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Tiempo de realidad

Esta noche el Atlético y el Barcelona se miden en el Wanda con dinámicas y sensaciones diferentes. Los blaugranas con muchas dudas y con una trayectoria muy irregular que les ha hecho distanciarse ya en seis puntos respecto a los colchoneros, llegando a encadenar tres partidos consecutivos sin ganar en liga, y los últimos que ha ganado sufriendo más de la cuenta y con mucho más esfuerzo del previsto a priori. Los rojiblancos sin embargo, tras dos empates sin goles en la segunda y tercera jornada, han ganado todo con unas sensaciones magníficas y desplegando fútbol ofensivo durante todo el partido, algo que el año pasado no realizaron prácticamente en ningún encuentro. Eso se ha traducido en la mejor versión de Joao Félix desde su llegada a la capital y el despunte de un Marcos Llorente, cuyas buenas actuaciones le han catapultado a la selección junto con otro que era fijo de la roja como Koke, que también ha rescatado su mejor versión para la causa.

La única pega para este partido son las importantes bajas en ambos bandos, ya que ni Ansu Fati ni Luis Suárez podrán estar disponibles para el partido. El morbo de haber podido ver al uruguayo ante su ex equipo era grande, y seguro que iba a estar muy motivado para la ocasión, pero el Covid nos arrebata otro momento importante de fútbol. Las buenas noticias es que tanto Carrasco como Costa y Coutinho estarán disponibles para Koeman y Simeone con lo que podrán seguir formando un once de garantías para esta noche. Partidazo en el que se espera que se recuperen los mejores Atlético Barcelona de los 90 con muchos goles y remontadas por ambos bandos. Si el Atlético vence dará un puñetazo sobre la mesa y presentará seria candidatura a la liga, pero si el Barcelona gana recuperará sensaciones y volverá a engancharse a la liga.

Inexplicable

El Real Madrid cayó ayer goleado en Mestalla por cuatro goles a uno sin saber prácticamente cómo había perdido. La imagen del Madrid en el primer tiempo fue buena, llegando incluso a adelantarse, y el equipo fue muy superior a un Valencia que se marchó al descanso ganando por dos a uno sin haber disparado a puerta en toda la primera parte. Las sensaciones para los de Zidane eran contradictorias, ya que habían hecho un gran trabajo, habían dominado el partido pero se marchaban perdiendo el encuentro.

Zidane arriesgó de más en el inicio con muchas rotaciones, además de las importantes bajas de Hazard y sobre todo de Casemiro por coronavirus ambos, y lo acabó pagando. Tanto Isco como Marcelo están más cerca de ser ex futbolistas que de ser profesionales del máximo nivel a día de hoy, ambos están fuera de forma y muy lejos del nivel que les llevó a ser los mejores en su posición no hace mucho tiempo. Pero ni con esas el Madrid sufrió en los primeros cuarenta y cinco minutos, ya que el Valencia es un equipo que va con lo justo esta temporada debido a la pésima gestión de su mandatario Peter Lim.

La segunda parte fue diferente, con un Valencia crecido por el resultado, pero justo de ideas en ataque, y un Madrid con poca fe y físicamente venido abajo al jugar con dos jugadores menos. Y sin tampoco sufrir mucho dos goles del Valencia por dos penaltis en acciones muy aisladas dieron la puntilla a un partido que dejó una de las sensaciones más extrañas que recuerdo, ya que el Valencia se sintió inferior durante prácticamente todo el partido, pero acabó goleando sin realizar ninguna ocasión clara de ataque salvo el disparo al palo de Kang In. Ningún gol que marcó vino por un disparo a puerta (tres penaltis y un centro que Varane despeja a su portería en gol) pero acabó celebrando una victoria que les refuerza de moral después de haber conseguido un punto en los últimos tres partidos y de empezar la jornada a dos puntos del descenso.

Falta de costumbre

El Sevilla cayó ayer por tercera jornada consecutiva en liga ante el Athletic de Bilbao en un partido que tuvo controlado toda la primera parte pero que acabó haciéndose muy largo para los de Lopetegui. El equipo da muestras de no alcanzar para las dos competiciones de máximo nivel y demuestra lo complicado que es competir en liga con la Champions de fondo, que es mucho más exigente que la Europa League a la que los de Nervión sí se han acostumbrado estos últimos años.

Comenzó muy serio el equipo hispalense, con un gol tempranero de En-Nesyri y ocasiones claras para poder dejar sentenciado el encuentro. El Athletic por su parte vivió toda la primera parte grogui, acusando el golpe del gol tan tempranero, y sobrevivió como pudo hasta el descanso. Lopetegui no introdujo muchas rotaciones de lo que se prevé el once titular del equipo, sabedor de la importancia de este partido tras dos derrotas consecutivas ante Eibar y Granada.

Pero ni con esas ni con ya la pareja defensiva Koundé-Diego Carlos junta pudieron evitar la reacción final del cuadro vasco que aprovechó el balón parado y la espalda de Acuña para voltear un marcador que les evita de problemas tras un mal inicio de temporada. Por su parte el Sevilla no tiene respiro y tendrá que jugar este miércoles ante el Krasnodar en el Pizjuán, aunque en Champions si que está haciendo bien los deberes. Es sólo el inicio pero el equipo andaluz está comenzando a perder puntos importantes y sobre todo a dejar la sensación de poca fiabilidad, pero la diferencia de puntos respecto a la cabeza comienza a ser importante.

A la deriva sin capitán

El Barcelona perdió el sábado el clásico ante el Real Madrid con la sensación de que desde que e adelantó el Reaal Madrid con el tanto de Ramos de penalti no había capacidad de reacción. Ese es el gran mal del equipo blaugrana en los últimos años, que a parte de jugadores faltan líderes en el campo que en las malas aguanten al equipo y no permitan que se hunda. La imagen de Messi y sus sensaciones tras el gol es de resignación y abatimiento. Ese es el mensaje que el capitán transmite al resto del equipo y de que todos se contagian.

Ese carácter que tanto le hace falta a este equipo hubiera cortado las bochornosas derrotas de Roma y Liverpool, y la actitud con el resultado en contra del equipo sería siempre distinto. Messi es el mejor jugador de la historia en mi opinión, lo que le he visto hacer sólo está a su alcance, pero su implicación y carácter le han privado de entrar en ese elenco de elegidos en los que su proclamación como unánime es unánime por todos. Cuando el resultado es adverso no sabe sacar lo mejor de sí, y eso es algo muy necesario para su equipo.

Este año además se une su intento de marcha frustrada, en la que otra vez dio muestra de su flojo carácter al no hacer declaraciones abiertamente o tener charla con el presidente cara a cara, sólo a través de un burofax y luego tras una charla entre el presidente y su padre al ver que no había posibilidad alguna de su salida realizó un paripé de entrevista para calmar los ánimos de la afición. Creo que no fue el peor del partido ni mucho menos, pero estamos ante un jugador que porta el brazalete y debe ser el que cambien la dinámica de los partidos, y con su actitud está muy lejos de ello. El años es muy largo y con Messi de capitán parece que los éxitos no están asegurados.

Detrás de la marcha de Thomas

El fichaje de Thomas Partey por el Arsenal en el última día de mercado y previo pago de su cláusula hacen que se busquen los porqués de esta situación, y más cuando el jugador siempre manifestó su deseo de seguir formando parte del club colchonero. La situación era la siguiente, el contrato de Thomas era de un millón y medio anuales, y su cláusula de cincuenta millones. Un sueldo que era el segundo más bajo (sin conta canteranos) de toda la plantilla, cuando el 5 era un titular indiscutible desde hace dos campañas. Las conversaciones sobre su renovación que le planteó el club eran muy bajas (en comparación con jugadores de su categoría y con galones de titulares en la plantilla) y se congelaron con el inicio de la pandemia.


Esto no gustó al jugador, ni las maneras ni el aplazamiento. Por eso tomó la decisión de marcharse a un equipo que le puso sobre la mesa seis millones limpios al año, algo irrechazable dada la situación del Ghanés en el conjunto rojiblanco. Esto deja en evidencia la directiva atlética que contaba con que al ser canterano iba a aguantar estos agravios con respecto a otros jugadores que ni siquiera eran titulares en el equipo. Thomas ya daba por hecho que iba a jugar esta temporada en el Atlético, pero tras la derrota en la Premier del Arsenal que ha ganado los otros tres partidos sirvieron a Arteta para pedir un último esfuerzo a la directiva gunner que finalmente puso la carne en el asador y convencieron finalmente al centrocampista.


Ahora la historia se puede vender de muchas maneras, pero tras una mala gestión por parte de la directiva, ver como a los fichajes nuevos (caso de Suárez) se les ponía sueldos acordes a la plantilla, se hartó y tomó la decisión cuando se presentó finalmente la oportunidad. Lo más curioso es en su despedida el no nombrar a un Simeone que es el que ha moldeado a este futbolista, lo que también puede denota un problema con el entrenador, no se recuerda problemas con el Cholo de Thomas, pero su salida puede que haya provocado problemas con el técnico argentino, que ya lamentó al máximo la marcha de otro canterano por su cláusula como fuel el caso de Lucas Hernández el verano pasado. Lo que está claro es que si la directiva hubiera hecho las cosas bien el jugador seguiría de rojiblanco. Dicho esto, el jugador no es imprescindible y el fichaje de Kondogbia puede tapar perfectamente el agujero que deja el africano en el Atlético.

Se ha quedado corto

El Fútbol Club Barcelona ha cerrado uno de los veranos más complicados de su vida con muchas dudas y con mucho trabajo no realizado. La idea era hacer una pequeña revolución, dejando salir (por no decir regalando) a varios pesos pesados, pero con la idea de traer jugadores nuevos que reforzaran esas posiciones que quedaban cojas sin estos futbolistas. Pero nada más lejos de la realidad el mercado se cerró y el Barcelona ha cerrado una plantilla corta y carente en muchas posiciones de jugadores específicos.

En la delantera, es el gran agujero negro del equipo, ni un solo 9 puro. Lo más parecido es Braithwaite, que no parece que vaya a contar para Koeman y cuyo nivel quizás está lejos del Barcelona. La idea es que Messi juegue de falso 9, como idea está bien pero en partidos atascados como el último ante el Sevilla donde hay que abrir el campo y los espacios por el centro son limitados, la figura de un delantero que fije centrales se hace imprescindible y a día de hoy el equipo no la tiene.

El centro del campo ha tenido un buen lavado de cara, las marchas de Rakitic, Vidal y Arthur, unido al cambio de dibujo, hacen que se pueda recuperar la mejor versión de un Coutinho que se le ve feliz y cómodo sobre el campo. La dupla de Pjanic-De Jong habrá que verla, de momento no han jugado juntos prácticamente, pero promete al menos la idea de que el holandés tenga más llegda al área y que no sea un sólo jugador como hasta ahora el que frene los contrataques rivales cuando el equipo se parta.

Pero en defensa, el gran agujero negro del equipo en los últimos años, no ha cambiado nada. Sólo Dest como lateral derecho para confeccionar una defensa que salvo Piqué, no suele ser muy regular, Alba ya se lesionó otra vez más en el último partido y su recambio continúa siendo Júnior Firpo que desde que llegó no ha convencido a ningún técnico. El lateral de momento lo sigue ocupando un Sergi Roberto que cada vez aporta menos tanto de lateral como de centrocampista y que sonó con fuerza para abandonar el club (quizás al ser de la casa se tuvo más mando derecha).

Y la peor parte es el banquillo, un club como el Barcelona no puede contar con Pedri, Trincao o Araújo como revulsivos cuando llegue la parte dura de la temporada, son buenos jugadores, que seguro tendrán un futuro brillante, pero ahora mismo no es la mejor opción para hacer olvida la temporada pasada donde el club blaugrana no ganó un solo título y fue humillado en los cuartos de final de la Champions. Muy mal de nuevo en los despachos por parte de Bartomeu, y la única buena noticia para la parroquia blaugrana es que seguro ya es la última de su presidente.

Mismos vicios pasados

El Atlético de Madrid ha mostrado en estas tres primeras jornadas del campeonato liguero (tres para él que empezó la competición mas tarde) sus dos caras. La cara apabullante con presión alta, en la que de verdad es un equipo difícil de batir y que disfruta y muestra que de verdad tiene gol y la peor versión en la que tira una parte del partido y sólo espera a ganar en base a un arreón final flojo y sin confianza total. De la ilusionante primera jornada donde todo funcionó, a dos empates consecutivos sin marcar y con el preocupante dato ante el Villareal de ni un solo tiro a puerta en todo el partido, un bagaje inadmisible para este equipo.

Ante el Villareal volvieron a tirar la primera parte, con un partido soporífero donde el Villareal se sintió muy cómodo y sin un dominio aplastante jugó el partido que más le interesaba. Simeone no favorece al equipo rotando tanto en estas jornadas, y el equipo pierde en exceso sin Carrasco en el campo, el jugador con más ganas más versátil junto a Joao Felix. Saúl dio además muestras de necesitar un descanso y un reseteo mental, el juego del equipo sin presión y corriendo haca atrás no favorece sus muchas virtudes, pero un encuentro de presión alta llegadas constantes de sorprender desde la segunda línea es lo que necesita el alicantino, y no tanto ritmo lento y ataques estáticos constantes sin movimiento de la gente de arriba.

Ahora quedan un par de semanas de pensar y analizar los errores, el año pasado jugando igual de mal ganaron los tres primeros partidos, pero tras la reanudación comenzó la debacle de resultados, comenzando por el desastre de Anoeta. El año pasado tuvo dos rémoras el equipo, los empates (y este año en tres jornadas ya lleva dos) y la sangría de puntos que se dejó en su estadio, otrora un fortín, y que este año de seis sólo ha sumado cuatro ante rivales asequibles. Sus perseguidores han entrado a la competición mejor y le toca ponerse las pilas si no quiere descolgarse ya desde el principio, aunque Simeone siempre ha sido de encontrar el tono y juego del equipo con la temporada rodada, pero este año tan atípico no hay tiempo para eso.

Hazard en el abismo

Eden Hazard vuelve a ser protagonista y no precisamente por lo que hace dentro del terren o de juego sino por lo que hace fuera de él. Está en ese peligroso momento de convertirse en un fracaso de fichaje o ser capaz de demostrar el crack mundial que era en el Chelsa y que era sobradamente el mejor jugador de la Premier League. Pero desde su llegada a Madrid sus lesiones, sus malos hábitos en periodos vacacionales que le han causado evidentes estados fuera de forma, unidos a la grave lesión de tobillo sufrida han hecho que no haya podio rendir a buen nivel ningún partido en su primer año.


Pero el segundo va camino de lo mismo ya que tras resentirse de sus problemas, cuando parecía que podía reaparecer y entrar en la lista ante el Valladolid volvió a saltar la noticia de una nueva lesión muscular que le tendrá apartado un mes de la competición, y con lo que le cuesta al belga recuperar forma veremos el tiempo que le lleva. Lo que está claro es que la ilusión que generó su fichaje el año pasado se está consumiendo a marchas forzadas para convertirse en una rémora de dudas y escepticismo, y las comparativas con los casos recientes de Bale y Kaká comienzan a ser cada vez más habituales.


El caso es que Hazard cuenta con la total confianza de Zidane que sabe de la capacidad del extremo, pero también esa confianza la llevó casi hasta la obcecación en el partido ante el Manchester City en la Champions donde se vio que el jugador no estaba y le mantuvo hasta más del minuto 80. Puede que esta sea la última reválida para Eden y él debe ser consciente, ya que el Real Madrid no espera a nadie, por mucho que haya costado su fichaje ni las expectativas creadas en su contratación. Debería tenerlo en cuenta Hazard.⅕

Los humos de Kang In

El coreano Kang In Lee es la gran apuesta de futuro del Valencia, que le prefirió antes que apostar más fuerte por el también canterano Ferrán Torres que puso rumbo a Manchester este verano. Ya con la llegada de Celades, al que trajo de la mano Lim y Murthy para apostar por los jovenes, comenzó a tener minutos, pero ha sido este año con Gracia que el extremo parecía que se iba a hacer con la titularidad. Pero tras tres jornadas el panorama parece incierto y peligroso con un jugador que pese a su aire tranquilo esconde un carácter que habrá que domar (recordemos que fue expulsado en el Metropolitano y en el Alfredo di Stéfano, quizás los dos grandes campos donde ha jugado hasta ahora).

En la segunda jornada ante el Celta estrenaba segunda titularidad consecutiva en liga, parecía que todo iba normal, pero una falta a favor del cuadro che al borde del descanso provocó el enfado del joven jugador ya que no le dejaron tirarlo. Su desaire y sus posteriores y contínuos reproches le costaron la reprimenda de Javi Gracia que además se encontró con una no muy buena recepción por parte del jugador, lo que le valió para quedarse en el banco en la segunda parte como toque de atención y para dejar clara la jerarquía en el vestuario.

Pero en la tercera jornada en casa ante el Huesca tampoco salió de titular lo que empieza a indicar que no parece haber cambiado mucho la actitud del recordemos mejor jugador del mundial sub 20 de Polonia en 2019. Hoy juega el Valencia un partido muy complicado en el Reale Arena ante una Real Sociedad en forma y necesita de todos sus efectivos, y si Kang In Lee no es hoy de la partida puede que comience ya a estar sentenciado de los planes de Javi Gracia y vuelva a ser otro año perdido para un jugador que necesita ya de unos minutos para su progresión si quiere formar parte de la élite del fútbol.

Nuevo dibujo nueva ilusión

El Barcelona debutó anoche en la Liga y lo hizo con una victoria contundente y convincente y con un cambio de dibujo que probablemente subsane la carencia de este equipo desde hace años, la transición defensiva. El Barcelona antes vivía de un ataque devastador con Mess, Neymar y Suárez, pero desde la marcha del brasileño no se ha dado con la tecla y se ha mantenido el mismo dibujo siendo cada vez menos contundentes arriba, y siendo igual de vulnerables atrás, por lo que Koeman ha optado por un variante que tiene mucho sentido y que además favorece los intereses de sus dos novedades, Ansu Fti y Coutinho que realizó un gran partido desde su posición por delante de lo volantes.

El nuevo esquema 4-2-3-1 es perfecto para el equipo y quizás el único que todavía no ha encontrado su sitio es un Griezmann que continúa siendo la sombra del futbolista que fue. Pero tampoco e un problema serio para los blaugranas ya que todavía deben contratar a un 9 en el mercado de garantías que dejará en la banda derecha a Messi y con toda probabilidad mande al francés al banquillo. Pero la temporada es larga y lo bueno de del Macon es que puede jugar en todas las posiciones del ataque por lo que podrá disponer de muchos minutos y si alcanza su nivel ser un titular fijo junto a Fati y Messi que hoy por hoy son los inamovibles.

Otro también que parece que en su nueva posición es donde mejor rinde es un De Jong ya liberado y con campo por delante para demostrar el despliegue físico que tiene. Ayer su pareja de baile fue un Busquets que ya es una sombra del jugador que fue, pero en principio el titular será un Pjanic que formará un gran doble pivote para tratar de que el equipo no se parta con tanto jugador de ataque. La defensa no presentaba ninguna modificación, pero Sergi Roberto dejó claro que como lateral cumple pero que es necesario un jugador puro de banda, Dest parece que es el elegido y en las próximas horas será oficial, pero un lateral de 19 años sin mucho recorrido en Europa quizás no es la mejor de las apuestas para un puesto que desde que Dani Alves lo abandonara no ha vuelto a tener un dueño claro ni fiable.