Diego Costa y el Atlético de Madrid dieron ayer fin a la segunda etapa del hispano brasileño en el club rojiblanco. Tras la petición del delantero alegando motivos personales el club le ha facilitado la salida (siempre que se a un club no directo contra el Atlético) a un jugador que en su primera etapa lo fue todo, pero que su segunda etapa ya finalizada ha sido un absoluto fracaso para el club. Su llegada fue quizás la que más ilusión hizo a la parroquia colchonera pero su rendimiento y constantes lesiones han dejado unos números y actuaciones muy pobres para un delantero que siemre que ha estado disponible ha jugado de titular para Simeone.
En sus primeros años con Simeone era una fuerza imparable de la naturaleza, y fue el artífice principal del mejor año de la historia del club colchonero con la conquista de la Liga y la final de Champions de Lisboa (donde quizás el equipo perdió el título por su cabezonería de jugar a toda costa esa final y ser sustituido en el min 10). Sus 36 goles en todas las competiciones ese año y su rendimiento en un año que no se perdió a Falcao y se fichó solamente a Villa en la delantera, el de Lagarto dio un paso adelante y se consagró en el mejor jugador de la plantilla sin duda alguna y en el líder del equipo. Tras su buena campaña una oferta irrechazable del Chelsea de Mourinho (que le sufrió en las semifinales de la Champions) acabó con la primera etapa de rojiblanco de Costa.
Tras buena campañas en el Chelsea llegó el desamor con Conte, y su medio año sin entrenar ni jugar que seguramente le pasó factura a lo largo del año. Y quizás a partir de ahí todo se complicó, lesión tras lesión, y cada vez que estaba disponible era titular pese a no estar en forma dejaron partidos muy discretos a lo largo de los últimos años con algunas pinceladas como la final de Supercopa en Tallín, o la vuelta de semis ante el Arsenal de la Europa League, pero sólo pinceladas en temporadas muy discretas y muy alejadas de su mejor nivel. De momento se desconocen los motivos de esta petición, pero quizás es lo mejor para ambas partes, un Costa que no quiere deteriorar más su imagen en el club y un club que busca algún revulsivo que aporte algo más que el hispano brasileño al equipo y pueda dar relevos de garantías un Luis Suárez que también está con la gasolina justa. Quizás lo mejor sea quedarse con el recuerdo de esa primera etapa, los títulos ganados y no pensar en la decepcionante vuelta. Costa siempre quedará en la memoria de los atléticos como uno de los mejores delanteros del club en el siglo XXI.