Con todo el terremoto que supuso la vuelta de Diego Costa y su irrupción en el equipo pasó más inadvertido el flojo año que realizó Vitolo, un jugador deseo expreso de Simeone que todavía no ha sido capaz de entrar en los planes del técnico argentino debido a la poca continuidad que le han dado las lesiones. En su debut como titular en el Metropolitano ya anotó gol en la Copa, desatando la euforia entre los seguidores colchoneros pero el resto de su año fue en picado. Con lesiones que no le permitieron entrar en el equipo y asentarse, sólo destacó su actuación en el Bernabéu donde dio un recital sobre cómo jugar a la contra.
Pero este año, tras haberse perdido el Mundial con España, parecía que podía ser su momento, pero una inoportuna lesión de tobillo le hizo perderse parte de la pretemporada y le hizo quedarse fuera del once que ganaría la Supercopa en Tallin (aunque entraría en la segunda parte). Y el primer partido en Mestalla más de lo mismo, comenzó de suplente pero a los pocos minutos de comenzar una nueva lesión, esta vez en el sóleo le apartó de nuevo de los terrenos.
Así hasta este Martes donde volvió al equipo titular ante el San Andreu, y se vio a un Vitolo que no estuvo muy cómodo sobre el campo, intercambiando la banda con la media punta con un Gelson que se multiplicaba por todas las zonas de ataque y que le cerraba los espacios al canario. Aún así la asistencia del único gol del partido corrió a cargo del canario que empieza a ver la luz al final del túnel y que es muy consciente de que está ante el momento de reencontrarse con su mejor versión y ser un jugador por fin de máxima utilidad para Simeone, que sigue esperándole y cuidando a un jugador cuyas características son las ideales para su estilo de juego.