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Falta de costumbre

El Sevilla cayó ayer por tercera jornada consecutiva en liga ante el Athletic de Bilbao en un partido que tuvo controlado toda la primera parte pero que acabó haciéndose muy largo para los de Lopetegui. El equipo da muestras de no alcanzar para las dos competiciones de máximo nivel y demuestra lo complicado que es competir en liga con la Champions de fondo, que es mucho más exigente que la Europa League a la que los de Nervión sí se han acostumbrado estos últimos años.

Comenzó muy serio el equipo hispalense, con un gol tempranero de En-Nesyri y ocasiones claras para poder dejar sentenciado el encuentro. El Athletic por su parte vivió toda la primera parte grogui, acusando el golpe del gol tan tempranero, y sobrevivió como pudo hasta el descanso. Lopetegui no introdujo muchas rotaciones de lo que se prevé el once titular del equipo, sabedor de la importancia de este partido tras dos derrotas consecutivas ante Eibar y Granada.

Pero ni con esas ni con ya la pareja defensiva Koundé-Diego Carlos junta pudieron evitar la reacción final del cuadro vasco que aprovechó el balón parado y la espalda de Acuña para voltear un marcador que les evita de problemas tras un mal inicio de temporada. Por su parte el Sevilla no tiene respiro y tendrá que jugar este miércoles ante el Krasnodar en el Pizjuán, aunque en Champions si que está haciendo bien los deberes. Es sólo el inicio pero el equipo andaluz está comenzando a perder puntos importantes y sobre todo a dejar la sensación de poca fiabilidad, pero la diferencia de puntos respecto a la cabeza comienza a ser importante.

Félixcidad

Partidazo anoche del joven Joao Félix para echarse todo el equipo a la espalda y dar los primeros tres puntos vitales para el conjunto de Simeone. Su partido más completo desde que llegó el verano pasado a la capital española y en el que se vio el gran jugador que puede llegar a ser si todos ponen de su parte. Incluso cuando el partido se puso más cuesta arriba con el 1-2 a favor del Salzsburgo al primer minuto de la reanudación, no se vino abajo y contagió a todo el equipo para llevar a cabo la remontada. Tuvo todas las ocasiones de la segunda parte en sus botas, cada vez que el balón pasaba por él la jugada se aceleraba, y siempre tenía algo distinto que ofrecer. En una noche que empezaba complicada, con la obligación de ganar si o si tras la dura derrota de Múnich, y contra un equipo plagado de jóvenes desinhibidos que son tan blandos atrás como descarados en el ataque y que salen como balas en cuanto roban un balón. El tanto de la victoria llegó además a falta de cinco minutos para el final para poner más épica a su actuación y para dejar claro que junto a Carrasco y Llorente son los imprescindibles de este equipo a día de hoy. Necesitaba además el menino un partido como el de ayer, para asentarse de verdad, ver que es capaz de hacer estos partidos en una competición como la Champions, y que si él quiere y le encuentran el Atlético sabe qué jugar y no es el equipo ramplón y previsible de las jornadas ante el Huesca o Villareal. Falta corroborar estas buenas sensaciones encadenando varias buenas actuaciones consecutivas, pero ayer pareció soltar todas sus cadenas y le dejó a claro que su sitio en el campo es libre, no necesita ataduras y ya sabe leer los desajustes de las defensas y dónde puede hacer daño. Promete el nuevo Joao Félix.

A la deriva sin capitán

El Barcelona perdió el sábado el clásico ante el Real Madrid con la sensación de que desde que e adelantó el Reaal Madrid con el tanto de Ramos de penalti no había capacidad de reacción. Ese es el gran mal del equipo blaugrana en los últimos años, que a parte de jugadores faltan líderes en el campo que en las malas aguanten al equipo y no permitan que se hunda. La imagen de Messi y sus sensaciones tras el gol es de resignación y abatimiento. Ese es el mensaje que el capitán transmite al resto del equipo y de que todos se contagian.

Ese carácter que tanto le hace falta a este equipo hubiera cortado las bochornosas derrotas de Roma y Liverpool, y la actitud con el resultado en contra del equipo sería siempre distinto. Messi es el mejor jugador de la historia en mi opinión, lo que le he visto hacer sólo está a su alcance, pero su implicación y carácter le han privado de entrar en ese elenco de elegidos en los que su proclamación como unánime es unánime por todos. Cuando el resultado es adverso no sabe sacar lo mejor de sí, y eso es algo muy necesario para su equipo.

Este año además se une su intento de marcha frustrada, en la que otra vez dio muestra de su flojo carácter al no hacer declaraciones abiertamente o tener charla con el presidente cara a cara, sólo a través de un burofax y luego tras una charla entre el presidente y su padre al ver que no había posibilidad alguna de su salida realizó un paripé de entrevista para calmar los ánimos de la afición. Creo que no fue el peor del partido ni mucho menos, pero estamos ante un jugador que porta el brazalete y debe ser el que cambien la dinámica de los partidos, y con su actitud está muy lejos de ello. El años es muy largo y con Messi de capitán parece que los éxitos no están asegurados.

Bofetón de realidad

La Champions League dejó ayer dos resultados devastadores que dejan claro lo lejos que está en esta edición el fútbol español de su mejor momento. Tanto Real Madrid como Atlético cayeron con estrépito en su debut europeo y deja muy claro que están muy lejos del nivel mostrado en los últimos años y que este año va a tocar sufrir de lo lindo en la competición continental.

Es cierto que la derrota es distinta, el Madrid dio una imagen pésima desde el inicio y perdió en su casa ante un rival muy inferior. Los primeros 45 minutos del equipo de Zidane (que se equivoca pensando que tiene una plantilla amplia y se puede permitir las rotaciones) fueron bochornosos, con un Shaktar que le metió tres pero pudieron ser cinco de haber estado más acertados. El nivel mostrado por Marcelo, Varane o Jovic es inadmisible en un club de la altura e historia del Madrid, y pese a maquillar la derrota en la segunda parte (donde el VAR anuló bien un gol en el descuento al Madrid que suponía el empate) las sensaciones del equipo blanco son muy más tras la derrota ante el Cádiz del sábado. Y este sábado van al Camp Nou donde de perder la crisis será de envergadura.

En el bando Atlético la derrota fue durísima, encajar cuatro goles no es normal con Simeone en los banquillos, pero es un marcador engañoso. El Bayern no fue tan superior como dice el marcador y el equipo rojiblanco cuajó una actuación decente, pero la falta de acierto unida a la pegada del Bayern ( cuatro goles en cinco tiros a puerta) demuestran que la plantilla del Atlético no está a día de hoy para pelear con los favoritos en Europa. El centro del campo del equipo y los laterales están muy lejos de los nombres y nivel de otros años y hacen que el Atlético sufra mucho para pelear con los equipos más en forma.

Lo bueno de estas derrotas es que los otros pretendientes de sus grupos empataron, por lo que el traspié no es tan importante y que se ha producido al inicio de la temporada para poder corregir los fallos y los problemas que todavía hay tiempo y margen para ello. Pero la sensación ya de que ningún equipo español es favorito en esta Champions no es evidente sino que después de lo de ayer es manifiesto.

Cuesta ser un grande

El PSG inexplicablemente volvió a caer contra el Manchester United como hace dos temporadas en los octavos de final, en su estadio, y dejando una imagen de impotencia y de fragilidad defensiva muy preocupante. Parecía que tras disputar la final de la Champions de la última edición los fantasmas de la barrera que tenían de octavos de final había desaparecido, pero nada más lejos de la realidad. Ayer uno de los United más flojos que recuerdo en mucho tiempo ganó en el parque de los Príncipes sin hacer ningún partidazo y sin sufrir en exceso, salvo algunos pocos tramos en la primera parte.

Y el PSG contó con todas sus estrellas Neymar, Di María y Mbappé en ataque. Pero n con esas pudieron vencer al conjunto de Solksjaer que encadena dos victorias consecutivas a domicilio ante el gigante francés. El equipo de Tüchel dio muestras de lo poca segura que es su defensa y de lo parido que esta siempre el equipo en transiciones defensivas. Con muy poco salía el United y creaba problemas serios, pero en ataque tampoco estuvieron mucho mejor. El único gol fue de Martial en propia a la salida de un córner bien defendido por el conjunto inglés.

Es pronto todavía y el PSG seguramente acabe líder del grupo, pero de nuevo deja sensaciones de que en los partidos verdaderamente importantes (el año pasado llegó a la final eliminando a Dortmund, Atalanta y Leipzig no hay que olvidarlo) nunca da la talla este equipo construido a base de talonario, no han conseguido nunca involucrar de manera clara a sus máximas estrellas y cada vez que se ve este equipo parece más un grupo de bandas que compañeros de vestuario. Se están dando cuenta que no todo es fichar jugadores a precios desorbitados y si líderes que den la cara en los momentos complicados.

39 razones

El Milán volvió a llevarse un derbi ante el Inter como visitante diez años después en el inicio liguero más esperanzador de los rossoneri desde hace casi una década. Las cuatro victorias en otros tantos partidos le han convertido en el líder en solitario de una Serie A, algo que n saboreaban desde hace más de un lustro. Y además lo hace con el equipo con menor media de edad de Italia y casi de Europa. Sólo Ibrahimovic supera los treinta años en un equipo que Stefano Pioli ha conseguido por fin convertir en estable y regular.

Y hablando del delantero sueco, es increíble como a sus 39 años sigue siendo el líder del equipo, anotando los dos goles de la victoria, jugando los noventa minutos enteros del partido, y siendo una vez más e jugador más determinante. Su regreso a la Serie A en el mercado de invierno pasado no fue para pasearse y desde que aterrizó el equipo de Europa que más puntos ha conseguido y mejor racha de las grandes ligas europeas es el Milán, lo que da muestras del nivel y compromiso de un Zlatan que se resiste a colgar las boas y sigue demostrando que es un auténtico fuera de serie.

Luchar por el título de la Serie A es utópico para la plantilla que tienen en milanello, pero su vuelta a la champions, competición de la que es el segundo equipo más laureado de la historia, es algo que se antoja imprescindible en esta temporada. La inyección económica que supondría la clasificación podría ser por fin el impulso para volver a una élite del fútbol de la que nunca debió caerse. La contratación de director deportivo de su máxima leyenda Paolo Maldini, ha devuelo una identidad perdida al equipo y por fin los tifossi rosoneros vuelven a soñar con el resurgimiento del equipo.

La dura realidad

España cayó ante Ucrania en un partido que dejó en evidencia todas las evidencias de un conjunto que está muy lejos de competir con las selecciones más importantes ahora mismo y dejó muy claro que el puesto más necesitado ahora mismo es el de delantero centro. Desde que Villa se retiró de la Roja, no ha habido ningún 9 que se haya asentado en el equipo y la falta de gol comienza a ser una rémora muy importante para un conjunto joven que está en plena transición de nombres importantes y que le falta ese hombre gol que desatasque partidos cerrados como el del Martes.

Pero no sólo el puesto de nueve debería de preocupar, la portería es un tema incendiario, con dos porteros que a priori deberían ser un muro, ni Kepa ni De Gea son capaces de revertir las críticas y sus errores de mayor o menor envergadura son una constante casi en cada partido y sigue sin haber uno fijo como titular. Luis Enrique sigue probando a ambos a ver si alguno coge la confianza necesaria para hacerse con el puesto pero ni por esas. Ya ante Ucrania un fallo en cadena de toda la defensa y con De Gea ayudando también acabó en el gol que supuso la derrota del combinado nacional.

En el medio es quizás donde más variantes hay y de más seguridad, en esta última convocatoria las lesiones han privado a cuatro pilares del conjunto de ir a la concentración en las Rozas. Tanto Isco como Fabián, Asensio o Thiago no sólo se prevén como seleccionables sino como titulares en un equipo necesitados de alguien con liderazgo y que asuma algo de riesgos en esos pases entre líneas para ayudar a dar velocidad al ataque y ser más imprevisibles, en vez de tanto toque en paralelo sin peligro alguno como el visto el Martes en Kiev. Queda mucho tiempo y hay tiempo de recuperar a jugadores para la causa como Saúl o Aspas, pero a día de hoy España está muy lejos de las principales selecciones para la Eurocopa.

23=23?

LeBron James lo ha vuelto a hacer. Ha ganado de nuevo el campeonato de la NBA consiguiendo un hito jamás realizado que es el de ser MVP de las Finales con tres equipos diferentes. Y como cada vez que LeBron bate un récord o consigue un hito más en su carrera las comparaciones con Jordan son más que evidentes. Son los dos jugadores más grandes de la historia del baloncesto, dos dominadores natos de la liga que además han sabido desarrollar su juego a lo largo de los años en la liga llegando a ser imparables en ambos lados de la cancha y una capacidad de comprensión del juego y de los partidos al alcance sólo de los elegidos. Pero la duda es ¿quién es mejor?.

Está claro porque las estadísticas así lo demuestran que LeBron es más completo que Jordan. Un jugador que promedia a lo largo de su carrera casi un triple doble, ganador de cuatro MVPs de la temporada regular y que este año ha sido capaz de jugar de base de su equipo siendo el máximo asistente de la liga dan muestras de la evolución en el juego del de Akron. Además con su físico es capaz de defender con éxito las cinco posiciones en la cancha y que sólo un robo en las votaciones le privó de ser el mejor jugador defensivo del año en favor de Marc Gasol. Pero ya no sólo eso, LeBron ha superado el ser el jugador más odidado de la liga tras sus primeros fastuosos años de shows ridículos que realizaba antes de los partidos y su documental sobre su decisión de fichaje acrecentó su mala fama para el público. Pero tras su regreso a Cleveland y ser capaz de competir y remontar un 3-1 en contra en las Finales ante el mejor equipo de la historia en temporada regular hizo cambiar de opinión hasta los más escépticos. Ahora ha sido capaz de alzar de nuevo a los Lakers a empatar a 17 títulos con los Celtics como máximos galardonados de la historia de la NBA.

Si tras estos hitos no es considerado el mejor de la historia es porque se le compara con otro monstruo de este deporte. El jugador que llevó la NBA a lo más alto, quizás el deportista más icónico de la historia, un jugador que convirtió en unánime las conversaciones sobre el mejor jugador de la historia cuando el debate entre Bird y Magic era irresoluble. El mejor anotador de la historia de la liga, cinco veces MVP, ganador en el mismo año del MVP de la liga, MVP del All Star y el premio a Mejor Defensor de la Liga. un jugador capaz de retirarse año y medio tras ganar tres títulos seguidos y volver a someter la liga otros tres años más a su antojo. Un jugador que cuenta todas sus apariciones en las Finales con victorias y un aura de imbatibilidad y superioridad a la altura del más grande. Quizás Jordan sea el mejor jugador de baloncesto de la historia, pero LeBron James es el único mortal capaz de mirarle a los ojos y soportar las comparaciones sin que suene a ridículo el duelo.

Detrás de la marcha de Thomas

El fichaje de Thomas Partey por el Arsenal en el última día de mercado y previo pago de su cláusula hacen que se busquen los porqués de esta situación, y más cuando el jugador siempre manifestó su deseo de seguir formando parte del club colchonero. La situación era la siguiente, el contrato de Thomas era de un millón y medio anuales, y su cláusula de cincuenta millones. Un sueldo que era el segundo más bajo (sin conta canteranos) de toda la plantilla, cuando el 5 era un titular indiscutible desde hace dos campañas. Las conversaciones sobre su renovación que le planteó el club eran muy bajas (en comparación con jugadores de su categoría y con galones de titulares en la plantilla) y se congelaron con el inicio de la pandemia.


Esto no gustó al jugador, ni las maneras ni el aplazamiento. Por eso tomó la decisión de marcharse a un equipo que le puso sobre la mesa seis millones limpios al año, algo irrechazable dada la situación del Ghanés en el conjunto rojiblanco. Esto deja en evidencia la directiva atlética que contaba con que al ser canterano iba a aguantar estos agravios con respecto a otros jugadores que ni siquiera eran titulares en el equipo. Thomas ya daba por hecho que iba a jugar esta temporada en el Atlético, pero tras la derrota en la Premier del Arsenal que ha ganado los otros tres partidos sirvieron a Arteta para pedir un último esfuerzo a la directiva gunner que finalmente puso la carne en el asador y convencieron finalmente al centrocampista.


Ahora la historia se puede vender de muchas maneras, pero tras una mala gestión por parte de la directiva, ver como a los fichajes nuevos (caso de Suárez) se les ponía sueldos acordes a la plantilla, se hartó y tomó la decisión cuando se presentó finalmente la oportunidad. Lo más curioso es en su despedida el no nombrar a un Simeone que es el que ha moldeado a este futbolista, lo que también puede denota un problema con el entrenador, no se recuerda problemas con el Cholo de Thomas, pero su salida puede que haya provocado problemas con el técnico argentino, que ya lamentó al máximo la marcha de otro canterano por su cláusula como fuel el caso de Lucas Hernández el verano pasado. Lo que está claro es que si la directiva hubiera hecho las cosas bien el jugador seguiría de rojiblanco. Dicho esto, el jugador no es imprescindible y el fichaje de Kondogbia puede tapar perfectamente el agujero que deja el africano en el Atlético.

Se ha quedado corto

El Fútbol Club Barcelona ha cerrado uno de los veranos más complicados de su vida con muchas dudas y con mucho trabajo no realizado. La idea era hacer una pequeña revolución, dejando salir (por no decir regalando) a varios pesos pesados, pero con la idea de traer jugadores nuevos que reforzaran esas posiciones que quedaban cojas sin estos futbolistas. Pero nada más lejos de la realidad el mercado se cerró y el Barcelona ha cerrado una plantilla corta y carente en muchas posiciones de jugadores específicos.

En la delantera, es el gran agujero negro del equipo, ni un solo 9 puro. Lo más parecido es Braithwaite, que no parece que vaya a contar para Koeman y cuyo nivel quizás está lejos del Barcelona. La idea es que Messi juegue de falso 9, como idea está bien pero en partidos atascados como el último ante el Sevilla donde hay que abrir el campo y los espacios por el centro son limitados, la figura de un delantero que fije centrales se hace imprescindible y a día de hoy el equipo no la tiene.

El centro del campo ha tenido un buen lavado de cara, las marchas de Rakitic, Vidal y Arthur, unido al cambio de dibujo, hacen que se pueda recuperar la mejor versión de un Coutinho que se le ve feliz y cómodo sobre el campo. La dupla de Pjanic-De Jong habrá que verla, de momento no han jugado juntos prácticamente, pero promete al menos la idea de que el holandés tenga más llegda al área y que no sea un sólo jugador como hasta ahora el que frene los contrataques rivales cuando el equipo se parta.

Pero en defensa, el gran agujero negro del equipo en los últimos años, no ha cambiado nada. Sólo Dest como lateral derecho para confeccionar una defensa que salvo Piqué, no suele ser muy regular, Alba ya se lesionó otra vez más en el último partido y su recambio continúa siendo Júnior Firpo que desde que llegó no ha convencido a ningún técnico. El lateral de momento lo sigue ocupando un Sergi Roberto que cada vez aporta menos tanto de lateral como de centrocampista y que sonó con fuerza para abandonar el club (quizás al ser de la casa se tuvo más mando derecha).

Y la peor parte es el banquillo, un club como el Barcelona no puede contar con Pedri, Trincao o Araújo como revulsivos cuando llegue la parte dura de la temporada, son buenos jugadores, que seguro tendrán un futuro brillante, pero ahora mismo no es la mejor opción para hacer olvida la temporada pasada donde el club blaugrana no ganó un solo título y fue humillado en los cuartos de final de la Champions. Muy mal de nuevo en los despachos por parte de Bartomeu, y la única buena noticia para la parroquia blaugrana es que seguro ya es la última de su presidente.