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Demasiada Premier

Hoy es el primer día oficial de ser agente libre par muchos futbolistas en el mercado y con más de un mes por delante para el inicio de las grandes ligas, la Premier League se ha movido por encima de todos y con mayor rapidez que nunca. Tanto Liverpool como Manchester City han sido los grandes agitadores del mercado hasta el momento, con la contratación de los dos mejores 9 que había en el mercado por calidad/precio/edad salvando a Mbappé. Tanto Haaland como Darwin prometen una pelea intensa por el pichichi de la Premier ya hacer aspirar a sus equipos a todos los títulos posibles. Pero no son los únicos, el Tottenham de Conte ha hecho oficial la contratación de Richarlison, un fichaje de perfil un poc más bajo que estos dos últimos pero que va a conformar junto con Son y Kane uno de las mejores delanteras de Europa en la vuelta del equipo londinense a la Champions League. El Arsenal por su parte también se ha reforzado con un Gabriel Jesús que se había quedado sin hueco con las llegadas de Haaland y Julián Álvarez y Vitinha del Oporto para intentar recomponerse del varapalo de haberse quedado fuera de la Champions en los últimos dos partidos de Premier después de haberla tenido medio atada. Pero no sólo el big six se ha reforzado, el Aston Villa ha comprdo en propiedad a Coutinho tras su buen rendimiento tras su cesión desde navidad, y además ha robado en el último momento a la promesa francesa Kamara cuando parecía que lo tenía todo atado con el Atlético de Madrid. El West Ham y el Newcastle también están haciendo refuerzos estratégicos y eso que queda todavía todo lo gordo del mercado con los agentes libres ya con capacidad de firmar con cualquier equipo que le ofrezca esa prima jugosa que todos están esperando/negociando.

Mención especial merece el el Chelsea, que ya con nuevo dueño oficial parece que se va a lanzar al mercado a reforzar un equipo ya de por si temible con refuerzos de mucho nivel, se habla de Koundé y De Light para la defensa, y de Neymar y Cristiano Ronaldo para reforzar una delantera que sigue siendo el punto negro de este equipo pese al desembolse del año pasado en Lukaku que ya ha puesto rumbo al Inter como cedido tras sólo un año en su tercer regreso al club londinense. Seguro que los del sur de Londres será uno de los grandes agitadores del mercado una vez que el fondo estadounidense ya se ha asentado en la directiva y querrá hacerse notar a su llegada y llevar al Chelsea de nuevo a lo más alto (recordemos que sólo hace un año ya ganó la segunda Champions de su historia).

La única incógnita que me queda es el Manchester United. Un club con gran músculo financiero pero que está fracasando verano tras verano sobrepagando jugadores mediocres merced a su necesidad de recuperar terreno con los grandes. Este verano parece que el proyecto está más asentado, con un Ten Hag que ha devuelto la ilusión al proyecto mancuniano que recordemos este año no disputará la Champions y que quiere volver a reinar en una Premier que desde comienzos del siglo XXI era prácticamente su torneo y que llevan ya casi una década sin ganar.

Nadie quiere a Neymar

No es ningún secreto que la carrera de Neymar finalmente se puede calificar de fracaso. Es cierto que ha tenido logros, Champions incluida, que ha sido uno de los jugadores de más calidad de su generación, pero que a la hora de la verdad no ha podido liderar ningún proyecto como estrella principal. Su personaje público, más centrado en contratos de publicidad que en entrenar y cuidar su cuerpo para el deporte de élite, ha devorado al futbolista. Un jugador que prometía marcar una generación, dominar en el equipo que estuviese y ser un constante ganador del balón de oro. Pero muchos años después de su aterrizaje en Europa (allá por el lejano verano de 2013) el bagaje que queda del brasileño es de una carrera que ha dado más que hablar por lo extradeportivo que por cualquier conquista o éxito dentro del verde.

Su fichaje por el PSG sigue siendo a día de hoy el fichaje más caro del fútbol, pero 6 temporadas después y con una renovación mediante, el equipo parisino desea deshacerse de un jugador que no ha sido capaz de liderar el ambicioso proyecto del fondo qatarí que compró el equipo capitalino. Su alto sueldo es el principal problema para poder vender a un jugador que ha sido detectado como el agujero negro de un equipo que siempre ha contado con mucho nombre pero que nunca ha sido considerado como equipo. La llegada de Antero Henrique y Luis Campos al frente de la dirección deportiva del equipo ha detectado el principal mal del equipo, y han determinado que Neymar es un jugador prescindible par un proyecto al que sólo le vale ya conquistar una Champions League que año tras año se le ha escapado con un estrepitoso fracaso (salvo el año de la pandemia donde la perdió en la final ante el Bayern).

Con esta venta además es importante ver en qué equipo acaba el brasileño, ya que las aspiraciones del equipo marcarán el final de una carrera que en cuanto a títulos colectivos ha sido fructífera, pero que ni de lejos ha llegado a las expectativas despertadas por un jugador que ya con 16 años maravillaba en el campeonato brasileño y que hizo que todos los equipos de Europa se pelearan por la mayor promesa que había en el panorama internacional.

Han vuelto

11 largos años alejado de la élite del fútbol ha estado un histórico como el AC Milán. Un club devorado por el fin de la época Berlusconi y que tras varios años sin rumbo, apostó por Maldini como directo deportivo para enderezar el rumbo de un trasatlántico dormido que todavía está lejos de la gran élite europea (como todo el fútbol italiano) pero que ayer dio un gran paso adelante en su largo pero interesante proceso de reconstrucción. Un equipo muy joven, con un proyecto interesante (pese a la marcha de Franck Kessié al Barcelona) y que debe mantener este verano y frenar la posible fuga de talento del equipo, y reforzar las posiciones más débiles del equipo.

Mucho mérito también par su técnico Pioli, que ha dado muchos galones a gente joven, y ha desplegado un fútbol muy interesante desde su llegada y que ya el año pasado estuvo cerca de ganar esta serie A que este años si que no se le ha escapado. Un Milán que comenzó junto con un Nápoles intratable liderando el campeonato y que pese a ser líder en solitario varias jornadas vio como el Inter en una gran racha le arrebató la primera plaza. Pero un final de campeonato muy irregular de los nerazzurri, con derrotas inesperadas entregó en bandeja el título a unos rossoneri que no fallaron en las últimas fechas.

Queda por ver si el equipo mantendrá a Rafael Leao, la gran sensación del camponato, y junto a Theo, Saelemerkens, Tonalli y Mignan mantener el núcleo de un equipo que se ha beneficiado mucho del carácter ganador de un Ibra, que este año con muchos problemas físicos no ha podido participar mucho. La aportación de Giroud también ha sido determinante (en especial su doblete en el derbi della madoninna) para devolver la gloria a un club que nunca debió dejar la élite y que ahora debe volver a asentarse entre los más grandes.

La mayor publicidad del mundo

Ayer en el Etihad Stadium de Manchester se jugaba gran parte de la Premier League de este año, primero contras segundo con un punto de diferencia entre ambos, City contra Liverpool, Guardiola contra Kloop, fútbol control contra fútbol directo. Se vendía como casi todo en esta Premier como el mejor partido del año, y nada más lejos de la realidad.

El partido estuvo entretenido, con momentos de ida y vuelta, muy igualado, aunque con el City algo superior a su rival en el cómputo global de los 90 minutos. Pero por muchos alicientes, por mucho que nos quieran vender que la Premier League es el hogar de los mejores difiero y mucho ante esa afirmación, prácticamente me atrevería a decir que salvo 2 jugadores entre ambos equipos jugarían en Real Madrid o Barcelona actualmente.

La Premier siempre se ha caracterizado por sobrepagar fichajes medios y darles un bombo sobremedida, y más después de su último supercontrato televisivo donde es imposible competir contra ellos y lo contratos que ofrecen (sin hablar de los clubes estado o magnates que han copado los grandes clubes en estos últimos tiempos. Por mucho que quieran hacernos creer que es la mejor liga del mundo, su publicidad se desmorona cuando de verdad ves la calidad de los jugadores durante un partido y cuando se enfrentan a equipos fuertes de fuera de las islas.

Desastre Olímpico

Todo era felicidad cuando Pellegrini anotaba el tercer gol de la Roma de una falta magistral en el minuto 60 de la segunda parte. El 3-1 que ondeaba por el Olímpico y las pésimas sensaciones de la Juventus durante todo el partido hacían pensar que la Roma por fin iba a ganar a uno de los grandes, iba a cerrar su minicrisis particular (con la de ayer suma 1 punto en 3 jornadas) y que volvía a encaramarse a los puestos altos de la tabla.

Nada más lejos de la realidad. Un auténtico desvanecimiento del equipo que dejó helado al Olímpico y con una cara de máxima perplejidad a un Mourinho que está muy lejos de volver a ser el entrenador determinante que otrora fue, y que está viviendo una etapa sin éxito en la Roma pese a la ilusión inicial de los tiffosi romanos. Un partido que refleja la temporada del equipo giallorosi, mucha ilusión de inicio y máxima decepción al final.

La Juventus, sin jugar un gran partido, y sin un arreón épico ni nada por el estilo remontó un partido que tenía más que pedido. La Roma se deshizo como un auténtico flan y en sólo siete minutos dio la vuelta total al marcador. Incluso De Light cometió un penalti que supuso su expulsión (se perderá la Supercopa contra el Inter) y que Scezny detuvo a Pellegrini, que lo tiró fatal y pifió el rechace franco del balón. Un cúmulo de desgracias que convirtieron el Olímpico en un funeral tras haber estado de auténtica fiesta apenas unos minutos antes.

La eterna rueda

Las incendiarias declaraciones de Romelu Lukaku en Sky Sport Italia, en las que afirmaba para sorpresa de todos que quería volver al Inter, que no entendía su situación actual en el Chelsea, han provocado un cisma en el cuadro londinense, actual campeón de la Champions. Para cortar de raíz el problema que se avecina Tüchel optó por no convocarle para el importantísimo partido de ayer ante el Liverpool, y se emplazaba a una reunión esta mañana a las 11 para valorar la situación y el futuro del delantero belga. No quería precipitarse con la decisión final, y quería leer bien las declaraciones antes de tomar una decisión definitiva junto a los directivos del club blue.

Es ya la segunda vez que el Chelsea apuesta por Lukaku, tras su fichaje del Anderlecht cuando debutó con tan solo 16 años. Su complexión y estilo de juego le asemejaban al relevo natural de la estrella del Chelsea de aquel momento, Didier Drogba, pero en el Chelsea jamás tuvo grandes oportunidades ni las explotó. Sus cesiones al West Bromwich primero y posteriormente al Everton le dieron sus primeras oportunidades serias en la Premier, y el club de Liverpool lo acabó fichando definitivamente. Allí vivió grandes años que lo llevaron a firmar por más de 80 millones por el Manchester United, donde sólo aguantó un año con José Mourinho, el técnico que no le dio las oportunidades en su primer año en el Chelsea.

Volvió a tener que salir de un grande de la Premier por la puerta de atrás, y acabó recalando en el Inter de Milán, en el que, tras dos temporadas y un scudetto conseguido, los problemas económicos de la entidad le obligaron a hacer las maletas rumbo al Chelsea, para esta vez si asentarse como el 9 del equipo blue, apuntalando la única zona débil de un equipo que terminó la temporada pasada como inexpugnable. Pero tras un inicio de temporada esperanzador, la situación de Lukaku vuelve a ser la misma de siempre, no goza de la entera confianza del entrenador, que no le ve acomodo en su equipo, y que por lo que parece y a tenor de las medidas tomadas le hace tener de nuevo las horas contadas al belga. Y ahora a volver a empezar la rueda con el delantero.

El mejor homenaje posible al 10

El Nápoles consiguió mantener su pleno de victorias intacto ante un correoso Torino que ha visto en las dos últimas jornadas como compitió bien ante Juventus y Nápoles y se ha ido con el casillero de puntos vacío merced a goles en los últimos instantes. Los de Spalleti por su parte mantienen su paso firme en este inicio de Serie A gracias en gran parte al estado de forma de su delantero Osimhen, que por fin ha explotado en el conjunto partenopeo, tras la fuerte inversión realizada hace dos años por de Laurentis, que no suele realizar este tipo de inversiones multimillonarias, pero que empieza a ver cómo se va amortizando lo pagado al Lille por este delantero. Las sensaciones del equipo son muy buenas, ya ha ganado a la Juventus en esta Serie A y la próxima jornada va a casa de la Roma. Sus ocho jornadas contadas todas por victorias, unidas al mal comienzo de la Juventus de Allegri que se sitúa ahora a diez puntos, hacen soñar al equipo del sur de Italia con repetir la hazaña que sólo consiguió un tal Diego Armando Maradona con esa camiseta que es la de alzarse con el título de liga. El mejor homenaje al ídolo tras lo traumático que fue la muerte para la ciudad del Vesubio. De momento todo ha comenzado de la mejor manera posible, pero este equipo es famoso por se autodestructivo y no afrontar bien los momentos de máxima tensión ni gestionar bien la presión, le ocurrió el año pasado cuando se quedó sin entrar en Champions tras empatar en la última jornada un partido fácil, dando su cuarta plaza a la Juventus. Habrá que ver si Spalleti da con la tecla y este año son capaces de aguantar a sus perseguidores.

Esto ya no es futbol

La confirmación de la compra del Newcastle de manera oficial tras la aprobación por parte de la Premier ha confirmado la horrorosa tendencia hacia la que está virando el futbol en estos último tiempos. La conversión del deporte con más aficionados del mundo en un negocio que lucre a unos avispados y deje en la estacada a los principales protagonistas que sustentan el circo que son los aficionados. La preocupación por la falta de interés en el público más joven por el futbol es uno de las grandes preocupaciones de todos los directivos y sponsors, que piensan que lo que hay que dar son más partidos y más espectáculo pensando en beneficios económicos sin tener en cuenta la salud de los futbolistas ni los horarios de los partidos, más pensados para el público extranjero que para los propios aficionados del equipo.

Con el Covid se ha visto que salvo los equipos sustentados por fortunas-estado, han sufrido lo indecible, han tenido que hacer malabares para cuadrar cuentas (en el mejor de los casos) o incluso cerrar ejercicios con pérdidas muy elevadas y ampliaciones de capital para poder afrontar de manera competitivo los siguientes años. Los modelos de fair play que no se respetan por este tipo de equipos-estado gobernados por fortunas inacabables, que verano tras verano revientan el mercado y que han convertido a los jugadores en sobre pagados en muchos casos que han provocado que vivan en una burbuja actualmente insostenible, y que convierten a los jugadores libres sin contrato en una subasta grotesca entre las grandes fortunas del mercado inflando salarios y a través de comisiones sangrantes consiguen la ansiada firma de jugadores mediocres con sueldos de super estrellas. Hasta que no se controle esto de alguna manera el fútbol cada vez será menos interesante.

Dominio a la alemana

Hace ya años se acuñó por parte de Lieneker la famosa frase de que el fútbol es un deporte de once contra once en el que siempre gana Alemania, algo que se extendió y se hizo real con la soberanía del Bayern y los resultados en Mundiales y Eurocopas por parte de la Mannschaft. Tiempo después Alemania ya no gobierna con sus futbolistas el fútbol con mano de acero como antaño, aunque hay que decir que ganaron el penúltimo Mundial disputado en Brasil. Pero donde ahora han vuelto a dar un paso adelante clarísimo es en los banquillos. Son los más aventajados a día de hoy y en Europa los grandes clubes ya se han dado cuenta de ello. Los banquillos más poderosos han optado por dar la dirección de sus equipos a los entrenadores formados en la escuela alemana dado su superioridad a día de hoy.

La lista se convierte en interminable con los Nagelsmann, Tüchel, Klopp, Flick e incluso Joackim Löw. Entrenadores que adía de hoy son muy superiores al resto y exprimen al máximo plantillas con buenos jugadores pero muy alejadas de las superestrellas que acapararon durante años Madrid y Barcelona y que hicieron dominar con mano de hierro la Champions League al fútbol español. El precursor y formador de esta escuela de jóvenes talentos alemanes es Ralf Rangnick, un entrenador semi desconocido para el espectador no alemán, ya que ha entrenado en su país a equipos no punteros, llevándoles a grandes rendimientos y que instauró una escuela de presión alta, intensidad máxima y juego rápido por bandas que exprimen al máximo todos sus alumnos ahora mismo. Ahora mismo están un paso por encima de todos sus rivales, dando gran ventaja sobre sus rivales y con el colofón de campeón de la Champions para Tüchel que cogió un equipo que con Lampard estaba desahuciado, y que acabó siendo el mejor equipo del año.

El precio de encerrar estrellas

Tras el derbi del norte de Londres de este domingo con victoria aplastante por parte del Arsenal, se pudo sacar una conclusión que más de un mandatario debería de tener en cuenta, y es que retener a una estrella a disgusto en tu equipo no es el mejor de los caminos. Se vio claramente con Harry Kane, tras su frustrado fichaje por el Manchester City, ha empezado la temporada siendo una sombra de sí mismo. Ni un solo gol en su casillero, sin participar prácticamente de la buena racha de tres victorias con las que comenzó el equipo la Premier League, e igual de discreto en las tres derrotas consecutivas en sendos derbis de Londres, ante Chelsea, Crystal Palace y Arsenal. Un bagaje muy preocupante para un equipo que siempre se ha caracterizado por no agitar mucho el mercado e intentar retener a sus estrellas a toda costa.

Pero esta vez, el dueño Levy se ha impuesto y no ha cedido a las ofertas provenientes del Etihad Stadium, y el resultado es un jugador fantasma, con el cuerpo en el campo per la mente ausente, que anímicamente se le ve en la cara que no está para competir ahora mismo y que se va a devaluar de manera dramática durante esta temporada, a menos que cambie mucho la cosa. Es una lástima, pero el Tottenham está en su pleno derecho de no querer vender a un jugador que firmó un contrato largo con el club de sus amores, del que es canterano, y del que tras muchos años sin ganar absolutamente nada (aunque disputó una final de la Champions) se ha cansado y quiere engrosar su palmarés. Pero Levy le ha cerrado la puerta y su rendimiento es más que probable que se resienta, hay jugadores que tienen que salir en el momento adecuado o sino ya es demasiado tarde.