El Atlético demostró ayer en el Camp Nou su excelente momento de forma con un empate que supo a poco a los rojiblancos, que dominaron el partido y que quizás sólo la falta de finura en la zona de tres cuartos de campo les privó de marcar algún gol de más que mereció el equipo. Pero si alguien destacó por encima del resto ese fue Yanick Carrasco. El extremo belga jugó un partido descomunal, tanto en ataque como en defensa, dando una exhibición física y siendo una verdadera tortura para la defensa blaugrana, que además de los dos penaltis que le cometieron, le realizaron infinidad de faltas para parar las arrancadas de pura fuerza que realizaba. Simeone le premió además dejándole hasta a falta de seis minutos para el final del partido cuando en su enésima incursión en el área se vio que ya estaba con lo justo.
Carrasco no lo ha tenido fácil. tras su exilio en China de dos años, volvió al Atlético en navidades dispuesto a demostrar que sigue siendo el jugón que ya era cuando se marchó, pero quizás ahora con algo más de cabeza. Le costó como a casi todos entrar en la dinámica del equipo, venía además del parón en China por lo que le faltaba coger el ritmo de la competición, pero con el parón del COVID todos los jugadores han vuelto a la casilla de salida, y ya desde el primer partido en San Mamés fue titular y de los mejores del equipo una vez más. Quizás su talón de aquiles sea que cuando no es titular le cuesta entrar en la dinámica del equipo y su entrada suele resultar intrascendente para el equipo, pero ante el Osasuna entró de suplente y se le vio con muchas ganas, además de marcar su primer gol en su segunda etapa en el Atlético en ese partido.
El Cholo confía mucho en él, y di luz verde a su vuela cuando surgió la oportunidad, para el tipo de partidos de anoche Carrasco es el jugador perfecto, gran zancada, máxima velocidad y aprovechamiento de los espacios libres para dar respiro al equipo y estirarlo cuando toca recular. Ayer hizo todo bien, ayudó en la banda izquierda a Lodi para parar a Messi cuando arrancaba desde ahí, e incluso un detalle que llamó mucho la atención, cuando robó un balón a Messi para salir el mismo a la contra y le pitaron falta, protestó hasta que le sacaron la amarilla, demostrando que está muy metido en el equipo y con el objetivo claro. El Carrasco de antes no protestaba y parecía distante del partido con sus gestos y actitud, pero este nuevo Carrsaco post confinamiento ha vuelto para ser titular en un equipo que poco a poco y sin que nadie lo esperara está cogiendo velocidad de crucero.