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Paso atrás de Morata

Álvaro Morata era uno de los delanteros más codiciados el pasado verano en el mercado. Su deseo de buscar más minutos le llevó a marcharse del Real Madrid donde formaba parte de la unidad B que maravilló en las últimas jornadas de liga dando mucho descanso a los titulares y llegando a jugar incluso un mejor fútbol que los once titulares en muchas ocasiones. Pese a que Zidane le explicó que para él Morata era un jugador importante, la predilección del técnico francés por Benzema unido a que Morata no fue titular en ningún partido importante con el Madrid le llevaron a tomar la decisión.

Y en esto aparecieron el Manchester United, que por momentos parecía que lo tenía ya cerrado, pero finalmente fue el Chelsea de Conte, el entrenador que ya le llevó a la Juventus, el que se hizo con los servicios del delantero madrileño por 70 millones de Euros, cifra récord para un jugador español. Y los comienzos fueron prometedores, era titular indiscutible, veía gol con facilidad y el Chelsea tenía paso firme en Champions y en Premier League, siendo además Morata uno de los favoritos de la grada blue.

Pero con la lesión de espalda, que le ha tenido mermado el final de temporada, perdió toda la confianza de Conte que ha preferido a Giroud como 9 titular el último tramo del campeonato, dejando así a Morata en el banquillo y sin Mundial. Lopetegui ha sido congruente con sus elecciones, y pese a que siempre ha tenido a Morata como su delantero titular en las categorías inferiores de la selección, estos últimos meses le han llevado a llevar los tres delanteros más en forma ahora mismo. Morata debe sobreponerse al golpe, resetearse y adaptarse al nuevo técnico que llegue al Chelsea porque presumiblemente este verano Conte no continuará como técnico blue.

Injusticia con Kondogbia

Salió la lista definitiva de Francia para el Mundial y la gran cantidad de talento que atesora el país del gallo hace que las ausencias sean muy sonadas. Los Benzemá, Lacazette, Rabiott, Martial o Laporte estarían en casi cualquier otra lista sin ningún problema. Pero una destaca por encima del resto y es la de Geffrey Kondogbia. El medio centro del Valencia (propiedad aún del Inter) ha cuajado un año sensacional y ha hecho méritos más que de sobra para ser uno de los elegidos por Deschamps.

Es una injusticia que vayan jugadores como Pogba o N´Zonzi con los años que han hecho antes que Kondogbia, que ha sido el mejor jugador del equipo revelación este año en España junto con el Betis. Ha manejado al equipo el solo y ha dado auténticas exhibiciones de despliegue, como la ofrecida en el Bernabéu en la segunda jornada con gol incluido. Quizás el haber ganado el mundial sub 20 con Pogba como pareja y las críticas que recibió esa selección por su fútbol pese a la victoria puede haberle pesado negativamente a la hora de su selección, pero los jugadores que van en su nombre son muy parecidos de cualidades a las del 16.

Matuidi, N´Zonzi o Pogba ni han hecho un mejor año que él, ni son mejores que Kondogbia, el único que está a su nivel a día de hoy es Kanté, que es el otro gran centrocampista que tienen los bleus. El juego de Francia con esta designación de Deschamps va a ser muy pobre en cuanto construcción pero muy difícil de meter mano. Va a ser un conjunto que deje todo el fútbol al talento de Mbappé y Griezmann teniendo a un auténtico box to box como Kondogbia en casa. Incomprensible.

Simeone revierte el problema

Nadie a principio de temporada podría augurar una temporada tan digna del Atlético. Segundo en Liga y ganador de la Europa League cuando en verano no pudo reforzarse con ningún jugador, con un cambio de estadio que obligó al equipo a jugar las tres primeras jornadas de Liga de manera consecutiva en campo rival, con el culebrón de Diego Costa sin terminar hasta bien entrado Octubre y con la mayor sequía de cara al gol de Griezmann jamás vista en el Atlético.

Pero unos meses después y tras haber superado todo tipo de infortunios, sobrevivir a una plantilla de 17 futbolistas para las tres competiciones, se alza con el título con el que comenzó su andadura en el Atlético y que está marcando la mejor época de el conjunto rojiblanco. De coger un equipo desahuciado, coqueteando con el descenso a ser número dos actualmente en el ranking FIFA. Quizás a principio de temporada fuese un título menor para este equipo (y ahora mismo lo es), pero el hecho de haber sido máximo favorito desde que participó y la solvencia que ha mostrado para ganarlo hacen que este Atlético continúe siendo un grande.

Ahora sólo queda por ver cómo afrontará la temporada que viene, si Griezmann se va o se queda, y todo con la final de la Champions en su estadio. Simeone sabe de la dificultad pero es un experto ante los retos, y con este Atlético lo fácil y lo complicado se difuminan de tal manera que le convierten en un equipo imprevisible y sobre todo y es de lo que más orgulloso se tienen que sentir todos los Atléticos, es el equipo al que nadie quiere enfrentarse en ninguna competición ni en ningún torneo.

La supervivencia de los Celtics

Por segundo año consecutivo los Boston Celtics jugarán la final de la conferencia Este, de nuevo ante los Cavaliers y de nuevo ante LeBron. Y lo hacen en el año en que se han vuelto a superar a sí mismo y de nuevo Danny Ainge ha vuelto a demostrar que es el mejor General Mannager de la liga. Tras el batacazo que supuso la grave lesión de Gordon Hayward a los tres minutos del primer partido de la liga, se sucedieron una racha de 18 victorias consecutivas que demostraron la capacidad de rehacerse de este equipo por momentos inmortal.

Pero lejos de librarse de las malas noticias a escasas dos semanas del inciio de los playoffs la otra gran estrella del equipo Kyrie Irving, debía pasar por quirófano para curar su maltrecha rodilla, despidiéndose así de lo que quedaba de temporada y playoffs. El equipo terminó la regular season segundo y afrontaba una dura primera ronda ante uno Bucks con un Antetuokompo ilusionado ante su primera participación en playoffs. Los Celtics ganaron todos sus partidos en el TD Bank para llevarse la serie en el séptimo. Y tras los Bucks el reto mayúsculo de unos Sixers que sólo habían perdido un partido de sus últimos 19 disputados entre temporada y playoffs.

Y ahí es donde volvió a salir la mejor versión de los Celtics, comandados por un gran Horford bien secundado por Rozier y un Tatum cada vez más dominador, se han llevado la serie en cinco partidos dejando en la cuneta a unos Sixers de los que se esperaba mucho más. Ahora lo lógico es que LeBron imponga su dominio en esta Final pese a que los Celtics parten con factor cancha. Se presenta una reedición de la Final del año pasado donde los Cavaliers barrieron 4-1 a los verdes. Pero pese a que sólo ha pasado un año son equipo bien distintos y con los Celtics el límite es el cielo.

El Bayern no ha dicho su última palabra

Frustrados. Así es como acabaron los jugadores del Bayern de Munich el pasado miércoles cuando tras hacer un gran partido y generar más de una decena de ocasiones (la gran mayoría clarísimas) se fueron con una nueva derrota ante un Real Madrid que no realizó un gran partido, que no mereció ganar, que no marcó Cristiano Ronaldo, pero que dejó la eliminatoria muy encarrilada y los ánimo de los bávaros muy tocados.

Pero este Bayern no es el de Guardiola o el de Ancelotti, es el Bayern de Heynckess, y el entrenador de Monchedgladbag ha devuelto el espíritu combativo a un grupo que parecía con un cierto estancamiento en lo competitivo. Ha devuelto la confianza a jugadores fundamentales como Müller, Ribéry o Robben que con Ancelotti o no jugaban o no rendían a su mejor nivel, ha sacado al mejor James de nuevo para beneficio del equipo y sobre todo, ha devuelto a Javi Martínez al medio del campo, lo que ha devuelto el poderío físico perdido en medio campo al equipo.

Pese a que tanto Vidal como Neuer y Robben no llegarán a este partido, los alemanes son optimistas en poder al menos igualar la gesta del año pasado en el Bernabéu (donde empataron la eliminatoria con un 1-2) donde sólo el arbitraje privó de completar la remontada al equipo alemán. Saben que lo tendrán difícil, pero saben que si marcan un gol dependen de ellos mismo para llevarse la eliminatoria y eso les hace ser muy peligrosos.

Mal de altura del Nápoles

El VAR acabó con las aspiraciones de conseguir el scudetto para el Nápoles este domingo. A los cinco minutos de partido el árbitro acudió al sistema VAR para rearbitrar una jugada dudosa y terminó expulsando al central Koulibali, héroe la jornada anterior con su gol en el descuento a la Juventus. Así el Nápoles fue un muñeco de trapo en manos de una Fiorentina que goleó sin piedad al segundo clasificado sepultando todas sus aspiraciones al título.

Y si hubo un héroe que terminó con los sueños del Nápoles fue Gio Simeone, autor de su primer hat trick en Italia, y que cuajó un partido excepcional. Los de Sarri acusaron la baja del central y apenas inquietaron la meta viola. Las acometidas de Mertens, Insigne y Callejón fueron escasas y casi siempre con poco peligro, lo que hizo que la Fiore se volcara hacia la meta de Reina sin miedo a las posibles contras.

De lo que pudo ser a lo que terminó siendo, el sábado la Juventus salvó el triunfo en el Meazza remontando el 2-1 en los últimos instantes, y el Nápoles desaprovechó la ocasión de meter presión a los juventinos perdiendo en Florencia. Quedan cuatro jornadas y la diferencia es de cuatro puntos, lo que deja casi finiquitada la serie A para los chicos de Allegri por séptimo año consecutivo. Otro año más el Nápoles que se queda a las puertas del título de liga.

La Juventus arregla el estropicio

Parecía que el partido en el Giuseppe Meazza estaba resuelto en el minuto 12 de partido, cuando ya con el gol de Douglas Costa en el marcador, el árbitro pedía el VAR y terminaba expulsando correctamente a Matías Vecino tras una entrada salvaje a Mandzukic. Este panorama dejaba helado a los aficionados del Inter y a los del Nápoles, que veían que la Juventus iba a ganar plácidamente en su salida más complicada para tratar de recortar puntos.

Pero la segunda parte (la primera acabó con un gol anulado a Matuidi correctamente por fuera de juego) empezó el Inter como un vendaval. Primero fue Icardi el que conectó un cabezazo a la red de Buffon y con el subidón, Perisic dribló a Cuadrado para centrar con veneno al área juventina y Barzagli eterminó introduciéndose el balón en su portería. Estalló el Meazza y en Nápoles se frotaban los ojos, esta derrota hacía que dependieran de ellos mismos para levantar la Serie A.

Pero en sólo seis minutos, los que transcurrieron del 83 al 89, Cuadrado e Higuaín frustraron a los hinchas interistas y bajaron de la nube a los napolitanos como mejor saben hacer, en los últimos minutos, con el partido más trabado posible y llevándose una victoria que vale un título. Y vaya si fueron conscientes que lo celebraron como si de una final se tratase al pitar el árbitro el pitido final. Aún queda la salida al Olímpico ante la Roma, pero esta Juve quiere la séptima consecutiva.

Ricky se come a Westbrook

Sensacional partido de nuevo de Ricky Rubio que consigue la tercera victoria consecutivo para su equipo ante los Thunder y deja a una sola victoria el pase a semifinales. Y no fue un partido fácil, llegaban los Thunder y Westbrook en especial picados con estos batalladores Jazz, pero ni con esas pudieron sumar una victoria en los dos duelos en Salt Lake City, lo que les deja muy desfavorable la eliminatoria, y además, deja muy tocado el proyecto de los Thunder (Paul George es agente libre el año que viene).

Tras las declaraciones tras el tercer partido en el que Westbrook aseguraba que el triple doble realizado por Ricky no iba a volver a ocurrir, el de Masnou sacó su versión más trabajadora y fue capaz él solo de sacar cuatro faltas al base californiano antes de que que hubiese finalizado el segundo cuarto. Gracias a eso los Jazz remontaron la desventaja inicial con la que Oklahoma arrancó el partido, y poco a poco gracias al trabajo de Donovan Mitchell se llevaron el partido.

Especial mención a la pareja interior de los Jazz, con Favor y Gobert a un gran nivel tanto ofensivo defensivo (una noche más). También Ingles estuvo a gran niel desde el perímetro y Ricky volvió a comandar con maestría a unos Jazz que están en un momento de forma espectacular y a los que después de esta serie nadie va a querer enfrentarse. Gran trabajo de Quin Schneider desde el banquillo para conformar un equipo compacto que ya no sólo se dedica a defender bien, sino que está dominando muy bien las transiciones, y a los que la llegada de Donovan Mitchell les ha venido perfecto para los ataques estáticos, un arma del que llevaban tiempo careciendo.

El Nápoles no se rinde

Espectacular final ayer en el partido por el título de la serie A en el Juventus Stadium. El Nápoles segundo a cuatro puntos de la Juventus, venció en el último suspiro gracias a un cabezazo inapelable de su central Koulibaly, que le vale para colocarse a un solo punto de los bianconeri y apretar las últimas cuatro jornadas de la liga. Conseguían así los de Sarri ganar el partido y salvar el match ball por una Serie A que se ha convertido en el único campeonato con un final de emoción de las grandes ligas.

Aún así la Juventus sigue con ventaja, pero sus cuatro jornadas son más complicadas que la de su perseguidor napolitano. Los de Allegri visitan el Giusseppe Meazza este fin de semana para medirse a un Inter que se está jugando entrar en Champions League contra los dos equipos de Roma. Además se enfrentará en casa ante el Bolonia y después visitará el Olímpico, donde le esperará la Roma, que puede estar clasificada ya en ese momento para la final de la Champions y con la moral por las nubes, mientras que en la última jornada recibirá al Hellas Verona.

El Nápoles por su parte recibirá la Fiorentina en San Paolo y tendrá que visitar al siempre difícil Torino para acabar la liga recibiendo a la Sampdoria y viajando a Crotone. Un camino más asequible que el de la Juve, que tras verse con cuatro puntos y media serie A en el bolsillo, se complicó la vida en el último minuto de ayer y ve peligrar su séptimo scudetto consecutivo. Mucha emoción para un campeonato que este año ha reverdecido de nuevo y está recuperando poco a poco el buen nivel que tenía en la década de los 90 y el 2000.

El Tottenham tiene sombra

Tras la victoria en Stamford Bridge de hace unas semanas parecía que el Tottenham dejaba sentenciada la cuarta plaza que da acceso a la Champions League en detrimento del Chelsea. Con la victoria cogía un colchón de siete puntos sobre los vecinos del sur de Londres que parecía definitivo. Pero su tropiezo entre semana ante el Brighton, unido a los malos momentos que ha ido atravesando el equipo han hecho que los de Conte se coloquen a cinco puntos de nuevo y estén al acecho de esa cuarta plaza.

Parece complicado que la pierda, pero el Tottenham no es un equipo que soporte bien la presión, y no está terminando bien además la temporada. Su eliminación ante la Juventus supuso un fuerte mazazo y a partir de ahí salvo la gran victoria en el derbi no han levantado cabeza. La vuelta de Lamela además ha desplazado al jugador más en forma del equipo, el coreano Son, al banquillo incomprensiblemente, y el equipo se ha resentido, merced también a la floja temporada que ha realizado la estrella Dele Alli (aunque fue autor de dos de los goles en Stamford Bridge).

Pochettino tendrá que controlar las últimas jornadas de su equipo para no perder esa preciada cuarta plaza, ya que el futuro del equipo, unido a que el año que viene estrenarán su nuevo estadio (han estado toda la temporada jugando a préstamo en Wembley) dependen de jugar la Champions League el año que viene. Si quieren retener a Harry Kane y Dele Alli deberán aguantar las últimas jornadas la persecución de un Chelsea que va a ir con todo a por la cuarta plaza.