El Sevilla está teniendo una temporada extraña. Destituyó a Berizzo a media temporada cuando el técnico casi se recuperaba todavía de un cáncer de próstata, contrató a Montella y nada más aterrizar encajó una manita en casa de el Betis que escoció y mucho al Sevilla, se clasificó el equipo para la final de la Copa brillantemente tras eliminar al Atlético y Leganés y llegó por vez primera después de sesenta años a los cuartos de la Champions.
Pero en la liga el equipo anda séptimo, y con muchas posibilidades de no disputar competiciones europeas el año que viene. De no ganar la Copa tendrá que quedar en séptimo lugar al menos para disputar competición europea el año que viene, algo que sería un palo muy duro para un equipo acostumbrado a pelear en competiciones continentales los últimos años sin excepción. El problema es que tanto Betis como Villareal (que ahora están por delante) y Celta, Girona o incluso la Real Sociedad (tras la victoria ante el Atlético) van a pelear hasta el final por entrar en Europa poniéndoselo muy difícil a los hispalenses.
Por ello debe afrontar la final de este sábado como más que un título, es el acceso directo que daría tranquilidad al equipo y que le permitiría no vivir jornadas agónicas en las últimas jornadas de liga, y gracias, ya que el pasado fin de semana remontó para empatar un 0-2 adverso del Villareal que le hubiese puesto muy complicadas las cosas. El equipo llega en un bache del que no han salido tras la eliminación del Bayern, pero ya hace pocas semanas le plantó cara al Barcelona (pese a que Messi en un minuto les empatara los dos goles de renta) y ese debe ser el camino a seguir.
El Barcelona vive en un caos antes de la decisiva Final de Copa. Las noticias sobre Sandro Rosel, su temporada en liga y Champions, los rumores de salidas y llegadas hacen que se viva un ambiente enrarecido. Las bajas además para el partido no ayudan a mejorar el ambiente ya que tanto Luis Suárez como Sergi Roberto no podrán jugar la Final en el Calderón, dejando un quebradero de cabeza a Luis Enrique que está sin lateral derecho natural para esta Final.
Eso lo quiere aprovechar además el Alavés, que llega sin nada que perder y con mucha ilusión por alzarse con su primer título y poder acceder así a jugar en Europa. Pellegrino planteará un partido rocoso donde el Alavés domine el centro del campo y se repita la sorpresa de este año en el Camp Nou donde ya se llevó una victoria ante el Barcelona por 1-2.
En el Barcelona se encomiendan al de siempre, Messi, para poder llevarse su tercera Copa del Rey consecutiva. Ya son los máximo conquistadores de este premio con 28 pero quieren seguir haciendo historia en un estadio donde ya se proclamaron campeones también el año pasado. Es la última oportunidad de acabar el año conquistando un título y no quedarse en blanco, algo que sería trágico teniendo en cuenta el nivel de esta plantilla y los jugadores con los que cuenta.
El encuentro de hoy en Stamford Bridge es de vital importancia para un Chelsea que ve en la Champions prácticamente la única posibilidad de jugar en europa la temporada que viene. Y lo tiene complicado teniendo en cuenta quien tiene en frente y el resultado en contra del partido de ida. Sin embargo el fin de semana Hiddink reservó a Diego Costa para este partido , dejando claro que ha tirado ya la temporada vía Premier.
Pero aún con todo el Chelsea no parte como favorito, pese a tener la vuelta en casa, y que con el 1-0 lle valdría para clasificarse, no ha mostrado en ningún momento la consistencia que ha caracterizado a este equipo la última década. Sus jugadores determinantes salvo Willian llevan toda la temporada desaparecidos y la química del equipo parece nula.
El daño que hizo Mourinho en este vestuario es bastante grande y la llegada de Conte el año que viene traerá aire nuevo al equipo pero mientras tanto esta temporada tocará sufrir y ver como un equipo que debería pelear por todo se queda en tierra de nadie en todas las competiciones, y lo más grave, va a ser difícil verle en europa el que viene.
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