrenador sin ideas y con la sensación de haber perdido muchos años por una pésima planificación.

Luis Enrique no aprende

Otro pinchazo más del Barcelona, otro paso atrás del equipo blaugrana por arrebatar el liderato al Madrid, y otra vez con denominador común: André Gomes. Es increíble la cabezonería de Luis Enrique en este jugador que todas las veces ha sido un lastre para el equipo. No ha hecho ningún mérito para ser titular, y jugándose la liga y sabedor del tropiezo del Madrid el técnico, pese a las bajas de Rakitic, Rafinha y Piqué optó por dejar a Iniesta otra vez más en el banquillo para dar una nueva oportunidad al portugués.

Y efectivamente el equipo se resintió. Otra vez más su fútbol fue plano, en defensa Busquets estuvo desbordado una noche más merced a la debilidad de sus dos acompañantes en el medio. Da la impresión de que Luis Enrique no se toma este tipo de envites en serio y trata e imitar las rotaciones el Madrid, que sí tiene un banquillo para permitirse este tipo de lujos, pero la plantilla del Barcelona ha demostrado que en cuanto se saca a un titular del once el equipo se resiente, sea la línea que sea y sea el jugador que sea, por lo que jugar de inicio con Mathieu, Denis y André Gomes es poco más que un suicidio.

Y así ocurrió, el equipo fue plano, en defensa se mostró muy débil y acabó perdiendo un partido que debía ganar para dar un puñetazo en la mesa y dejar claro que van a por la liga. Pero lejos de hacerlo han perdido un punto con respecto al Madrid en una jornada que se suponía propicia para sus intereses y que deja muchas dudas a dos días del duelo frente a la Juventus en Turín. Esperemos que ahí Luis Enrique no haga ningún experimento y vuelva a mostrar la mejor cara del equipo.