Las incendiarias declaraciones de Romelu Lukaku en Sky Sport Italia, en las que afirmaba para sorpresa de todos que quería volver al Inter, que no entendía su situación actual en el Chelsea, han provocado un cisma en el cuadro londinense, actual campeón de la Champions. Para cortar de raíz el problema que se avecina Tüchel optó por no convocarle para el importantísimo partido de ayer ante el Liverpool, y se emplazaba a una reunión esta mañana a las 11 para valorar la situación y el futuro del delantero belga. No quería precipitarse con la decisión final, y quería leer bien las declaraciones antes de tomar una decisión definitiva junto a los directivos del club blue.
Es ya la segunda vez que el Chelsea apuesta por Lukaku, tras su fichaje del Anderlecht cuando debutó con tan solo 16 años. Su complexión y estilo de juego le asemejaban al relevo natural de la estrella del Chelsea de aquel momento, Didier Drogba, pero en el Chelsea jamás tuvo grandes oportunidades ni las explotó. Sus cesiones al West Bromwich primero y posteriormente al Everton le dieron sus primeras oportunidades serias en la Premier, y el club de Liverpool lo acabó fichando definitivamente. Allí vivió grandes años que lo llevaron a firmar por más de 80 millones por el Manchester United, donde sólo aguantó un año con José Mourinho, el técnico que no le dio las oportunidades en su primer año en el Chelsea.
Volvió a tener que salir de un grande de la Premier por la puerta de atrás, y acabó recalando en el Inter de Milán, en el que, tras dos temporadas y un scudetto conseguido, los problemas económicos de la entidad le obligaron a hacer las maletas rumbo al Chelsea, para esta vez si asentarse como el 9 del equipo blue, apuntalando la única zona débil de un equipo que terminó la temporada pasada como inexpugnable. Pero tras un inicio de temporada esperanzador, la situación de Lukaku vuelve a ser la misma de siempre, no goza de la entera confianza del entrenador, que no le ve acomodo en su equipo, y que por lo que parece y a tenor de las medidas tomadas le hace tener de nuevo las horas contadas al belga. Y ahora a volver a empezar la rueda con el delantero.