Como si del día de la marmota se tratara, otra vez más el Valencia vuelve a dispararse contra su propio pie. Cuando parecía que su proyecto nacía de nuevo con la ilusión que había traído Genaro Gattuso, la ventana de fichajes volvía a convertirse en el peor enemigo de los ches. Las ventas de Guedes, y, sobre todo, de Soler a dos días del cierre del mercado ponen de manifiesto que Lim no tiene en mente crear ningún proyecto interesante en Mestalla. El culebrón de Soler se resuelve con su fichaje por el PSG poniendo de manifiesto que no interesan los buenos jugadores en la capital del Turia. Soler, canterano de todas las etapas del filial che, máximo goleador de las categorías del Valencia, se va del club tras no haber recibido ni una sola oferta interesante por parte del club. La norma de Lim de no tener sueldos superiores en la plantilla de los 3 millones de euros pone muy difícil que ningún jugador interesante esté en la plantilla.
Da pena ver como un proyecto como el del Valencia, que hace no mucho era la alternativa a los tres grandes en la Liga, con una Copa del Rey como guinda del proyecto, se ha desecho de manera dramática en los últimos años de manera inexplicable. Y lo peor es el presente, un equipo sin un rumbo fijo, con fichajes más que cuestionables y que se ha convertido en un club alarmantemente vendedor que hace que sea imposible dar continuidad a ningún nuevo proyecto. En cuanto un jugador sobresale se malvende de manera rápida y muchas veces sin un sustituto de garantías. Ha pasado con los Ferrán, Parejo, Kondogbia, Guedes o Soler, y con Gayá en el punto de mira ya que acaba contrato el año que viene.
La afición se ha manifestado en infinidad de ocasiones, pero ni por esas Lim parece inmutarse, ya que ni siquiera aparece por la ciudad. Con Gattuso empieza un nuevo proyecto en el que se ha vendido de nuevo a las dos mejores piezas del equipo, y a falta de la confirmación de la marcha de Maxi Gómez al futbol turco. Es muy difícil crear algo con estas bases. Los fichajes de Cavani y Samu Castillejo, ambos ya muy maduros, especialmente el uruguayo, son lo único decente de un mercado que vuelve a dejar debilitado a un equipo que hasta su autodestrucción peleaba año tras año por entrar en la Champions. Pero parece ya muy lejana aquellos tiempos y hace sólo 4 años de aquello…