Siete partidos seguidos llevaba Simeone claudicando ante el Barcelona de Luis Enrique, su particular bestia negra, aunque en los dos últimos partidos sólo las rigurosas expulsiones habían privado a los de Siemone de un resultado mejor. Pero ayer se vio a un Atlético con un control sobre el partido como pocas veces se había visto. No se puso nervioso por ir detrás en la eliminatoria, cercó el arco de Ter Stegen pero sin volverse loco (sabedor de las contras del Barcelona con la MSN arriba), y acorralar al Barcelona hasta que Griezmann plasmó en el marcador la superioridad atlética, y asegurar llegar así al descanso.
A partir de ahí el atlético supo manejar bien su superioridad en el marcador (con algún lógico momento de agobio) limitando el ataque del Barcelona a alguna genialidad de Messi, Neymar o Suárez. Aún así la ocasión mas clara fue el cabezazo al larguero de un Saúl que debe tener dos pulmones más que el resto de los mortales porque no es normal lo que corre ese chaval(además de dar una asistencia soberbia con el exterior en el primer gol). Aún así la tensión de un gol del Barcelona acechaba en el Calderón pero este Atlético aprovechaba cuando podía para salir a la contra, y en una de estas Filipe se hizo un grandísimo eslalon para asistir a Griezmann para empujarla pero Iniesta cortó el balón deliberadamente con la mano (nadie se explica porqué no fue expulsado) y se pitó penalti que el propio Griezmann transformó.
Con el 2-0 en Calderón estaba eufórico pero un minuto después un Iniesta que debía estar expulsado (al igual que Suárez y Neymar por agresiones escandalosas) provocó una mano de Gabi dentro del área que el árbitro marcó fuera. Messi falló el lanzamiento de la falta y el resto es historia. El atlético volvía a eliminar al Barcelona y se colaba entre los cuatro mejores de europa por segunda vez en tres años, y se convierte en el rival a evitar en el sorteo del viernes. Este Atlético llega muy bien al final de temporada y con opciones tanto en liga como en Champions, ojito.