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Remontada para despejar dudas

Hoy el Real Madrid se enfrenta a una dura prueba de fuego, tiene que remontar el 1-2 adverso de la ida en el Santiago Bernabéu, con muchas dudas en su juego y con bajas fundamentales en el once inicial que hacen más difícil dar la vuelta a la eliminatoria. Tiene que anotar al mínimo dos goles para pasar ante un Celta que si algo demostró en la ida fue solidez, el Madrid salvo en el gol de Marcelo que vino precedido de un desvío en el tiro al dar en un defensa, no supo perforar la meta de Sergio y tampoco tuvo ocasiones muy claras para hacerlo, salvando la última del partido que Benzema mandó al limbo cuando lo más fácil era meterla en la red.

Los de Berizzo no se sienten favoritos y quieren continuar con su papel de víctima que tan bien les fue a la ida sabedores de que si hay un equipo experto en remontadas y que aprieta más que nadie en partidos así es el Real Madrid, se espera un inicio fuerte por parte de ambos, con un Celta que reservó a muchos de sus titulares en el último partido frente a la Real Sociedad para que estuvieran del todo descansados para el partido de hoy. La baja del Tucu Hernández es el único lunar del equipo de Berizzo que intentará repetir la hazaña y dejar al máximo favorito del torne por el camino.

Pero si hablamos de bajas el Madrid debe sobreponerse a las ya sabidas de Bale, James, Pepe, Carvajal, y a los que esta última jornada se han unido Varane, Marcelo y Modric, el central titular, el jugador más desequilibrante y la brújula del equipo, casi nada. Habrá que ver cómo recompone el equipo Zidane ya que se queda sin lateral izquierdo si pone a Nacho de central, tendrá que tirar de la cantera o hacer el experimento de Lucas Vázquez en el lateral derecho. Veredmos con qué nos sorprende el francés ante lo que puede ser su primera eliminación en eliminatorias directas, a partir de las 21:15 en Balaídos disfrutaremos de este partidazo.

El Madrid reabre la liga

Quedaban diez minutos para finalizar el partido en el Sánchez Pizjuán y el Madrid estaba llevándose tres puntos importantísimos para el campeonato, y continuando con su racha de partidos invictos. Pero algo más de diez minutos más tarde, el partido había acabado y el Madrid se iba de vacío y con la sensación de reabrir de nuevo el campeonato a sus máximos rivales y dejando la racha de invicto en cuarenta partidos.

Las sensaciones tras el partido eran contradictorias, el Madrid no había hecho un partido para perder (tampoco se mercía llevarse los tres puntos) y se iba sin sumar y todo por culpa de fallos más que evitables. El gol es un cúmulo de malas decisiones, con una falta lateral evitable, y un autogol de Ramos que cerraba así una de las semanas más intensas de su vida. Pero lejos de aprender en un saque de banda en el que parecían tener prisa los blancos Benzema (héroe en el empate in extremis el jueves en la Copa que mantenía viva la racha de invicto) se convertía en villano al perder el balón sin poner oposición y un más que mal colocado Navas encajaba un gol de Jovetic que realmente ha aterrizado de pie en Sevilla.

Es cierto que es un simple traspiés y el Madrid sigue siendo favorito en liga, pero esto puede llenar de confianza a unos perseguidores que de haberse llevado los tres puntos hubieran dado por perdida prácticamente la liga. Este partido puede suponer un punto de inflexión tras tanta euforía y buenos resultados, o puede suponer un simple y más que lógico tropiezo tras tres partidos en semana y media ante el Sevilla. Este miércoles viaja a Vigo para los cuartos de Copa, veremos la reacción de los de Zidane.

El Atlético toca fondo

La noche de ayer no trajo ninguna buena noticia para el Atlético de Madrid, la dolorosa y abultada derrota, unida a las lesiones de Oblak y Tiago (ambas lesiones que provocaron los goles locales) dejan en una situación muy delicada al equipo de Simeone. Pero lo más preocupante no es la derrota en sí, el Villareal en su campo es un equipo siempre complicado, sino la manera en que se produjo, la desidia de muchos jugadores rojiblancos y sobre todo la falta de intensidad que ha sido santo y seña de este equipo desde la llegada del Cholo.

El Villareal superó en ganas, presión y ambición al Atlético, que ve cómo Griezmann (que ha llegado muy justo de tiempo de la Eurocopa y necesita claramente una pretemporada) no está, Gameiro no ha encajado como se esperaba a estas alturas de campeonato y el desplazamiento de Koke de nuevo a la banda como interior ha dejado al equipo sin fútbol y al medio totalmente desaparecido. Si a esto unimos que el jugador más en forma del equipo es Carrasco y ayer decidió prescindir de él en el once dejan a las claras el mal momento que vive este equipo.

Aún así este Atlético tiene motivos para sonreír, le ha tocado un rival asequible en el sorteo de octavos de la Champions, y pese a que el Madrid está ya a 12 puntos, su objetivo sigue siendo el tercer puesto y está en su mano llegar a él, pero no se ve resquicios de buena sintonía del equipo que además recibe este fin de semana a un rival peligroso como Las Palmas en casa que puede acabar de matar anímicamente a un equipo que hace no mucho iba líder invicto de la liga y estaba desplegando el mejor fútbol del campeonato. Puede que esto sólo sea un bache, pero desde que aterrizó el técnico argentino el Atlético no había vivido una situación así.

La Champions para curarse

Tras la mala jornada liguera para atléticos y culés les llega la oportunidad de redimirse en la máxima competición internacional. El Atlético recibe al PSV tras su varapalo en el derbi liguero donde cayó con muy malas sensaciones contra el Madrid, dejando la imagen del equipo muy dañada tras los enfados de Koke y Gabi durante los 90 minutos. Pero en Champions de momento sólo conocen la victoria y quieren ganar hoy para ir más tranquilos al Allianz Arena y poder acabar primeros de grupo, que le garantizaría la vuelta de octavos en su campo.

Por su parte el Barcelona llega con dudas tras el empate a cero frente al Málaga tras la baja de última hora de Messi. La sensación que dejó el equipo es que no hay mucho fondo de banquillo, y que mejor rival que un débil Celtic para pagar los platos rotos del fin de semana. Messi sigue siendo el pichichi de la fase de grupos con siete goles y quiere seguir recortando distancias a un Cristiano Ronaldo que le saca ahora mismo cinco goles en la clasificación histórica del torneo.

Atlético y Barcelona deben despejar todas las dudas generadas el fin de semana y asegurarse en el caso del Barcelona la clasificación matemática (el Atlético ya la ha conseguido). Ambos deben reconducir el rumbo para intentar recortar puntos respecto al Madrid líder de la liga y que mejor manera que empezar con una victoria que aleje los fantasmas de crisis en unas entidades que no han comenzado el campeonato como se esperaba de ellos, en especial el Atlético que ya se encuentra a nueve puntos de la cabeza de la tabla.

El Sevilla aguantó lo que aguantó el físico

El partido de ayer fue una obra de arte, la primera parte del Sevilla fue sublime, fue una apisonadora que tuvo al Barcelona contra las cuerdas en varias ocasiones y que se pudo ir al descanso con una renta de al menos dos goles y terminó empatando al borde del descanso merced a una obra de arte de nuevo de Messi. De no ser por ese gol sobre la bocina del descanso el partido hubiese cambiado mucho, el despliegue de los hispalenses fue enorme y verse a los vestuarios empatados a goles les hizo perder un poco la fe.

Aun así lo intentó al comienzo de la segunda pero ya el Barcelona se había hecho dueño del partido gracias a un Messi omnipresente que comenzó a repartir asistencias a todo el compañero que se desmarcara, Suárez anotó el segundo gol pero tuvo varias ocasiones clarísimas de gol que desaprovechó al igual que un Neymar que comenzó la segunda parte muy activo pero que fue desapareciendo poco a poco a medida que avanzaba el crono. Por su parte el Sevilla acusó el desgaste de la primera parte sin recompensa ya que acorraló al Barcelona no le concedió ni media ocasión y aun así iban empate (está claro que a Messi no se le puede dejar ni media ocasión).

Sampaoli planteó una encerrona perfecta que sólo un hombre pudo desatascar, pero está claro que con partidos así el Sevilla va a ser un rival temible y muy difícil de ganar, un equipo que presiona arriba sin descanso y que sabe salir rápido con la pelota para hacer daño cuando el rival está descolocado. Mucho mérito haber tenido al Barcelona 45 minutos contra las cuerdas y haber intentado un arreón final donde pudo haber penalti de Umtiti sobre Correa en la última jugada.

Bajón de Busquets

La temporada de Sergio Busquets está siendo más que discreta, un jugador que nos tiene acostumbrados a no cometer ningún error pese a jugar en una de la posición más delicada del campo (y más en un equipo como el Barcelona), está realizando partidos en los que está irreconocible, no da la seguridad necesaria al equipo y sus fallos están costando muy caros para el Barcelona. Sus malas actuaciones han venido acompañadas de las peores derrotas de los blaugrana esta temporada frente al Alavés en casa, en Vigo y en Manchester, demostrando la importancia que tiene en el equipo.

Y esta situación no es nueva, ya el año pasado su bajón fue notable, pero fue debido a que arrastró una lesión de pubis a lo largo de todo el año de la que no terminaba de recuperarse. Pero este año y tras la Eurocopa (en la que hizo las maletas tras la derrota de octavos frente a Italia) se esperaba que recuperara su mejor versión. Luis Enrique es consciente de esta situación pero ningún jugador de su plantilla le da la confianza de Busquets a día de hoy, y eso hace que casi no pueda darle descanso.

Las salidas de balón desde el portero le costaron el partido de Vigo, el de Manchester y el del Alavés, y todo porque el jugador que siempre corrige todos los errores y da la mejor salida del balón no está al cien por cien, y ese talón de aquiles lo está arrastrando el Barcelona desde la campaña pasada. Tanto buscar fichajes de reserva para el tridente o pagar cantidades desorbitadas por jugadores innecesarios como André Gomes y siguen sin tener un jugador de recambio para una pieza indispensable. O recupera Busquets pronto su mejor versión o el Barcelona va a sufrir mucho en los partidos que le presionen muy arriba.

Argentina nunca es feliz

La derrota de Argentina frente a Paraguay por un tanto a cero ha traído un terremoto de críticas en el país albiceleste. Las críticas por increíble que parezca vuelven a ser para Messi, al que acusan de hacer las convocatorias en función de sus amigos. Después de suplicar el país entero la vuelta a la selección y de forzar hasta romperse por jugar con Argentina, ya le llovieron las primeras críticas, y ahora con el astro lesionado se le critica también de la derrota.

Se dice que sólo juegan en el equipo los amigos de Messi, Agüero i Di María son el máximo exponente de las acusaciones, pero no creo que haya ningún jugador argentino (salvo Dybala) con mayor calidad que ambos a día de hoy. Del Kun se critica su falta de gol (falló un penalti y un mano a mano durante el partido) y del fideo su poco compromiso y su baja forma. Y por supuesto el culpable de eso también es Messi, un Messi con el que Argentina gana partidos y que sin él está fuera de la repesca para el Mundial de Rusia.

Argentina no aprende de sus errores, tras perder la final del Mundial y dos Copa América consecutivas (tres de las últimas cuatro), se sigue criticando y cargando de presión a unos jugadores que no acaban de rendir bien con el combinado nacional, bien por presión popular, bien por falta de algún gran técnico al frente de la selección o bien por la grave crisis que está atravesando la AFA. El caso es que a Messi no creo que le haya hecho mucha gracia que su nombre vuelva a estar asociado a la polémica y más sin siquiera haber participado en el partido, Argentina es todo corazón pero sigue sinedo un país que no sabe realmente lo que quiere ni a quién quiere.

Al Sevilla le faltó fuelle

El partido de ida de ayer se presentaba como una buena oportunidad del Sevilla para mostrar a su público su nuevo estilo. Y durante la primera parte se vio lo que Sampaoli quiere, presión muy fuerte, todos implicados en recuperar y en cuanto se pueda salir hacia la portería contraria con todo. Y el hombre perfecto para ese fútbol y que va a crecer mucho con el técnico argentino es Vitolo, un portento físico que defiende y ataca por igual y que es un martirio por banda para cualquier defensa.

El Sevilla comenzó bien el partido, amén de una parada en los primeros minutos de Sergio Rico a Suárez que hubiese cambiado el devenir del partido, supo defender al Barcelona y con Mariano y Franco Vázquez llegar bien a línea de fondo. Lástima que Vietto desentone tanto en este equipo que en cuanto encuentre a ese delantero que le de lo que necesita va a ser muy peligroso.

Pero la segunda parte fue muy distinta y el Sevilla acusó el desgaste del partido del martes en Noruega y la fuerte presión que realizó en la primera parte, a partir de ahí el centro del campo del Barcelona mucho mas cómodo  con espacio comenzó a generar más y así llegaron los dos goles que pudieron ser más. La buena noticia para el Sevilla fue que aunque el título está prácticamente perdido la temporada acaba de comenzar y que si coge rápido el tono físico va a ser de nuevo un Sevilla difícil de batir.

El varapalo que se necesitaba

El partido de ayer resumió muy bien lo que es la selección española ahora mismo, un recuerdo de los mejores momentos que no basta para derrotar a una Italia sin estrellas pero con jugadores comprometidos. El baño recibido en la primera parte denota que el partido no se había trabajado tácticamente, se repitió una y mil veces el pelotazo a Pellé que sólo dejaba de cara a Éder y Guiaccherini que entraban como cuchillo en mantequilla. Ramos y Piqué no supieron hacer frente al tanque italiano y las ayudas del centro del campo eran inexistentes.

Conte preparó un partido perfecto que sólo la mala puntería y De Gea hicieron que España se mantuviera en el encuentro hasta casi el final del mismo. Nos superaban en todas las líneas, éramos incapaces de superar a ningún marcador y encima sus contras eran letales. Y en esas llegó el gol de Italia que definió cómo está ahora mismo la selección, nadie miraba cuando disparó Éder, y al rechace llegaron tres italianos y Piqué que llegó tarde y no pudo evitarlo.

Tampoco hay que ser pesimistas, tenemos jugadores jóvenes que están pidiendo la vez, y varios de los integrantes de esta selección muy válidos todavía. Esto es el definitivo toque de atención para realizar un cambio profundo a la selección y volver a ser ese equipo con hambre de título que un día fuimos y volver a respetar a rivales como Italia como se merecen, como se merece una selección que ha ganado cuatro mundiales y de la que nos considerábamos su bestia negra y que nos ha hecho abrir los ojos.

Puñetazo del Madrid

Del partido de ayer sólo se puede sacar una conclusión, y es que el Madrid se lo tomó más en serio. El ambiente tras su victoria era enrarecido con el homenaje a Cruyff flotando en el ambiente y con todos los presidentes culés vivos en la grada viéndolo.  Pero la realidad es distinta y es que el Barcelona es consciente del difícil partido que tiene este martes en Champions y sabedor de su posición en la liga (antes del partido le sacaba diez puntos al Madrid) se dejó llevar un poco, y más tras ponerse por delante. Pero con lo que no contaba es con la reacción de orgullo del Madrid que le llevó a dar la vuelta al partido.

Además casualidad o no la reacción de Madrid vino tras quitar a Rakitic del once por Arda. No es la primera vez que hace este cambio y nunca le ha salio bien. El turco no acaba de acoplarse a un equipo al que parece muy complicado entrar tras tener un once tipo tan definido. El desplome físico de los culés es algo que si se explica desde el punto de vista de partidos de selecciones es entendible, pero sino se debe a eso estamos ante una situación de alerta máxima en can barça. Aún esta el Barcelona en disposición de hacer historia al poder hacer dos tripletes seguidos, pero en el fondo a todos los culés les habrá dolido esta más que inesperada derrota.