El partido de ayer vivido en el Ámsterdam Arena (a partir de la próxima temporada Johan Cruyff Arena) dejó claro que el Ajax vuelve a conformar un equipo alegre, vertiginoso y con muchísimo gol. Ayer endosó cuatro al Olimpique de Lyon pero pudieron ser otros cuatro más. Fue un baño en toda regla con un vendaval de ataque de unos jugadores que empezaron el partido con un once con poco más de 21 años de media y lo acabó con uno con poco más de 20, sin palabras.
El futuro de este equipo es brillante, aunque probablemente se desintegre entre este verano y el próximo, pero la exhibición de ayer de algunos jugadores fue preciosa. A Dolberg se le cae la clae por los bolsillos y además tiene gol, Traoré es una fuerza de la naturaleza con una zancada digna de ver, la capacidad de llegada de Klaasen es escandalosa el marroquí Ziyech es puro desborde constante, el alemán Younes un quebradero de cabeza y otro s jugadores como Tete, de Ligt o el portero Onana conforman un equipo con una calidad sólo comparable con su juventud.
Es cierto que es un equipo con un ataque devastador pero en defensa sufre mucho, pero este equipo cumple a la perfección la filosofía que instauró Cruyff, y a día de hoy es junto al Mónaco el equipo más vertiginoso de ver. Parece que el equipo volverá a una final europea desde 1996, y lo hará por la puerta grande, tras saber sufrir ante el Schalke en la anterior ronda ganando en la prórroga con un jugador menos. A ver cuanto tiempo pueden retener juntos a estos jugadores, pero hasta entonces sólo nos queda disfrutar.