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Los pies en el suelo

España realizó anoche el mejor partido desde la llegada de Luis Enrique al banquillo, lo hizo en el momento adecuado, en el partido más vital, y frente al rival más complicado del grupo, una Alemania que pareció un juguete a manos del combinado español. El partido además se encarrilló muy pronto y pese a que acabó con un sonrojante 6 a 0 pudo ser incluso más abultado, ya que se anuló un más que dudoso gol a Morata y Ferrán, pese a su hat trick tuvo dos mano a mano ante Neuer que no resolvió bien.

Pero el partidazo de ayer no debe hacer olvidar lo irregular que ha sido esta selección durante la clasificación, la derrota ante Ucrania y el empate ante Suiza no deben caer en el olvido, y ni antes éramos tan malos ni ahora somos los favoritos. De hecho esta selección tiene buenos mimbres pero está muy lejos de las grandes favoritas ahora mismo como Francia o Portugal(contra Portugal ya quedó demostrado en el amistoso del anterior parón de selecciones).

Con esto lo que quiero decir es que no debemos caer en la euforia por este partido ya que aunque se jugó muy bien y no hay que quitar ningún mérito a la actuación de ayer, España sigue muy alejada de la regularidad necesaria para los grandes torneos. El debate en la portería sigue ahí, pese que parece que Unai Simón ha dado un salto adelante con las tres titularidades de este parón, y la figura de un nueve fijo goleador. Anoche se aprovechó del momento de racha de Morata, pero hasta el año que viene no se vuelve a concentrar el combinado nacional y habrá que ver el estado de forma de sus delanteros. Es un paso importante si, pero de ahí a sentirnos otra vez favoritos queda mucho recorrido.

Ningún Sentido

En la temporada más atípica y comprimida de la historia, los parones deberían aprovecharse para dar descanso a jugadores, no para acumular más paridos. Pues en este parón para jugar dos partidos de ese esperpento creado por la FIFA llamado Liga de Naciones, se le añade una jornada más de amistosos por si las piernas de los futbolistas no estaban suficientemente cargadas. Las lesiones se están sucediendo en todos los equipos, casi todas musculares por acumulación de partidos y no haber tenido un verano de descanso. Lo peor es que la temporada apenas ha comenzado, y si están ya así los jugadores, se les va a hacer muy larga. Además hay que recordar que este verano hay Eurocopa, que no pudo disputarse el año pasado debido al Coronavirus, con lo que las ligas deben terminar un poco antes de lo habitual para poder hacer las concentraciones previa al torneo. Ningún equipo se está librando de este problema, y pese a la medida de los cinco cambios sigue habiendo muchos jugadores con lesiones o problemas. El caso más evidente ha sido la convocatoria de la selección italiana, donde Roberto Mancini ha convocado a nada menos que 41 futbolistas para conformar su lista para esta ventana. Imagino que pondrá un once diferente en cada partido de esta ventana de futbolistas para tratar de cuidar al máximo a los futbolistas que al final son los que dan ese espectáculo por el que las televisiones pagan. Si las instituciones presionan para que haya más partidos y así sacar más beneficio, cuando los mejores no están sobre el césped el espectáculo se resiente y el interés disminuye, a parte de perderse magia. Es algo que deberían analizar en vez de intentar meter partidos absurdos y sin nada en juego constantemente con calzador a lo largo del calendario.

La dura realidad

España cayó ante Ucrania en un partido que dejó en evidencia todas las evidencias de un conjunto que está muy lejos de competir con las selecciones más importantes ahora mismo y dejó muy claro que el puesto más necesitado ahora mismo es el de delantero centro. Desde que Villa se retiró de la Roja, no ha habido ningún 9 que se haya asentado en el equipo y la falta de gol comienza a ser una rémora muy importante para un conjunto joven que está en plena transición de nombres importantes y que le falta ese hombre gol que desatasque partidos cerrados como el del Martes.

Pero no sólo el puesto de nueve debería de preocupar, la portería es un tema incendiario, con dos porteros que a priori deberían ser un muro, ni Kepa ni De Gea son capaces de revertir las críticas y sus errores de mayor o menor envergadura son una constante casi en cada partido y sigue sin haber uno fijo como titular. Luis Enrique sigue probando a ambos a ver si alguno coge la confianza necesaria para hacerse con el puesto pero ni por esas. Ya ante Ucrania un fallo en cadena de toda la defensa y con De Gea ayudando también acabó en el gol que supuso la derrota del combinado nacional.

En el medio es quizás donde más variantes hay y de más seguridad, en esta última convocatoria las lesiones han privado a cuatro pilares del conjunto de ir a la concentración en las Rozas. Tanto Isco como Fabián, Asensio o Thiago no sólo se prevén como seleccionables sino como titulares en un equipo necesitados de alguien con liderazgo y que asuma algo de riesgos en esos pases entre líneas para ayudar a dar velocidad al ataque y ser más imprevisibles, en vez de tanto toque en paralelo sin peligro alguno como el visto el Martes en Kiev. Queda mucho tiempo y hay tiempo de recuperar a jugadores para la causa como Saúl o Aspas, pero a día de hoy España está muy lejos de las principales selecciones para la Eurocopa.

¿Liga de naciones ahora?

Parece mentira pero tras todo lo que ha costado diputar las fechas para acabar las competiciones de la temporada 2020 se van a jugar hoy incluido partidos que atañen a la liga de naciones, ese torneucho que se ha inventado la UEFA para intentar sacar más dinero aún a costa de las selecciones nacionales y meter más carga de partidos para unos jugadores que hace dos semanas estaban todavía compitiendo por la Champions y la Europa League, con todo el desgaste mental que ello implica.

Pero ya no es sólo por el descanso de los futbolistas internacionales, es ya por el mero hecho de poner en peligro el inicio de las ligas con los desplazamientos y posibles positivos que se puedan dar entre miembros de la expedición nacional, que harán perderse a jugadores importantes el inicio de la liga. No me parece una medida coherente siendo un torneo evitable, tratándose de un Mundial o de una Eurocopa entiendo que se pueda tomar algo más de riesgos, pero para partidos clasificatorios no cabe en ninguna cabeza que se tomen estos riesgos.

Dicho lo cual y con estadios vacío (como es lógico) los partidos van a tener un nivel más bajo del esperado debido a la interrupción de vacaciones de muchos jugadores, caso de internacionales españoles del Madrid, Barcelona, Atlético o Sevilla, que han dispuesto de un par de semanas de vacaciones y ahora afrontan la vuelta al trabajo pero a nivel de selección muchos de ellos. Alemania, el rival de esta noche ante España, sufrirá las consecuencias de la final del Champions ganada por el Bayern, donde muchos integrantes del equipo son internacionales por la mannschaft. En fin todo sea por llenar las arcas y los bolsillos de quien no está interesado por el deporte sino por su comercialización.

Desastre total

Se confirmó el desastre ayer en Croacia de la selección española. En un partido clave para la disputa de la Final Four del primer torneo de Naciones, valí ganar para clasificarse, o incluso empatar siemrpre que Inglaterra no ganara a Croacia en el siguietne partido. Pero salimos del estadio con el rabo entre las piernas tras el gol en la última acción de Jevdaj, que anotó un doblete, todos a la espalda de un Íñigo Martínez desbordado en el día de ayer.

Luis Enrique empezó su andadura muy fuerte, con sonadas victorias en Wembley y en Elche ante Croacia, pero poco a poco el combinado nacional se ha ido desinflando, con situaciones extrañas como la lesión de Íñigo Martínez en la anterior convocatoria, o la lesión de Alcácer que le ha impedido entrar en esta pero que sin embargo le permitió jugar el clásico alemán ante el Bayern, en el que continuó con su racha anotando el gol de la victoria del conjunto borusser.

Ni la vuelta de Jordi Alba funcionó, ni Isco está a su nivel tras la operación de apendicitis que sufrió y las malas sensaciones que tiene al ser el único jugador del Madrid que sin estar lesionado no ha comenzado de titular ningún partido. Luis Enrique es optimista, sabe que está en una etapa de transición, donde los nuevos deben dar un paso al frente que todavía no dan, pero sabe que deben coger experiencia en situaciones límites como la de anoche para fortalecer el carácter y afrontar así un campeonato tan exigente como una Eurocopa o un Mundial.

Luis Enrique y la mano dura

Con Luis Enrique ya como seleccionador de facto de España parece que se avecina un cambio. La reestructuración de la selección parece un hecho con la llegada del asturiano al banquillo al que no debería temblarle el pulso a la hora de tomar decisiones impopulares o a contracorriente de la prensa. Ya en su presentación dio muestras de su estilo, directo, con personalidad y sin ningún problema si tiene que enfrentarse con la prensa en algún momento de su proyecto al frente de la selección.

Luis Enrique no tiene una trayectoria extensa en los banquillos, pero tiene lo que realmente hace falta en la selección que es decisión firme. Es el momento de dar un giro a esta selección y un lavado de cara para que jueguen los que realmente se lo merezcan sin importar el nombre y sobre todo, para recuperar una identidad que en el Mundial de Rusia brilló por su ausencia. El juego de posesión absurda que desarrolló el equipo español, sin capacidad de respuesta desde el banquillo dejó a las claras por dónde debe ir dirigido el cambio de rumbo.

De momento ha comentado que su lista de seguimiento es mayor de setenta nombres, que a partir de ahí comenzará la criba hasta llegar a los 23. Lo mejor para el equipo es que no adquiera ninguno de los vicios de los seleccionadores anteriores y desarrolle para bien o para mal su estilo propio, sin importar las críticas o la opinión del resto. Mucho trabajo por delante, pero con una gran recompensa en el horizonte si se hacen las cosas bien.

Mas Mbappés y menos Neymars

Neymar JR fue eliminado el viernes por Bélgica y dejó un repertorio de sus peores virtudes durante su último partido de este Mundial de Rusia. Realizó una completa colección de piscinazos, insultos y provocaciones al rival que mostraron su peor cara. Es hacia donde vira el fútbol actual desgraciadamente, hacia niñatos a los que su entorno adula porque son máquinas de ingresar dinero, pero que nadie pone en su sitio a tiempo hasta que es demasiado tarde y se convierten en unos monstruos que son el peor ejemplo posible para los niños que aspiran a ser como aquellos futbolistas que adoran.

El fútbol cada vez es más negocio y menos deporte. Cada vez es más común los futbolistas jóvenes con sueldos desorbitados y claras faltas de disciplina que sus clubes consienten. El talento cada vez se exporta antes y las etapas de formación se van perdiendo. Cada vez los futbolistas son más individualistas y entienden menos el juego. Por eso se agradece la ascensión de fenómenos como Mbappé, jugadores jóvenes sin miedo a escuchar y sin elevar una palabra por encima de otra al ser desplazados a jugar en banda siendo un 9, y que entiende el juego a la perfección a pesar de tener sólo 19 años. Todo lo contrario que la carrera de su compañero de equipo Neymar.

Mbappé representa lo que debe ser el futuro de este deporte, condiciones atléticas y técnicas privilegiadas, un entorno favorable a su desarrollo, y una actitud y una ambición centrada en el fútbol y no en los anuncios y el mundo de la farándula que rodea al deporte y que tanto daño le hace. Neymar además está viendo cómo Mbappé con sus exhibiciones dentro del campo se está posicionando por encima incluso de él. El brasileño que desde que se lesionara no ha cuidad en nada su cuerpo e los meses que pasó recluido en su mansión de Brasil, se le ha visto que no ha llegado bien preparado a este Mundial, todo lo contrario que su disciplinado compañero. Por algo uno todavía sigue con su selección en el torneo y el otro está con sus amigos toys de vacaciones, que le seguirán adulando y convenciendo que es el mejor de la historia cuando a los 26 años que tiene Messi ya había ganado cuatro Balones de Oro y Cristiano llevaba dos. Y él está muy lejos todavía de ganar su primero si es que lo gana alguna vez, porque ya parece más normal que lo gane antes Mbappé que el propio Neymar.

Sangre sudor y lágrimas

Alivio es lo que supuso el pitido final para Argentina, tras ponerse por delante tan sólo a falta de cinco minutos para la conclusión. El partido que realizó el equipo fue flojísimo, con unos buenos veinte primeros minutos, un decente final de primera mitad y una bochornosa segunda parte, donde en absoluto mereció el pase a los octavos del Mundial. No supo administrar un partido que tenía controlado absolutamente y a punto estuvo de quedarse con todo merecimiento fuera del Mundial.

Messi también tiene parte de culpa, ya que pese a anotar un gran gol, su segunda parte fue la de un jugador falto de carácter, de alma y ambición por seguir en el Mundial. En ningún momento se echa el equipo sobre su espalda o lo lidera con el ejemplo del sacrificio, sino que cuando peor están las cosas más desanimado y apático se vuelve el 10, algo muy preocupante ya que con esta selección va a tener más momentos malos que buenos.

Mascherano, quizás el jugador argentino más fiable de los últimos años, está cuajando sus peores partidos al frente de la selección, con pérdidas de balón absurda o penaltis sin sentido como el de ayer. No está siendo el medio que llega a todo y da seguridad a todo el frente de ataque, además de verse superado por Musa con facilidad cada vez que el africano le encaró durante el partido. Aún con todo Argentina pasó y prolongó lo que todo indica que será una agonía para el próximo partido ante una Francia que sin dar muestras de gran consistencia sabe que a esta Argentina con muy poco se la hace mucho daño, y que muy probablemente se autodestruya ella misma.

Messi no lo intenta

Argentina vivió anoche un batacazo histórico al perder ante Croacia y dejar su futuro en el Mundial dependiendo del Nigeria Islandia. La derrota ante Croacia no es ninguna sorpresa, lo que si es una sorpresa es la manera en la que se ha producido y con la contundencia con la que se ha dado. Nadie esperaba que la albiceleste diese esa pésima imagen con un Messi que se evidenció lo mal rodeado que estaba, pero que también dejó claro que Leo Messi no está preparado para ser el líder que necesita Argentina.

Messi dio durante el partido menos pases que su propio portero Caballero, un dato que deja en evidencia y sin defensa a un jugador que ni siquiera lo intentó ante Modric y compañía. Entre este partido y el anterior ante Islandia (en el que falló un penalti que hubiese dado la victoria a su selección) la actitud y el fútbol que ha desplegado Mesi es impropio de él. Ni la justificación de que no está bien rodeado puede exculpara sus dos actuaciones cuando estaba deseando a priori que comenzase esta Copa del Mundo que puede ser su última al máximo nivel.

Ahora sólo le queda rezar para que Nigeria gane a Islandia y los de Sampaoli puedan depender de sí mismos casi en la última jornada. El único problema será el polvorín que pueda dejar en el equipo esta dura derrota, en la que ya jugadores como Agüero dejaron claro con sus declaraciones contra Sampaoli que el ambiente en el equipo está muy tenso y así es difícil que exista química en el equipo.

Este VAR no hay quien lo entienda

Partidazo el que nos brindaron en Krasnodar Portugal y España, vibrante, emocionante, con seis goles, remontadas heroicas goles in extremis, tuvo de todo. Y por tener de todo tuvo hasta polémica pese a la implantación del Var en este campeonato del mundo. Corría el minuto 4 de partido cuando Nacho amaga estirar la pierna en el área y Cristiano se deja caer descaradamente y el árbitro pica. Pese a tener repeticiones y ayudas del VAR el árbitro decide no cambiar de decisión y el penalti se lanzó suponiendo el primero de los goles de Portugal. Pero lejos de quedarse ahí la cosa en el fabuloso empate de Diego Costa, el hispanobrasileño comete una infracción sobre Pepe que poniendo de su parte simula una agresión que no existió. Y de nuevo pese a poder revisarse la acción y sancionarla como es debido, el gol subió al marcador.

Pero cuando parecía que el VAR no funcionaba legó el Francia Australia para esta vez sí revisar una caída de Griezmann en el área australiana y esta vez si pitar un penalti que había pasado por alto el árbitro del encuentro. Esta vez sí pareció funcionar una tecnología que todavía está muy verde en su implementación y en su interacción durante el partido. La idea es buena y su impacto en tiempo debe ser lo más reducido posible para no perder el dinamismo del deporte. Pero si pese a su instalación sigue fallando catastróficamente como en el Portugal España no se ha avanzado nada de nada con él. Queda mucho rodaje, muchos partidos y muchas jugadas polémicas por delante para ver cómo responde, ero hasta el momento ni aficionados ni jugadores saben cómo de verdad funciona este sistema ni qué criterios se sigue realmente. Mucho trabajo por delante todavía.