Este sábado aparte del clásico se juegas un partido trascendental en la Premier League. El Tottenham, principal perseguidor del Leicester, visita Anfield con la obligación de ganar para que no se le escape el equipo de Ranieri en la tabla. Un tropiezo de los de Pochettino les alejaría a siete u ocho puntos (siempre y cuando el Leicester gane su partido el domingo), una distancia que con las pocos jornadas que quedan podría convertirse en casi definitiva.
Los de White Hart Lane han demostrado a lo largo de la temporada una regularidad impropia de la historia de este club, pero visitan a uno de los conjuntos más imprevisibles de la Premier, capaces de bailar al Manchester City o de eliminar de la Europa League al Manchester United, como dejarse ir un cero dos favorable ante el Sunderland en la última jornada de Premier. En su estadio están sacando los partidos, pero el estilo de juego del Liverpool es bueno para un Tottenham que se siente cómodo sin la iniciativa del partido y saliendo bien a las contras.
Será un buen aperitivo antes del clásico español en el que también se puede terminar de decidir la liga. Va a ser un sábado que puede dejar finiquitadas las dos ligas más importantes de europa.