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«Fichajes de selecciones»

Con la confirmación por parte de Brahim Díaz para jugar con Marruecos tras haber debutado con España acrecienta la sensación de mafia que comienza a haber en las federaciones para «fichar» jugadores para su país. No es la primera vez que Marruecos hace esta jugada, con Munir lo hizo igual, y todo para no acabar llevándole al mundial de Qatar finalmente. Iñaki Williams es otro caso de esos fichajes de federaciones que cada vez restan más valor a las nacionalizaciones y quitan emoción a las mismas. Con Ansu Fati ocurrió lo mismo, con España, Portugal y Guinea-Bissau peleando para poder llevarse el si del jugador a la llamada de su selección. Es algo que la FIFA está permitiendo cada vez más, con leyes que permiten cada vez más esto y que hacen que el sentimiento de patriotismo y la competición entre naciones se esté «mercenarizando» con todo lo malo que ello conlleva, a parte del ridículo de ver a jugadores representando a países por los que no sienten ni siquiera casi han llegado a visitar.

Hay que dar un giro de tuerca a este asunto, no se puede permitir casos así de carreras de fondo para ofrecer llamadas prematuras a jugadores jóvenes para atarlos a selecciones que jamás han mostrado interés por ellos hasta su explosión. Lamine Yamal es otro de los casos más recientes que han surgido. Hay que tener en cuenta que ya la globalización no es la misma que hace años, correcto y lo comparto, pero no puede ser estas batallas por «fichar» jugadores por parte de selecciones, con «favores» incluso del estado para esa nacionalización, como ocurrió con Fati por el que se batieron todos los récords de tiempos de concesión de los papeles de la nacionalización.

Esta tendencia debe comenzar a cambiar, representar a tu país es un honor, sea cual sea el nivel de la selección, y los fichajes off the record que se están realizando están quitando lo bonito que es el fútbol de selecciones, y la trascendencia que tiene detrás. Hay que meter mano a esto porque además de ser ilícito, es algo que deja en mal lugar a la FIFA por permitirlo. Si se quiere representar a una selección por la que no has participado y no ha tenido nada que ver nunca, se deberían cumplir unos requisitos mínimos, para que si se toma esa elección sea con consecuencias, no elegir una selección porque a la que quiero ir no me llaman o no es seguro que lo hagan.

Qatar huele mal

Ya tenemos finalistas para el controvertido mundial de Qatar, y pese a que las dos eran las favoritas desde el principio del Mundial, el cómo han llegado deja mucho rastro de sospecha. El lado de Argentina, que ha recibido a favor un penalti en cada partido disputado del torneo (salvo el de México), siendo varios de ellos muy controvertidos, como los de Polonia o Croacia. Una ayuda innecesaria para un equipo que pese a llegar en un estado de forma espectacular (se quedó a un partido de Italia de igualar el record de partidos invicto) perdió su primer partido y vio, al final de la primera parte con empate ante México peligrar de verdad su participación en el Mundial. Pero las ligeras ayudas, unidas a una gran versión de Messi, con ya pinceladas debido a su edad, han aupado a los de Scaloni a su sexta final del gran torneo.

Francia por su parte también llegaba como máxima favorita, por plantilla y por ser la actual campeona, nadie se acerca al potencial línea por línea de los franceses. Y eso que no han podido contar en esta ocasión con Pogba, Kanté o Benzema, y se han sobrepuesto a la grave lesión en el primer partido de Lucas Hernández. Pero anoche, en la segunda semifinal, una controvertida jugada pudo cambiar el destino del combinado galo. Un penalti flagrante no pitado a favor de Marruecos pudo cambiar el partido totalmente. Pero no solo eso, sino que en los cuartos ante Inglaterra tuvo dos penaltis en contra, pero ambos tuvieron que ser revisados por el VAR, ninguno fue pitado de primeras pro el árbitro en directo.

Cabe destacar que las dos estrellas de ambas selecciones son Mbappé y Messi, estrella del PSG, propiedad del estado de Qatar, donde se celebra este torneo. Deja muchas dudas toda la gestión y desarrollo de un Mundial que nunca debió celebrarse en ese país, que nunca debió celebrarse fuera de la fecha veraniega, y que ha dejado más sombras que luces. Aunque la final sea la soñada por todos, el aroma extraño de cada cruce ha sido más que evidente.

Serbiagate

Espectacular desenlace del partido de clasificación para el Mundial el disputado entre Portugal y Serbia. Un grupo donde sólo ha habido dos competidores, y que ha acabado calcificando a los balcánicos ante una Portugal que prometía más, y que naufragó en casa pese a ponerse por delante en el marcador. Y no pudieron empezar mejor las cosas con un gol de Renato Sanches antes del primer minuto. Portugal, a la que le valía con el empate, se adelantaba en casa en el partido definitivo para la clasificación de Qatar. Y los siguientes minutos fueron claramente portugueses, con una Serbia acusando el mazazo del gol. Pero tras el primer cuarto de hora todo cambió. Cogió las riendas del partido Dusan Tadic, ese jugador que en algunos partidos parece balón de oro y en otros ni participar en el mismo, y tras unos buenos minutos empató el partido merced a un desvío en un defensa.

A partir de ahí y tras el descanso el miedo se apoderó del estado da Luz y de los jugadores portugueses, con más temor a la eliminación que valor para tomar de nuevo la iniciativa del partido. Cristiano Ronaldo pasó desapercibido durante todo el encuentro, y no recibió ningún balón en condiciones. Por su parte Serbia, que ha realizado una clasificación excelsa, ratificó en los últimos instantes lo que era ya palpable. Se avecinaba gol y Mitrovic, tras un error grosero de marcas de la zaga lusa, puso por delante a Serbia y daba la vuelta al partido y a la clasificación, dejando muy tocada a Portugal y con la necesidad de ir a la repesca para que Cristiano afronte el que puede que sea su último Mundial, en caso de clasificarse claro.

Una broma de mal gusto

No contenta la UEFA de Ceferin con inventarse un absurdo torneo nuevo para ingresar más aún sus arcas, nos somete a un esperpento arbitral que pone en entredicho tanto la designación del árbitro (muy cuestionado por el propio organigrama de árbitros tras su actuación en el Suecia-España) como el propio torneo en sí. Y no sólo por el segundo gol de Mbappé, por mucho que intenten justificarlo con la nueva norma no tiene justificación, sino porque ya en la primera parte se tragaron un penalti claro de Koundé por mano. Y ahora tampoco España se puede quejar demasiado ya que en Noviembre tiene los últimos partidos decisivos para la clasificación para el Mundial de Qatar (del que tampoco merece ya la pena hablar de esa designación) y la vengativa en forma de arbitrajes puede dejar al combinado fuera de este evento.

Lejos además de admitir el error, la justificación es un absurdo, escudándose en un vacío de una norma que claramente en este caso no puede aplicarse. La afirmación de que Eric García trata de jugar el balón es tan ridícula como tratar de admitir que Mbappé no hace por jugar el balón en la acción, de hecho hasta el propio delantero hasta en dos ocasiones antes marcar mira incrédulo al linier. Si es posible que esto pase en una final no quiero ni pensar qué mas acciones de este estilo se han podido dar en partidos menos trascendentales. Una auténtica vergüenza que un deporte tan simple con el fútbol se esté convirtiendo en un laberinto de normas e interpretaciones que alejan cada vez más la esencia de este maravilloso deporte para convertirlo en ese negocio que quieren alguno y alejarlo de los que de verdad amamos este espectáculo.

A esperar el tropiezo

España juega hoy en Kósovo un partido muy importante para su clasificación para el Mundial de Qatar de 2022, pero con los ojos puestos en Atenas en el decisivo Grecia-Suecia que puede dictaminar el futuro primer puesto del grupo. Con dos partidos más que los suecos y con sólo un punto más que ellos, España espera el tropiezo nórdico en tierras helenas para poder asestar el golpe definitivo cuando los escandinavos tengan que jugar el partido ante España.

Visto los participantes del grupo y su nivel, el partido más peligroso para los suecos es este ante Grecia, fuera de casa, y con una Grecia con posibilidades de alcanzar la segunda plaza todavía. No está ni cerca de ser como aquel combinado que en 2004 se alzó con la Eurocopa en Portugal, pero siempre es peligrosa en su estadio y seguro que venderá cara una derrota que puede ser decisiva para el grupo. Si Suecia gana esta noche, España no dependerá de sí misma para ser primera lo que la llevaría a una repesca a vida o muerte.

Ahí se abre la vía Nations League también, ese torneucho que se han inventado para cargar más aún un calendario ya de por si atestado de partidos que tiene a todos los futbolistas al límite de sus fuerzas, y eso que se han jugado sólo tres jornadas de los campeonatos domésticos. Pero si España gana ese paripé también accederá directamente al mundial sin necesidad de repesca, pero visto cómo ha ido esta fase de clasificación pensar en ganarlo es una quimera ante selecciones más poderosas aún. Lo único seguro es que si Suecia no gana alguno de sus dos partidos de ventaja ante España hará que la Roja vuelva a depender de sí misma.

La clave fue Di María

Por fin más de 25 años después Argentina volvió a ganar un título. Fue la Copa América tras tres decepciones en forma de Final perdida mediante y con la Final del Mundial de Brasil también contada como derrota. Muchos palos y muchas decepciones para una de las grandes generaciones del fútbol argentino. Pero si había alguna similitud antes de esta final era con la del Mundial, Argentina llegaba tras unos penaltis en semifinales, como en 2014, la final era en Brasil, como en 2014, y no partían como favoritos. Pero la diferencia fue que el jugador clave de la selección (obviando la importancia de Messi claro está) es Di María, que no pudo disputar la Final por lesión y que hubiera cambiado seguramente el sino de esa final en la que recordemos Argentina fue muy superior a Alemania.

Di María es un jugador difícil de comparar, es técnico, rápido, habilidoso, y trabajador. Da todo lo que necesita al equipo, recuperaciones en fases defensivas, rapidez y verticalidad para salir a la contra, y aparece también en los metros finales para anotar, como en el caso de esta final que anotó un gol de clase pura. Pero el trabajo que hizo, cubriendo todas los huecos que deja defensivamente Messi y la energía que aportó le convirtieron automáticamente en el jugador fundamental del partido, por encima incluso de Messi. Y nos hizo recordar que quizás con él en el campo Argentina a lo mejor tendría la tercera estrella en el pecho.

Se repite la vergüenza

Inglaterra alcanzó por primera vez en su historia la final de una Eurocopa con una gran polémica debido a un penalti inexistente, corroborado por el VAR, que no avisó de nueva revisión al árbitro de manera incomprensible, dejando a Dinamarca, que plantó cara con mucho mérito, con un palmo de narices. Con esta decisión, unida a la de dejar las semifinales y final en Wembley pese a la variante Delta del Covid, algo inexplicable, la UEFA vuelve a mancharse su nombre de nuevo, dejando mucha sospechas de intentar que el anfitrión llegue a «su» final. Todo parece premeditado para que Inglaterra, tras el rechazo y la obligada firma anti SuperLiga obligada por la Premier, tenga facilidades de ganar un torneo dl que ni siquiera había llegado a la final jamás.

No quiero ser mal pensado, pero el espectáculo de ayer fue bochornoso, cuando el VAR había funcionado a la perfección sin una sola pega en todo el campeonato. Pero esta decisión recuerda inevitablemente al único Mundial ganado por los tres leones, donde un gol fantasma inexistente en la final, dio el triunfo sobre Alemania. Una historia bochornosa que parece repetirse, con la similitud de que el partido de la polémica se juega en suelo británico y la ayuda arbitral evidente. Este error va a dejar manchada una actuación soberbia del VAR (salvo quizás el penalti señalado a favor de Mbappé ante Portugal), y pone en entredicho a la UEFA. Deja claro que sólo quieren audiencias y no priman el esfuerzo y el espectáculo, algo que va en contra del espíritu de este deporte.

Una Italia muy peligrosa

Enfrentarse a la selección italiana siempre es complicado, incluso en un amistoso, por lo que en una semifinal de una Eurocopa es mucho peor. Además llega con un equipo coral, practicando un fútbol muy bueno en lo colectivo, y sin ninguna super estrella, todos fajadores del balón, por lo que se antoja incluso más peligrosa que de costumbre. La baja de Spinazzola les hará bastante daño sin duda, pero Mancini tiene fondo de armario muy competente. El técnico transalpino, olvidado tras su marcha del Manchester City, ha rescatado a una selección que recordemos no se clasificó para el último Mundial tras perder en las eliminatorias ante Suecia. Y ahora es favorita a la Eurocopa con un lavado de cara importante. Pero si algo no cambia es la pareja de centrales, Chielini-Bonucci siguen demostrando que son una de las parejas de centrales más sólidas del mundo, y están haciendo que Italia atrás sea un auténtico muro y que no haya ido por detrás en el marcador en ningún partido, algo clave para el juego de este equipo. Quizás su único debe en este campeonato haya sido la falta de puntería de cara a gol, donde Inmobile e Insigne están haciendo buen trabajo de equipo, pero les está faltando contundencia, algo que contra Austria casi les sale caro. Aún así discutirán a España la posesión pero sin muchos problemas cuando no la tengan, saben que España es muy vulnerable corriendo hacia atrás, y su sistema de tres centrales y dos carrileros les suele dar superioridad en ambas parcelas del campo. Va a ser un duelo muy bonito, tras la Final de la Euro de 2012, donde España aplastó a una selección Italiana que no fue contrincante en aquel partido. Y aunque no hay aroma a vendetta, los italianos (que por algo inventaron la palabra) no olvidan y saldrán a competir como siempre, es decir como los mejores en lo suyo.

Lista Infame

Luis Enrique ha dado el nombre de los 24 seleccionados que representarán a España en la Eurocopa. Y no ha estado exenta de polémica debido al gran número de grandes jugadores que han quedado fuera incomprensiblemente. Lejos de ser de vestir algún color, es absurdo que se deje sin convocar en la lista a jugadores que han cuajado una temporada excepcional y tienen mucho más nivel que los propios convocados. Es absurdo que España con el déficit que tiene de talento ahora mismo deje fuera de la lista a Iago Aspas, que lleve a Diego Llorente cuajando una temporada mediocre o Eric García (que no disputa ningún partido en el Manchester City) en detrimento de Nacho o un Mario Hermoso a un nivel espectacular. Pero lo más doloroso son las declaraciones del propio Luis Enrique confirmando a Maros Llorente, el mediocentro más en forma del fútbol español, como lateral derecho aludiendo problemas en el lateral, dejando sin convocar a Jesús Navas, tras una temporada pletórica y llevando a Sarabia en el puesto de Llorente.

Ha apostado además por un núcleo joven, poco experimentado, sin el capitán de este grupo, al que quizás y aunque sea doloroso no llegaba preparado para esta Eurocopa con tantos problemas físicos, y creo que el batacazo del grupo va a ser gordo. No veo a ningún líder fuerte en el equipo, con un portero frágil todavía, una defensa en cuadro con los mejores centrales disponibles no seleccionados, y una delantera que no produce ningún tipo de ilusión. Hay talento joven, Fabián, Pedri, Ferrán o Dani Olmo son la poca esperanza de esta selección en la que Luis Enrique ha innovado más de la cuenta cuando ya no hay tiempo para experimentos, y lo va a pagar. La fórmula de adaptación y transición es con jóvenes con talento y veteranos curtidos que responden en los momentos calientes, y este segundo grupo es inexistente en el equipo. Espero equivocarme y que los menos habituales den un paso adelante en el equipo, pero lo cierto es que si ya no estábamos de primeras, ahora estamos más lejos que nunca de estar entre las favoritas del torneo.

Historia tras el himno

El 8 de Julio de 1990 se disputó la final del Mundial de Italia en el estadio Olímpico en Roma. El partido enfrentaba a Alemania Federal con Argentina en la reedición de la final del Mundial anterior en México donde los argentinos se impusieron por tres goles a dos. Esta vez la historia sería distinta ya que serían los alemanes los que se impondrían por un tanto a cero. Pero pese a significar el tercer mundial para la mannschaft, la final sería recordado por el incidente durante los himnos con Maradona de máximo protagonista.

Para ponernos en antecedentes, las semifinales para Argentina habían sido ante la anfitriona Italia, en Nápoles para más inri. Allí venció la albiceleste en los penaltis en un estadio dividido entre los napolitanos que apoyaban a Maradona y los italianos que iban con la azzurra. Tras el partido Maradona, que anotó uno de los penaltis en la tanda, se convirtió en el enemigo número uno para toda Italia. De ahí que en la Final, con el estadio lleno de italianos locales, fuera silbado y abucheado todo el himno de Argentina.

Como consecuencia de aquello, y con las cámaras grabando como suele ser habitual uno a uno a los componentes del combinado nacional, al llegar a Maradona que era el último integrante al ser el capitán, se le vio exaltado y lanzando todo tipo de improperios hacia todo el público de manera muy vehemente. Una imagen icónica y bochornosa que escenificó a la perfección el fin del ciclo de Maradona en el país transalpino donde ya no volvió a levantar cabeza y fue más protagonista por los juicios extra deportivos que por pisar el campo donde fue sancionado.