46/15/7/7. No, no es la combinación de ninguna caja fuerte ni ningún código oculto. Son las estadísticas de Joel Embiid anoche ante los Lakers en lo que se está considerando el partido más completo en la historia de la NBA. Y todo en tan sólo 36 minutos en una nueva exhibición del gigante de los Sixers tras tres años de calvarios por lesiones. Aún así, el pívot sigue afirmando que está al 69% de sus posibilidades todavía, ya que tiene que ir con cuidado por las posibles recaídas de sus maltrechas rodillas.
Los Sixers por fin parecen un equipo competitivo tras años de tankin bochornosos y decepciones constantes. Pero sus picks del draft están dando el resultado esperado y tanto Embiid como Simmons (que también se pasó su primer año en blanco por lesión) están haciendo soñar a los aficionados Sixer con un futuro brillante y un presente competitivo, algo que adolecían desde hace más de un lustro. Mucho tiempo para un equipo que desde la marcha de Iverson no ha vuelto a ser competitivo de verdad.
El trust the process está más vivo que nunca, y ya ha dejado de ser una moda para ser una realidad en la liga. Si las rodillas de Embiid aguantan y Simmons sigue con este nivel de juego entrarán en playoffs e irán quemando las etapas necesarias para convertirse en un equipo aspirante a todo en muy poco tiempo. Pero hasta entonces nos quedará disfrutar delas exhibiciones y animaladas de un Embiid que a día de hoy parece absolutamente imparable.