En la NBA como en casi todos los deportes los premios vienen a raíz de los logros. Con Dwayne Wade no fue un caso distinto, pero quizás la NBA tenga una deuda con él en forma de MVP de la temporada. El de Chicago llegó a la liga a los Miami Heat en la quinta posición del draft en el quizás mejor draft de la historia, el de 2003 junto a sus grandes amigos LeBron James, Carmelo Anthony y Chris Bosh. Y ya en su segunda temporada y tras el fracaso colectivo de los juegos olímpicos de Atenas llegó Shaquille O´Neal a la franquicia de Florida y las expectativas de los aficionados se desataron, dejando al equipo el anillo como única opción.
Pero en el primer anillo no pudieron ganar en la final de conferencia a los Pistons de la segunda época de los Bad Boys, quedando un pequeño poso de decepción. Pero al año siguiente se repetiría las finales de conferencia siendo esta vez los del sur lo que se llevarían el gato al agua y accederían a la final ante los grandes favoritos los Dallas Mavericks de Dirk Nowitzki. Allí para sumarle la dificultad los tejanos se pusieron con un 2-0 favorable al ganar los dos primeros encuentros en su estadio. Y al ir a Miami en el tercer encuentro, sobre el tercer cuarto la eliminatoria parecía sentenciada, los Dallas dominaban el partido por más de quince puntos, pero una remontada histórica de la mano de Wade llevó al 2-1 en la serie. Y a partir de ahí su actuación fue sublime. Su performance en la fina es la mejor que se recuerda de un jugador, mejorando los registros de un tal Michael Jordan con unas medias de 34,7 puntos y 7,8 rebotes.
Tras un intento de asalto más frustrado Shaquille O´Neal abandonaría el equipo quedando Wade como único líder y realizando campañas excepcionales a nivel individual, pero flojas a nivel colectivo lo que le llevó a no ganar nunca un más que merecido MVP. Y cuando era el escolta más dominador del campeonato se reunió con sus amigos James y Bosh en los Miami Heat para devolver el anillo a la franquicia. Tras un primer intento desastroso con derrota en la final ante los Dallas, Wade tomó una de las decisiones más complicadas para una super estrella, echarse a un lado y convertirse en el escudero de LeBron para llevar los siguientes tres años a tres finales consecutivas con dos anillos para los Heat. Tras estos brillantes años el jugador achacó muchas lesiones durante su carrera y su nivel bajó considerablemente, probó suerte en su Chicago natal pero no hubo suerte y tras probar de nuevo con James en Cleveland, volvió a los Heat para retirarse con todos los honores de manera merecida.
Ahora que se ha retirado queda la sensación de poco reconocimiento individual por parte de la liga para quizás con Jordan y Bryant el mejor escolta de la historia de la Liga. Un jugador espectacular, capaz de las mejores jugadas, que instauró junto con Ginobili el famoso euro step en la NBA, un jugador que se crecía en los momentos más difíciles y que reinó en la NBA pese a no tener el reconocimiento total por parte de la organización. Pero para mí siempre será el mejor no MVP de la historia, asique lo ha conseguido.