La eliminación del Real Madrid en el Etihad a manos del Manchester City estropeó un final de temporada brillante por parte del Madrid, que había hecho una vuelta del confinamiento magnífica, estaba imbatido y contaba todos sus partidos por victorias salvo el empate en una última jornada sin trascendencia ante el Leganés, y ha provocado dudas sobre el proyecto y la figura de Zidane, hasta hace poco indiscutible.
Son injustas estas dudas que surgen en torno a la figura del técnico francés, es cierto que en el partido de vuelta no estuvo muy acertado, pero sus números hablan por sí solos, y para ser el entrenador del Real Madrid no hay que ser el técnico con más táctica, sino un hombre duro al que respeten los jugadores y con galones para tomar las decisiones, algo que Zidane tiene y de sobra en este Madrid.
Las dudas que surgen respecto al grupo son exactamente las mismas que hubo tras la eliminación a manso del Ajax el años pasado, es el mismo bloque que cayó otra vez en octavos ante los ingleses, salvo con Hazaard y Mendy en el equipo titular. En la vuelta de ese encuentro hay que recordar que tampoco estuvo Ramos. El mercado ahora mismo no permite realizar una gran revolución en el equipo, de hecho tampoco creo que sea necesario, pero es cierto que los fichajes del año pasado no han dado la talla, en especial Jovic y Hazaard, ambos con vitola de estrella y muy lejos del nivel mostrado el año anterior.
De momento parece que se recupera finalmente a Odegaard, para dar aire fresco al centro del campo y empezar a pensar en la jubilación paulatina de Modric al que la edad empieza a hacer mella. Otro tema será ver qué se hace con Bale, si finalmente se puede colocar al igual que James y aligerar los salarios de una plantilla que ahora mismo ahogan las arcas del club.