Sigue lo bueno con Lopetegui

Con la victoria de ayer sobre Macedonia España sigue sin conocer la derrota desde la llegada de Julen Lopetegui como seleccionador. Esto hace que España siga líder de su grupo de clasificación al Mundial de Rusia (empatada a puntos con Italia pero con mejor golaverage) y esté viviendo un ciclo de rejuvenecimiento del equipo con mucha naturalidad, algo que no supo aportar Vicente del Bosque y que terminó con la pobre actuación del equipo en el Mundial de Brasil y en la Eurocopa de Francia.

Pero con la llegada del hombre que ya se alzó como campeón de la Eurocopa sub 21 de Israel con nombres como Thiago, Isco, Koke, Morata o De Gea entre otros, nombres que ahora son los que están dando ese relevo y devolviendo la competitividad a una selección que necesitaba claramente este soplo de aire fresco. Ayer la primera parte de España fue casi perfecta y ha conseguido además encajar a Diego Costa en el equipo y que sea igual de decisivo en la selección que en su club.

Pero no sólo los jóvenes están explotando de la mano de Lopetegui, veteranos como Silva, Ramos o Piqué han visto como su nivel mejoraba también, en especial el del canario, que duplica sus goles por partido con la selección que con sus clubes. Ha solventado además envites complicados como jugar ante Italia, Francia o Inglaterra fuera de casa y ganar ambos, dejando claro que este equipo vuelve a dar la cara en las grandes citas y demostrando que vuele a tener ese hambre que quizás faltó en los últimos torneos.

Ese extraño elemento llamado Horry

Cuando uno piensa en jugaodres con anillos en la historia de la NBA siempre sale el nombre de Bill Russell con sus once anillos en trece años, cualquier miembro de la plantilla de esos Celtics de la época de Russell o los de Michael Jordan o Kareem Abdul-Jabbar con seis anillos cada uno. Pero entre todas esas leyendas de la NBA sale el nombre de un trotamundos que siempre ha sabido estar en el momento y el lugar adecuado, y acertar en el único momento que realmente se le ha requerido. Un hombre que nació no para triunfar (jamás ha sido All Star) sino para ser importante en el momento más importante: Robert Horry.

Horry fue seleccionado por los Houston Rockets en el puesto 11 del draft del 92, y ya con ellos se alzó con los campeonatos de 1994 y 1995, los primeros en la historia de la franquicia. Tras estos éxitos pasó desapercibido un tiempo del radar mediático hasta que fue reclutado por los Lakers de Phil Jackson. Con ellos protagonizó el triple más inverosímil en las Finales de Conferencia Oeste frente a los Sacramento Kings. Un triple que valió el pasaje a la Final para ganar el tercer campeonato consecutivo de los Lakers y el quinto en su cuenta particular.

Pero lejos de conformarse, Big Shot Rob como era conocido por la prensa americana, decidió dar sus últimos servicios a los San Antonio Spurs de Tim Duncan. De nuevo dejó su impronta en el quinto partido de la Final con un triple ganador en la prórroga ante los Pistons que certificaba su sexto anillo, y aguantó dos años más para dejar su cuenta de títulos en siete, superando al mismísimo Michael Jordan. Jamás será una leyenda o será considerado entre los mejores, pero todas las franquicias por las que ha pasado guardan el mejor de los recuerdos de un tipo tan peculiar como decisivo, el gran Robert Horry.

Comienza la era Sampaoli

A estas horas se está jugando en Melbourne el primer partido de Jorge Sampaoli como seleccionador argentino. No es todavía partido oficial, pero es un partido ante Brasil por lo que la importancia al tratarse del clásico del sur de América es máxima. Su primer once está lleno de intenciones y deja ver que de funcionar Argentina será de nuevo un rival peligrosísimo con mucha dinamita arriba y una gran solidez atrás.

Su primer once junta a Messi, Dybala, Di María e Higuaín, pura dinamita arriba con muchísima movilidad y sobre todo gol, algo de lo que lleva adoleciendo la albiceleste desde hace mucho tiempo, combiandos con una defensa de cinco con tres centrales que tan buen éxito dio al técnico en el Sevilla. Los mandos del equipo estarán para Biglia que aportará la lucha y Banega que aportará la clase y servirá de balones a los cuatro atacantes.

Es una gran apuesta y puede sacar la mejor versión de Messi con Argentina por fin, y volver a encauzar al equipo en la clasificación para el Mundial de Rusia donde hasta ahora llevan un papel más que discreto. Comienza la era Sampaoli en Argentina con mucha ilusión y sobre todo con gran expectación ya que puede por fin volver a verse una gran versión de Argentina y de Messi que es el objetivo principal del nuevo técnico albiceleste.

Bellerín cambia de opinión

El fichaje del lateral Héctor Bellerín por el Barcelona parece que está muy cerca de concretarse. La llegada de Kolasinac al equipo gunner así lo da a entender, y supondría la vuelta del jugador al Barcelona donde salió hace unos años de la Masía rumbo a la Premier en otro gran acierto de joven promesa de Wenger. La vuelta del canterano estará en torno a los 40 millones de euros por lo que otra vez más el Barcelona pagará millonadas para la vuelta de jugadores que tuvo en su cantera como ya ocurrió con Cesc, Piqué, Alba o Aleix Vidal.

Pero lo curioso de este caso es la negativa que ha mostrado siempre Bellerín para volver al Barcelona, en su renovación de hace unos meses con el Arsenal llegó a afirmar ante el interés del club catalán que si se fue del Barcelona fue por algo y que no tenía pensado volver a su club de origen, que quería tener una carrera larga en el club londinense que siempre apostó por él. Cierto es que cuando un jugador renueva suele decir que quiere quedarse mucho tiempo en el club por el que acaba de renovar, pero cerrar de esa manera la puerta a un grande como el Barcelona y con ese resentimiento a mi personalmente me sorprendió muchísimo.

Pero meses después la situación ha cambiado totalmente. El Arsenal está fuera de la Champions League para el año que viene y con el mundial de Rusia en el horizonte el lateral sabe que para aspirar a ser titular con España, donde Carvajal a día de hoy es inamovible, debe jugar en un equipo que juegue la Champions sí o sí. Y en estas la opción del Barcelona ya no parecía tan mala para Bellerín, ahora recalar en el Camp Nou no está tan mal como hacía unos meses, y por eso estamos a pocas horas de que se anuncie el fichaje del lateral por el Barcelona, lo que demuestra la calidad que tiene Bellerín y la falta de valor de sus palabras.

24 años sin Petrovic

El fatídico 7 de Junio de 1993 Drazen Petrovic nos dejaba tras su accidente de coche en Alemania. Nos dejaba en su mejor momento, asentado ya como la indiscutible estrella de los New Jersey Nets, y en los mejores guarismos de su carrera en la NBA. El genio de Sibenik lo había sido todo en Europa y quería serlo también en el baloncesto americano, mucho más cerrado y escéptico a los jugadores no nacionales que ahora.

Petrovic ya fue un prodigio desde joven, llegó a debutar con 15 años en el equipo de Sibenik natal, el KK Sibenka, para más tarde acabar en el equipo más poderoso de todo Croacia, la Cibona de Zagreb. Allí se convirtió en leyenda tras ganar dos Euroligas consecutivas y ser ya el mejor jugador del mundo no nacido en EEUU junto a Sabonis, con el que tuvo enfrentamientos épicos, como aquella segunda final de Euroliga entre Zibona y Zlaguiris.

Más tarde acabaría fichando por el Madrid para tras pasar sólo un año allí marchar a Portland para enrolarse en los Blazers después de haber dominado Europa tanto a nivel de club como de selección. Allí viviría sus peores momentos debido a su suplencia. Drexler, estrella de aquellos Blazers jugaba en su posición lo que le relegaba a muchos minutos en el banquillo. Y pese a jugar las finales de la NBA al finalizar la campaña pidió el traspaso a los Nets para poder contar con los minutos suficientes para mostrar a todos que podía ser una estrella también en EEUU.

Allí demostró que había hueco para el en la mejor liga del mundo, promedió 20 puntos por partido y no fue seleccionado para el All Star por la reticencia de la época a los extranjeros. Y estando en su mejor momento deportivo un accidente de tráfico privó de poder ver a Petrovic en su máximo esplendor físico, pero su leyenda quedará para siempre y cómo tiranizó durante casi una década el baloncesto europeo y mundial con su Cibona y su Yugoslavia.

Los Warriors no dan opción

Los Warriors se anotaron anoche también el segundo encuentro de estas Finales de la NBA. Otra noche más no dieron opción a unos Cavaliers que aguantaron al principio pero que no pudieron con el empuje final de los de la Bahía. El encuentro además trajo consigo la buena noticia del regreso a los banquillos de Steve Kerr tras los problemas que le han tenido casi toda la temporada alejado de las canchas.

Curry y Durant volvieron a ser demasiado para un LeBron que consiguió un triple doble igualando con ocho a Magic como jugadores con más triples dobles en unas Finales. Curry con 32 y Durant con 33 se combinaron de nuevo para mantener el inmaculado 14-0 de registro de estos históricos Warriors que van lanzados hacia el anillo. Entre el año pasado y este los Warriors pueden batir los récords de mejor balance en regular season y mejor balance en unos playoffs de la historia.

Con este panorama los Cavaliers afrontan el primer partido en The Q con la única posibilidad de ganar para poder dar guerra todavía en estas Finales. Los de Ohio se aferran a que así comenzó las Finales el año pasado y pudieron remontarlas, pero está claro que estos Warriors son más poderosos si cabe que el año pasado y no están dispuestos a que se repita de nuevo la afrenta.

19 años depués

Han pasado ya 19 años desde aquella final de Ámsterdam donde el Real Madrid se alzó con la séptima copa de Europa frente a una Juventus que disputaba su tercera final consecutiva y que partía como clara favorita ante el Madrid que buscaba la Copa de Europa tras casi 30 años sin ganarla. La temporada liguera del Madrid en aquella temporada fue desastrosa y apostaron todo a la Copa de Europa y finalmente les salió bien la jugada.

Pero la historia ahora es completamente diferente, el Madrid es el vigente campeón de Europa, llega tras alzarse con el título doméstico y es el claro favorito para llevarse el partido. Llega además en un estado de forma óptimo y con quizás la plantilla más profunda y de más calidad que se le recuerda. Su camino a la Final este año sí ha sido un auténtico campo de minas, Nápoles, Bayern y Atlético le han hecho sudar la gota gorda para llegar a la ansiada final de Cardiff y poder convertirse así en el primer equipo que repite título en el formato Champions de la competición.

Pero esta Juventus que llega como tapada está en la posición que más la gusta, sin presión pero con una plantilla y un entrenador que son capaces de todo como ya han demostrado en la competición. El resurgir en su nueva posición de Dani Alves, los goles en semifinales de Higuaín y el peligro constante de Dybala unidos a ese muro defensivo que sólo ha permitido tres goles en toda la competición hacen de la Juventus uno de los rivales más difíciles de superar ahora mismo en el continente.

Pero también es cierto que la Juventus, pese a ser el gran dominador de títulos a nivel doméstico, nunca ha sabido trasladar sus éxitos a la máxima competición, ha llegado ocho veces a las finales y sólo ha ganado dos, la última hace dos años ante el Barcelona. Pero el equipo ha madurado y está ante la última gran oportunidad de que su eterno capitán Buffon, leyenda viva del club y aspirante a balón de Oro, levante el único título que se le resiste y que ya le ha esquivado en hasta dos ocasiones. Veremos si a la tercera va la vencida.

Finales: Vendeta o Asalto

Esta madrugada se disputa el primer partido de la Final de la NBA. Una serie que promete ser de las mejores de la historia por ser la primera vez que se enfrentan tres años consecutivos los mismos equipos, con una victoria para cada uno. De aliciente también la remontada histórica de un 1-3 en contra por parte de los Cavaliers, los cruces de declaraciones contrarias entre ambos, un pique constante durante las últimas finales de las dos estrellas de ambos equipos y la llegada de Durant que ya fue barrido hace 6 años de las Finales por LeBron cuando militaba en Oklahoma.

Para los Warriors todo lo que no sea el anillo será un absoluto fracaso, superaron el mejor récord de una temporada en la NBA el año pasado, incorporaron al mejor agente libre que había en el mercado a su equipo y además este año han conseguido llegar a las Finales con un balance de 12-0, algo que nadie había conseguido (los Bulls de Jordan y los Lakers de Shaq y Kobe pero en aquellos años la primera ronda era al mejor de 5 partidos no de 7 como actualmente). Además contarán con factor cancha favorable y con un equipo lanzado tras el regreso de su lesión de Kevin Durant.

¿Pero con todo lo dicho cómo es posible que estas finales estén igualadas?. La respuesta es clara: LeBron James. El jugador más determinante de la NBA y por méritos propios ya en el top 3 histórico de la NBA. Llega en su mejor momento, ha sabido dosificar su temporada regular para llegar lanzado a los playoffs donde se ha clasificado con un balance de 12-1 que habla a las claras de las ganas de otro anillo del Rey. Además las mejores versiones de Irving y de Love han llegado en el mejor momento y los Cavs vuelven a ser un equipo temible con un James que ya es el máximo anotador de la historia de los playoffs y que agranda su leyenda a marchas agigantadas con cada nuevo récord que supera.

Estas Finales se preveen que sean las más vistas de la historia, lo que demuestra las ganas de ver el tercer asalto entre James y el mejor equipo quizás de la historia de la NBA (al menos el que registra más victorias de la historia). Porque este equipo de los Warriors se pasearía sin rival por esta NBA si no llega a ser porque han coincidido en la misma época con el único jugador que ya a día de hoy se puede comparar con Michael Jordan sin que esto suponga ninguna blasfemia, y James quiere sumar otro anillo más a su palmarés en el que quizás sea el mayor desafío de su carrera, y LeBron se agiganta en los momentos más complicados.

El Atlético debe ir por Diego Costa

Por segundo verano consecutivo Diego Costa ha dejado claro su intención de volver al Atlético de Madrid. Sus palabras esta vez han sido más comedidas que el pasado verano fruto de la poca intención y paciencia de la directiva colchonera en su fichaje. Pero el hispano brasileño salió al paso de los rumores que lo situaban en China para dejar claro que quiere estar en un equipo competitivo de cara al Mundial de Rusia de 2018.

La llegada de Costa impulsaría sobremanera al Atlético dotándole de todo lo que le ha hecho falta desde ala marcha del 19. Potencia, velocidad, fuerza y gol, sobre todo gol que no ha sabido encontrar en las figuras de Mandzûkic, Jackson Martínez, Vietto o Kevin Gameiro. Sería contar con un delantero de plenas garantías y con la ventaja de que ya conoce a la perfección el equipo y la liga española, además de ser el deseo expreso de afición y cuerpo técnico desde hace dos veranos.

El Atlético debería apostar fuerte este verano por Costa, y aprovechar las ganas de venir del jugador que presionaría al Chelsea para poder salir al club que desea. El Chelsea tampoco está del todo preocupado en su marcha pero desea atar antes a un 9 de garantías para poder soltar a Diego Costa, que en los tres años que ha pasado en Londres se ha convertido en uno de los favoritos de la hinchada, pero que nunca fue del gutso del todo de Conte, con el que ha tenido sus rifi rafes a lo largo de la campaña. El Atlético debe dar ese paso adelante si de verdad quiere competir por todo y no dejar escapar sus mejores momentos por no apostar fuerte.

Buen Messi mal Barcelona

En una temporada floja a nivel colectivo del Barcelona Leo Messi ha vuelto a dejar claro que es el mejor jugador de la actualidad cuando está en forma. Su temporada ha sido estratosférica, quizás algo empañada por las dos duras derrotas a domicilio en la Champions, donde se le vio totalmente maniatado tanto por PSG como por la Juventus. Pero aún con esos dos borrones su temporada ha sido magnífica.

Máximo goleador en liga, autor de una exhibición sólo a su alcance en el Bernabéu, máximo goleador de la Copa del Rey donde dio otro recital en la final, y a expensas de la final máximo goleador de la Champions donde si su equipo le hubiese acompañado un poco más quizás estaría ahora en Cardiff peleando por el trofeo. Su fase de grupos además en la Champions además fue sublime quedándose a tan solo un gol del récord de Ronaldo de más goles en esa fase con once.

Quizás la falta de trofeos colectivos le alejen con razón del Balón de Oro pero su fútbol esta campaña ha vuelto a demostrar que está a un nivel superior al resto. Su equipo necesita una reestructuración fundamentalmente en el centro del campo ya que la Messidependencia a la hora de la creación en el equipo es elevadísima. Además la zaga necesita un lavado de cara ya que se ha mostrado vulnerable durante toda la temporada.

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