Se ha puesto fin al culebrón de James Harden en la NBA. Su rebeldía con la franquicia en la que llevaba ocho años ha dado sus frutos y sus deseos de ser traspasado se han cumplido. u destino serán los Brooklyn Nets con Durant e Irving de compañeros. En principio se forma así el mejor big three de la liga con mucha diferencia pero surgen muchas dudas en torno a la cohesión de sus integrantes. Harden no ha sabido convivir en sus ocho años en Houston con ningún compañero de nivel y todos han acabado con mala relación con la estrella y traspasados, lo que hace ver que dado el difícil carácter de Irving también la aventura puede acabar muy mal.
La calidad de cada uno es indudable, se han juntado en Nueva York a los dos mayores talentos ofensivos de la liga con mucha diferencia, y al mejor driblador de la liga. Un equipo al que se le debe pedir el anillo de inmediato, pero que cuenta con un Steve Nash como entrenador novato de esta competición en su primera temporada dirigiendo un banquillo NBA. Y todo esto llega en medio de la tormenta sobre las ausencias de Irving que es para hablarlo a parte también.
La relación hasta ahora entre Durant (el mejor jugador de la liga junto a LeBron) y Harden es magnífica desde sus inicios en Oklahoma, pero también lo era entre Westbrook y Harden y sólo hay que ver cómo han acabado ambos. Desde luego si se compenetran y se solidarizan (el mejor ejemplo que pueden ver son los Lakers de James y Davis) son el favorito sin duda al anillo, pero con Harden e Irving nada augura que el proyecto vaya a salir bien, y el salario garantizado de Harden para los próximos tres años es el más alto de la liga, Una apuesta muy arriesgada para un equipo que ya se equivocó en un movimiento similar hace unos años cuando trajeron a Garnett y Pierce de los Celtics. Habrá que ver si esta vez les sale mejor la jugada.