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Dirk Nowitzki la leyenda Europea (Parte III)

Nadie contaba con los Mavericks como candidato al anillo, pero llegó la segunda ronda ante los Ángeles Lakers de Kobe y Pau que venían de dos anillos consecutivos y les barrieron con un 4-0 inapelable poniendo fin al último ciclo ganador de Phil Jackson en los banquillos NBA. Pese a este golpe sobre la mesa, nadie confiaba en Nowitzki y sus Mavs, y más teniendo en cuenta que se enfrentaban a sus vecinos de Oklahoma con las amenazas ofensivas de Durant, Westbrook y Harden. Pero los superaron en seis partidos, con un Nowitzki imperial donde realizó en el primer partido una serie de 12 de 15 en tiros de campo y 24 de 24 en tiros libres para un total de 48 puntos, dejando claro que éste era su año y que quería volver a las Finales de nuevo.

Y así llegaron a las Finales con un viejo conocido, los Miami Heat del Big Three, con LeBron-Wade-Bosh como máximo obstáculo para su codiciado y deseado anillo que le diese la gloria que merecía. Los Heat partían como absolutos favoritos de la serie. Y con el 1-0 en el segundo llegaban al último cuarto con una ventaja de 15 puntos. Pero ahí comenzó a cambiar la historia, Nowitzki lideró una de las mayores remontadas nunca vistas en las Finales para acabar anotando sobre la bocina el tiro ganador que empataba la serie. Pese a la euforia y a que la serie viaja a Dallas, los Heat se llevaron el tercer encuentro, pero con lo que nadie contaba era con que los Mavericks se llevarían los tres siguientes duelos para consumar su venganza de hace 5 años y llevar el primer entorchado para la franquicia y convertir a Dirk Nowitzki en leyenda de la NBA y en el mejor jugador europeo de la historia.

Ahora Nowitzki vive su vigésima temporada en la NBA. Ya se ha convertido en leyenda absoluta de la liga y su lanzamiento de fade away está patentado y es imitado por las nuevas generaciones. La figura del cuatro abierto es habitual en todos los equipos y todos los nuevos europeos quieren parecerse a él. Además se convirtió en el sexto mayor anotador de la historia de la NBA lo que da medida de la excelsa carrera que ha vivido el de Wüzburg y del legado que ha dejado para el baloncesto para siempre.

Finales: Vendeta o Asalto

Esta madrugada se disputa el primer partido de la Final de la NBA. Una serie que promete ser de las mejores de la historia por ser la primera vez que se enfrentan tres años consecutivos los mismos equipos, con una victoria para cada uno. De aliciente también la remontada histórica de un 1-3 en contra por parte de los Cavaliers, los cruces de declaraciones contrarias entre ambos, un pique constante durante las últimas finales de las dos estrellas de ambos equipos y la llegada de Durant que ya fue barrido hace 6 años de las Finales por LeBron cuando militaba en Oklahoma.

Para los Warriors todo lo que no sea el anillo será un absoluto fracaso, superaron el mejor récord de una temporada en la NBA el año pasado, incorporaron al mejor agente libre que había en el mercado a su equipo y además este año han conseguido llegar a las Finales con un balance de 12-0, algo que nadie había conseguido (los Bulls de Jordan y los Lakers de Shaq y Kobe pero en aquellos años la primera ronda era al mejor de 5 partidos no de 7 como actualmente). Además contarán con factor cancha favorable y con un equipo lanzado tras el regreso de su lesión de Kevin Durant.

¿Pero con todo lo dicho cómo es posible que estas finales estén igualadas?. La respuesta es clara: LeBron James. El jugador más determinante de la NBA y por méritos propios ya en el top 3 histórico de la NBA. Llega en su mejor momento, ha sabido dosificar su temporada regular para llegar lanzado a los playoffs donde se ha clasificado con un balance de 12-1 que habla a las claras de las ganas de otro anillo del Rey. Además las mejores versiones de Irving y de Love han llegado en el mejor momento y los Cavs vuelven a ser un equipo temible con un James que ya es el máximo anotador de la historia de los playoffs y que agranda su leyenda a marchas agigantadas con cada nuevo récord que supera.

Estas Finales se preveen que sean las más vistas de la historia, lo que demuestra las ganas de ver el tercer asalto entre James y el mejor equipo quizás de la historia de la NBA (al menos el que registra más victorias de la historia). Porque este equipo de los Warriors se pasearía sin rival por esta NBA si no llega a ser porque han coincidido en la misma época con el único jugador que ya a día de hoy se puede comparar con Michael Jordan sin que esto suponga ninguna blasfemia, y James quiere sumar otro anillo más a su palmarés en el que quizás sea el mayor desafío de su carrera, y LeBron se agiganta en los momentos más complicados.

James y Curry a lo suyo

Otra postemporada más y ya van tres los Warriors y los Cavaliers están arrasando, tras barrer a Pacers y Blazers respectivamente en primera ronda, ya han situado el 2-0 en semifinales de Conferencia, dejando claro que quieren ser por tercer año consecutivo Finalistas de la NBA, algo que no ha ocurrido nunca en la historia y que brindaría a los de la bahía una venganza por el 3-1 remontado por parte de los de Ohio.

James ha vuelto a ponerse en modo imparable, dando exhibición tras exhibición y jugando más minutos que en temporada regular. Los Cavaliers pese a las dudas de los dos últimos meses de competición llegando incluso a perder la primera plaza de la Conferencia en favor de los Celtics, han vuelto a su versión más arrolladora y no se ve ningún rival que pueda plantar cara en la Conferencia Este a estos Cavaliers a día de hoy.

Por su parte los Warriors han vuelto a conseguir el mejor récord del año, y por si fuera poco, sus máximos rivales los Spurs han perdido a Tony Parker por lesión para el resto de playoffs. La vuelta de Durant tras su lesión y una buena versión de Curry (habrá que ver si en el tercer año por fin rinde a su nivel en las Finales) les hacen máximos favoritos a todo.

Personalmente estoy deseando que este duelo se repita, y en caso de repetirse me encantaría que se llegase a otro séptimo partido, que se volvería a disputar en el Oracle Arena y si el año pasado ya fue el partido más retransmitido y con las entradas más caras de la historia, no quiero ni imaginarme lo que podría suponer otro.

Ibaka se venga

Este verano ha sido muy movidito en Oklahoma, la marcha de Durant provocó una pequeña reconstrucción en el roster que acabó con el hispano-congoleño Serge Ibaka en Orlando. La franquicia había apostado varios años antes por el ala pívot cuando tuvieron que elegir la renovación por la restricción salarial entre él o James Harden y parece que no acabó de convencerles, y el agresivo esquema de Donovan de jugar con los dos cincos del equipo a la vez (Kanter y Adams) y que tan buen resultado le dio en los playoffs pasados, dejaba sin hueco al 9 Thunder.
Y llegó el partido de ayer, el primero de Ibaka ante sus ex y el que fuera su público durante nueve campañas, y no desaprovechó la ocasión para demostrarles al jugador que dejaron escapar. Dejó lo mejor de su antiguo repertorio (aportó cuatro tapones) y tuvo un 2/2 en triples para un 11/17 en tiros de campo, dejando claro su evolución desde que aterrizara en la NBA en este aspecto. Pero no contento con esto cerró el partido con una canasta ganadora sobre la bocina que escoció y mucho a los de Oklahoma.
Es cierto que los últimos años de Ibaka en Oklahoma fueron muy pobres, con lesiones que impedían su participación en momentos clave de la temporada, dejando muchas veces a su equipo huérfano en la zona. Su traspaso se entendió debido a que a cambio recibían a un joven Oladipo que se amolda a la perfección a la posición de escolta para ayudar en el peso ofensivo a un Westbrook que se encontraba huérfano en el frontcourt del equipo. Quizás su etapa en Oklahoma se hubiese acabado y el cambio fuese necesario, pero Ibaka quiso dejar claro que si pensaron que ya no podía aportar en el equipo se equivocaron.

Undécima vs Vendetta

La madre de todos los partidos se juega mañana, y para más morbo se trata de un derbi y la reedición de la final de hace dos años. No puede haber más alicientes, y aunque los entrenadores quiten hierro al asunto el recuerdo de la final de hace dos años está más que presente. Esta vez el Atlético llega sin bajas de consideración (la de hace dos años llegó sin Arda y con el paripe de Diego Costa que muchos consideran que pudo costarle la final), y físicamente como una moto, mientras que en el Madrid se repite la situación de 2014 con un Cristiano con problemas musculares y un Benzema que lleva renqueante desde hace un mes.
 
Simeone ya ha dicho que esto no es una venganza, que se trata de una nueva oportunidad, que como discurso para la galería queda perfecto pero nadie se cree por la cabeza de Simeone no ronde la final de Lisboa. Por si acaso el argentino ha cambiado todo el planing que realizó hace dos años, es sabido que el cholo es muy supersticioso, por si las moscas o por si ayuda en algo. Conoce a la perfección al Madrid y le tiene tomada la medida, su entramado defensivo es casi perfecto y ya sabe lo que es ganar a este Madrid de Zidane.
 
Por su parte Zidane, que se convertiría en el séptimo entrenador en ganar la Champions en su primer año en el equipo, le ha dado un lavado de cara, pero en casa, fuera de casa el equipo ha demostrado las carencias que ya arrastraba con Benítez, los partidos de Wolfsburgo y Manchester son buena prueba de ello, pero también es cierto la mística del Real con esta competición, sus jugadores suelen dar su mejor versión y tienen muchas gana a un Atlético que se ha convertido ya en algo más que ese vecino molesto.
 
Se prevee un partido más entretenido que el de Lisboa, con más ocasiones y que seguramente se lleve el que menos errores cometa. No es una sorpresa que el Atlético va a intentar aprovechar las contras (le ha ido bien con este estilo y no lo va a cambiar para la final), y el Madrid intentará llevar el peso del partido pero sabedor del peligro por pérdidas de balón con el Atlético. Se podrían dar muchas imágenes emotivas al final del encuentro por ambas partes, ver a Zidanes levantando la Champions otra vez en su primer año en el Madrid, ver a un Torres levantando el título por el que siempre ha suspirado, Arbeloa en su despedida levantando la undécima o a Simeone trayendo la tan ansiada copa para la parroquia rojiblanca. Sábado 20:45 Milán será durante dos horas la capital de España.