25 años de The Shot

La imagen más icónica de la NBA cumple está de aniversario. 25 años del mejor tiro de la historia del baloncesto y del deporte en general. El mejor colofón para la mejor carrera para el más grande de todos los tiempos. Michael Jordan se despidió del baloncesto (con excepción de su vuelta con los Wizards) con los mejores 42 segundos que ha dado este deporte y todo queda resumida en una imagen para la posteridad. Un estadio rival en la que se puede ver el drama y la desesperación con el balón volando en el aire y con un Jordan cuadrado en un tiro frontal marca de la casa, que significaría el sexto anillo para él y sus Bulls y la segunda derrota consecutiva de los Jazz.

Mucho trasfondo en ese tiro, mucha intrahistoria tras la convulsa última temporada de Jordan en los Bulls, archiconocida ya como the last dance (título que se inventó Phill Jackson al inicio de la misma), en la que tuvo que lidiar con todo tipo de problemas y guerras internas de un equipo que tras seis cinco anillos en siete años tenía ya muchas cuentas pendientes entre ellos. Muchos años al pie del cañón soportando toda la presión posible y saliendo siempre vencedores es algo que desgasta y mucho y llevó a la desintegración tras la extraordinaria canasta que a la postre sería bautizada como the shot.

Un momento que hay que recordar que Jordan jugó sin Pippen, que sufrió una lesión de espalda en la primera jugada del partido, y al que se llegó con 3 puntos abajo por parte de los Bulls antes de la secuencia de 42 segundos. Una bandeja rápida de Jordan, un robo magistral de él mismo a Malone par recuperar la posesión y un último ataque, el último, el que le llevó a su sexto anillo y cerró el círculo de su carrera con su segundo threepeat. En palabras de Andrés Montes comenzó con un bienvenidos al vuelo número 23, aerolíneas Jordan y terminó con el grito de me llamo Michael, Michael Jordan, como Bond, James Bond. Una joya imborrable para cualquier aficionado y que perdurará para siempre en lo más alto del olimpo no sólo del baloncesto sino de cualquier deporte.

Gloria para Denver

43 años después de expansión de la NBA con los equipos provenientes de la ABA (al intuir la adhesión los Denver cambiaron el nombre de Rockets por Nuggets para no tener problemas con el equipo de Houston) los Nuggets se han proclamado campeones de la NBA. Un premio justo y merecido ya que han sido el mejor equipo de la temporada regular y el mejor equipo de los playoffs sin discusión ninguna. Han cosechado un balance final de 16-4 que es el mejor balance desde los Lakers de Shaq y Kobe y han dejado por el camino a los alicaídos Timberwolves, a la conjunción de estrellas de los Suns, barrido sin discusión a los renacidos Lakers y finiquitado sin miramientos a los pujantes y sorprendentes Heat. No han dado opción a ningún contendiente, no han estado por detrás en ninguna serie y sólo han cedido un partido en su estadio en todas las series. Una muestra de la solidez y de la seriedad que han mostrado en su camino al primer anillo de la franquicia.

Si hay que destacar a alguien en este camino es a Nikola Jokic. El pívot serbio ha demostrado todos los fundamentos que hay que dominar en el baloncesto. Ha dado un clínic en cada partido de cada serie, promediando casi un triple doble en todas las series disputadas. Su superioridad ha sido abismal respecto a cualquier rival y ha puesto en entredicho la elección de MVP de la temporada regular de Embiid, no se lo dieron a él ya que sería el tercero seguido (hecho que sólo han conseguido Bill Russel, Wilt Chamberlain y Larry Bird) pero fue merecedor absoluto. Quién lo iba a decir cuando los Nuggets en el lejano 26 de Junio de 2014 le seleccionaron en la posición 41 del draft (elección que ni se televisó ya que en ese momento pusieron un anuncio de Taco Bell mientras era seleccionado) la carrera que iba a tener un jugador atípico en todos los sentidos en la NBA. Su cuerpo nada musculado, su físico lento y torpe en principio, pero que ha dado una nueva lección y ha llevado a una franquicia perdedora como Denver al olimpo de la NBA.

Mención especial a todo el trabajo del equipo también, con un Jamal Murray excepcional tras un año lesionado de gravedad, un Aaron Gordon que ha encajado y ha sabido aprovechar la facilidad de visión y pase de Jokic para anotar canastas fáciles bajo el aro con simples cortes en la zona que daban mucha vida al equipo, un Porter Jr que también volvió tras varios problemas musculares la temporada pasada y que han hecho que sea un equipo sin fisuras, muy difícil de meter mano y que ya ha entrado en la historia tras 43 largos años, el equipo que más ha tardado en ganar un anillo por primera vez hasta hoy (hay muchos equipos que si algún día lo ganan le superarán como Clippers, Magic o Suns). Jokic habrá sido el MVP de la final, pero todos y cada uno de los miembros del roster han sido partícipes activos de este anillo que da fuerza a franquicias outsiders de que si hacen las cosas bien se puede tocar la gloria.

ZIao

Con un San Siro rendido y con las lágrimas derramándose por su cara se despidió por sorpresa Zlatan Ibrahimovic del fútbol profesional. Con 41 años y tras una grave lesión, el talento sueco decide colgar las botas tras una carrera de ensueño. Su fuerte carácter y su personalidad única le hicieron ser un jugador diferente al resto. Con una calidad y agilidad insólita para un jugador de 1´93, el sueco siempre dejó huella en todos los clubes en los que estuvo. Ya desde sus inicios en su Mälmo natal dejó huella de lo que se venía. No tenía el menor respeto por los veteranos del club ya con 17 años. Fue capaz además de plantar al mismísimo Arsene Wenger, cuando su fichaje por el Arsenal parecía hecho, y le pidió verle entrenar, a lo que el sueco contestó Zlatan no hace pruebas, y acabó fichando por el Ajax de Amsterdam donde anotó uno de los mejores goles de la historia sin duda.

Su gran Eurocopa de 2004, eliminando a Italia con golazo incluido le hizo saltar a la fama y la Juventus no dudó en ficharlo. Tras el escándalo del caso Moggi fichó por el Inter donde se pudo ver su mejor versión. Ese Ibra omnipresente que dominó la liga italiana a su antojo. Su único lunar fue su fichaje por el Barcelona, donde su ego chocó con la filosofía de un Guardiola que jamás lo supo entender ni tratar. Su vuelta al Milán trajo el scudetto para los milanisti hasta que los problemas económicos del club hicieron que se enrolara como la máxima estrella del super proyecto del naciente PSG. Allí fue el máximo goleador y mejor jugador todas las temporadas que estuvo, con más de 30 años desde que llegó hizo que el tiempo no pasara por él y se convirtiera en leyenda del PSG.

Sus últimos años los repartió entre el Manchester United (al que hizo ganar la Europa League) hasta que sufrió su primera grave lesión de carrera. Marchó a la MLS a lo que parecía un retiro dorado hasta que se aburrió y decidió volver al fútbol de más alto nivel, asumiendo el reto de devolver la gloria al Milán tras muchos años de sequía. Y vaya si lo consiguió, hizo de nuevo al Milán campeón de liga, pero en verano otra grave lesión de rodilla le impidió prácticamente participar en esta última temporada. Lo que le ha llevado a poner punto y final a una carrera de ensueño en la que a parte de goles para el recuerdo nos ha dejado un batalla contra el tiempo digna de una leyenda incomprendida con un carácter único.

La mas difícil todavía

Siete, se dice pronto. El Sevilla volvió a proclamarse campeón de la Uefa Europa League por séptima vez tras una nueva clase magistral de supervivencia y épica en el torneo. Todas han tenido su épica pero quizás ésta última, por las circunstancias, y cómo se ha dado la temporada sea la más especial. La temporada del Sevilla comenzó como un drama, coqueteando muy seriamente con el descenso, con la dolora destitución de Lopetegui para intentar cambiar el umbo del equipo, la llegada de Sampaoli que sería cesado a los pocos meses tras no dar con la tecla en ningún momento, y el aterrizaje de Mendilibar, un currante del fútbol, para acabar tocando de nuevo la gloria para los de Nervión. De poder ser la peor temporada del Sevilla en dos décadas a participar en la Champions de la próxima temporada y como cabeza de serie en el torneo. Un lavado de cara a la temporada y un soplo de ilusión para una parroquia que lo ha pasado muy mal esta temporada.

Y el camino no ha sido fácil. Tras quedar eliminado en la fase de grupo de la Champions, accedió como tercero a la Uefa Europa League. Allí tras sufrir contra el PSV pese al 3-0 cosechado a favor en la ida se ha ido desquitando de todos los rivales más fuertes del torneo. Mención especial para los últimos diez minutos en Old Trafford, donde la remontada par empatar el partido rozó más lo paranormal que la épica. Y ante la Juventus, tras rozar la eliminación en la vuelta, supo sobrevivir y ganar en la prórroga. La Roma tampoco lo puso fácil, pero supo sufrir en algunos momentos y jugar los penaltis para volver a levantar un título que ya se ha convertido en habitual. Una nueva hazaña más para un equipo que se transforma de manera inexplicable en el torneo europeo para convertirse en el gran dominador con merecimiento. Muchos honores para el Sevilla.

Séptimo en el Garden

Esta madrugada en Boston se juega el determinante game 7 en la NBA para acceder a la gran Final. Los Denver Nuggets esperan al vencedor de la serie entre Miami Heat y Boston Celtics que hace unos días parecía decidida con el sorprendente 3-0 a favor de los de Florida, pero que Boston, con una canasta de White mediante salvadora, han sabido igualar para decidir el último en un TD Garden que estará a reventar para rematar una machada nunca vista, remontar un 3-0. Nunca en la historia se ha levantado una serie así, y los Boston sobrevivieron en el sexto con una jugada milagrosa tras haber dominado cómodamente todo el partido. Los Jays están dando su mejor versión en los últimos tres partidos, tras haber sufrido un bajón muy fuerte en números y rendimientos al comienzo de la serie, especialmente Tatum, metrónomo de estos Celtics que ya se están acostumbrando a jugar siempre al filo de la navaja. Ya superaron a Philadelphia en el séptimo tras ir perdiendo la serie 3-2, y e año pasado ganaron los dos séptimos que tuvieron que jugar ante Milwaukee y Miami otra vez.

Por su parte los Heat, con los que nadie contaba al quedar octavos y jugar play in, han sido la gran sorpresa de esta postemporada. El nivel de Jimmy Buttler ha sido excepcional dejando a los favoritos Bucks (con lesión de Antetoukompo mediante) en la estacada. Spoelstra dio con la tecla los tres primeros partidos, pero está viendo como los Celtics le están devolviendo todo con su misma fórmula, mucha defensa, juego colectivo e intensidad. Su postemporada ha sido maravillosa, por mucho que la remontada afee y mucho el resultado final. Nadie contaba con ellos, y por momentos han estado pisando las finales que ya visitaron en la famosa temporada de la burbuja de 2020 donde cayeron ante los Lakers. La presión por perder es muy grande, la sombra de la remontada final puede ser demasiado pesada para un equipo que se crece también en lo adverso, que en los momentos calientes juega mejor y que ha demostrado que no le teme a nadie y que puede dar el susto final a unos Celtics que se quedaron el año pasado a las puertas de la gloria en la Final y que parece que tras casi estar eliminados han olido sangre y van a por todas. Que nadie se pierda el partido porque promete ser apasionante.

Justicia poética

Hablar de lealtad es hablar de Marco Reus. El que fuera muchos años el mejor jugador de la hornada alemana campeona del mundial, la mala suerte le persiguió para no poder obtener ningún título importante. Su lesión meses antes del Mundial de Brasil privó a Alemania de su mejor jugador y a él de coronarse campeón del mundo. Con el Borussia ha intentado año tras año ganar la Bundesliga o la Champions, se quedó a las puertas en 2013, perdiendo la final contra el Bayern en Wembley. También ha visto como todos sus compañeros de equipo se marcharon a los cantos de sirena de Bayern o Premier, quedando él como único superviviente. Y no fue por falta de ofertas, todos los grandes equipos trataron de convencerle, pero fue imposible, el sueño que tenía desde niño de levantar un título con su Dortmund era superior a cualquier cosa. Y ahora por fin puede hacerlo además como capitán, tras nueve años seguidos sufriendo la tiranía del Bayern en Bundesliga, viendo como siempre quedaba cerca, conformándose con alguna Supercopa alemana o la Copa Pokal. Títulos menores para la dimensión de un jugador descomunal, que de no ser por lesiones en los peores momentos posibles hubiera tenido una carrera de ensueño. El tiempo y quién sabe si la justicia poética hicieron que en la penúltima jornada un pinchazo del Bayern dejara la posibilidad al Dortmund de ponerse primero con una sola jornada por jugarse. El sábado el Signal Iduna Park, el templo negriamarillo, recibirá al Mainz para proclamarse de nuevo campeones dependiendo de ellos mismos. La oportunidad de pasar a la historia de un jugador que recordará y valorará más esta liga que cualquier otro título mayor con otro club. El sueño de un niño que se puede hacer realidad y que cada rara avis se ve en el fútbol moderno de hoy en día. Yo, como especial seguidor y admirador de Reus, espero ver cómo levanta el título el sábado y cierra el círculo de una carrera ejemplar. El premio al último romántico que pudiendo haber ganado en cualquier club prefirió jugar con el Dortmund.

Injustificable TODO

Mestalla ayer acogió uno de los espectáculos más surrealistas jamás vividos en la Liga. Vinicus Jr escuchó e identificó a un aficionado que le profirió un insulto racista y se encaró con él. No debería haber cabida en el fútbol comportamientos así y espero que sea multado económicamente con una cifra significativa, y con suspensión de por vida a espectáculos deportivos. Nada justifica un insulto así, pero la reacción de Vinicius y el tomarse la justicia por su mano no ayuda en nada. Encararse con toda una grada solo va a provocar más conflicto y más crispación, a parte de ser muy peligroso por posibles lanzamientos de objetos o invasiones de campo (como ocurrió la semana pasada en el campo del Espanyol). Es cierto que no es la primera vez que le ocurre y la eliminación en Champions es posible que le pasara factura, pero dentro de la dificultad del momento y la gravedad del insulto, hay que mantener la calma lo máximo posible. Dicho esto y viendo que ha habido reiteración de cánticos y ofensas (especialmente contra él, pero no siendo el único) la Liga deberá endurecer al máximo sanciones y posturas para cortar este problema de raíz. Tampoco se debe permitir que se insinúe que España (país del que Vinicius es nacionalizado) es enteramente racista como han hecho el propio Vini y Ancelotti (con los conflictos de este tipo que ha hay en Italia me sorprende que Ancelotti haya insinuado esto).

Pero por muy increíble que parezca no fue el único conflicto del partido. Diez minutos más tarde de aquello, una tangana entre ambos equipos, totalmente evitable, acabó con Vinicius desquiciado y agrediendo con un golpe a Hugo Duro. El VAR llamó a Iglesias Villanueva para expulsar al brasileño, que reaccionó de la peor manera posible. Primero se fue a aplaudir en la cara del árbitro su decisión de forma aireada, para luego retirarse del campo haciendo gestos a todo el estadio diciendo que se van a segunda. Un completo en cuanto a todo lo que no se debe hacer y que no se justifica con nada de lo anterior. No es la primera vez que con Vinicius pasa esto, ya en la final de copa o partidos contra el Mallorca o Barcelona (especialmente el de copa) sacaron lo peor de él y convirtieron el partido en algo personal entre su defensor y la grada contra él. Ancelotti ya le ha tenido que retirar en alguna ocasión con partidos decididos por sus idas y venidas, haciendo que la temporada colosal que haya hecho al final quede más representada por lo extradeportivo que por lo deportivo.

La final anticipada

No hay partido mejor actualmente que el Manchester City Real Madrid de esta noche. Tiene de todo, morbo, revancha y los mejores equipos de la actualidad con diferencia sobre el verde. Se repite el enfrentamiento por segundo año consecutivo, tras la maravillosa eliminatoria que ofrecieron el año pasado, con remontada inverosímil del Madrid incluida. Y tras el duelo de ida que acabó en empate con el Madrid mereciendo más, llega el desenlace esta noche en un Etihad que va a vivir el partido más importante de la temporada sin duda a tenor del nivel del partido y viendo que el Inter es el aspirante en la Final.

Mucho morbo hay de nuevo en ver si Guardiola es fiel a sí mismo o su miedo hacia el Real Madrid le hace plantear un partido conservador como en la ida, donde priorizó la posesión del balón sin riesgos hasta que el Madrid dinamitó el partido y cambió toda la dinámica. El City sabe que en su estadio debe dar un paso adelante como hizo en la ida del año pasado, donde realizó un partido perfecto prácticamente que le valió para ganar al Madrid, aunque sólo por un tanto. Como consuelo los citizens tiene que en el peor partido de Haaland tan solo empataron, con que a poco que el ciborg despierte tienen muchas opciones.

Pero que decir del rival que tienen en frente, el rey de la competición, ese equipo que se transforma en la mejor competición continental logrando imposibles como algo habitual. Para mi el Real Madrid es el favorito de esta eliminatoria, la eliminación del valor doble de los goles hace que parta en igualdad de nuevo al empezar el partido, y nadie sabe jugar mejor que ellos en el escenario de ganar o eliminarse, tiene la mejor plantilla hombre por hombre actualmente, y la mística que rodea al club les hace prácticamente invencibles últimamente. Se avecina partidazo donde se verá si hay nuevo rey o el Madrid sigue reivindicando su trono.

Respeto al fútbol

Lo vivido del domingo en el RCDE Stadium es uno de los bochornos más ridículos que he vivido. El Barcelona se proclamó campeón de liga al ganar al Espanyol en su estadio en el derbi, y cuando estaba en plena celebración pacífica del título, los jugadores tuvieron que huir en desbandada por la invasión de los ultras del Espanyol al campo. Dejando una de las imágenes más dantescos que recuerdo en la Liga sin lugar a dudas. Poniendo de manifiesto que algo tiene que cambiar en este deporte urgentemente.

Pero ya es momento de hablar del tema, de poner sobre la mesa los valores que antaño representaba el fútbol, con sus tradiciones caballerosas pese a la rivalidad, en las que la rivalidad era la misma, pero el respeto y la caballerosidad existía. Antaño, realizar un pasillo al campeón de liga, fuera tu máximo rival o no, no era una afrenta, era una muestra de respeto que dignificaba al que lo realizaba. Pero desgraciadamente a día de hoy ese gesto se ha tergiversado y utilizado como una humillación y una obligación, todo muy lejos de lo que representa el gesto y el fútbol.

Las nuevas generaciones están malinterpretando y terminando con todas las tradiciones que siempre han acompañado a este deporte. Hay que recordar que los equipos de Madrid sin ir más lejos se prestaron los estadios en casos de necesidad antaño, cosa ahora impensable (y que provocó gran revuelo tan solo plantearlo con las obras del Bernabéu). Es hora de que quede claro que no se es menos de un club por ser caballeroso y respetuoso, ni tienes menor rivalidad por mostrar respeto al contrario. Estamos alejándonos peligrosamente de la deportividad sana y acercándonos mas que nunca al radicalismo extremo y el odio que tan poco bien hacen al deporte.

Se destapó la colonia de nuevo

Partidazo entre el Real Madrid y el Manchester City en la ida de las semifinales de la Champions. Los a día de hoy mejores equipos del mundo con diferencia dieron un espectáculo majestuoso un día más tras la eliminatoria increíble que brindaron el año pasado también en las semifinales de la competición. Pero tras la ida quedó una sensación de superioridad del Real Madrid, merced a que el equipo estuvo mejor toda la segunda parte, especialmente en el último empuje del partido donde se puede decir que salió vivo el Manchester City al conservar el empate.

Parte de culpa de no revertir esa situación fue de Guardiola, el entrenador no realizó ningún cambio durante los 90 minutos que duró el partido, algo muy sorprendente teniendo en cuenta la calidad que atesora en el banquillo, y el estado físico del equipo, que sufrió en exceso y no creó ninguna salida peligrosa con piernas frescas para poner en aprietos a un Courtois que vivió muy cómodo los últimos minutos. Al final del partido se justificó en que los que estaban le aseguraban control de la posesión y esconderla, pero pérdidas infantiles (sobre todo provocadas por el cansancio) de Bernardo Silva y Gündogan estuvieron a punto de costarle muy caras al equipo, y mantener a Grealish cuando no desbordó ninguna vez ni aprovechó las subidas de Carvajal fue un mal negocio.

Al final salió del Bernabéu con un empate que le supo a victoria por cómo se desarrolló todo el partido, el City no tuvo ninguna ocasión realmente clara pese a tener mucha posesión (el mano a mano de de Bruyne era fuera de juego) y se encontró con un gol merced a una jugada enrevesada con fallo arbitral de por medio. En el Etihad la cosa va a ser bien diferente, el equipo saldrá de otra manera y el planteamiento no tendrá que ver, pero su impronta en el partido de ida fue más que negativa, no ayudando a su equipo. Veremos si para la vuelta recapacita o quiere seguir siendo el protagonista de la eliminatoria.

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