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Derrota crítica

Crítica derrota la del Atlético este domingo que deja al equipo muy tocado y con la posibilidad de perder el liderato a manos del Barcelona este mismo jueves. Un mal inicio del Atlético, que incomprensiblemente no salió a por el partido, sabedor del tropiezo del Madrid y de que el Barcelona, ganando su partido entre semana le podía igualar o pasar en caso de no ganar. Es inadmisible la actitud del equipo, e incluso la reacción del entrenador, donde en otros partidos ajustó con cambios antes del descanso, o incluso en el mismo descanso, sabiendo que el equipo no estaba funcionando y tiró toda la primera mitad.

Aún así, consiguió el empate a diez minutos del final y cometió el inexcusable error de bajar revoluciones al partido, en vez de aprovechar la inercia del gol y la euforia para buscar una victoria trascendental en el campeonato. Pero lejos de eso, dio la sensación del que el gol sentó mejor a los locales, que volvieron a dominar el partido y marcaron en un córner tras un despiste total de la defensa colchonera. Así es muy difícil conquistar campeonatos, pero la única noticia buena para los de Simeone es que siguen dependiendo de ellos mismos.

También ahora deben acudir con la urgencia de ganar en el Camp Nou al Barcelona, algo que parece complicado y más cuando llevan quince años sin hacerlo en feudo barcelonista. Peor el Atlético rinde mejor cuando tiene que ir a por el partido que no cuando especula con el resultado, algo que le pesó sobremanera en San Mamés. La diferencia enorme que tenía sobre el Barcelona se ha dilapidado, pero quedan cinco jornadas para la redención de una liga que han tenido muy cerca y parece que la han dejado escapar por realizar una segunda vuelta en la que han repetido todos los errores de la temporada pasada.

Eliminatoria para olvidar

Malísima eliminatoria la que ha protagonizado el Atlético de Madrid en los octavos de la Champions League ante el Chelsea. Ha sido superado en todo por le conjunto inglés que de la mano de Tuchel parece otro equipo totalmente diferente al que deambulaba sin espíritu ni plan con Frank Lampard. Desde el partido de ida el equipo de Londres fue muy superior y tuvo un control aplastante sobre la eliminatoria. Desde la llegada del técnico alemán, no ha perdido ningún partido y sólo ha recibido dos goles en trece partidos, lo que indica el buen trabajo que va realizando el técnico bávaro.

Por su parte Simeone no tuvo grandes reacciones como en otras eliminatorias, el cambio de Suárez al poco de comenzar la segunda parte confundió y mucho al equipo y las decisiones de que no jugara Lemar desde el inicio condicionó mucho el juego del equipo, intentó imponer físico en el medio con la entrada de Saúl, pero a la hora de salida de balón el equipo no tuvo ideas y el Chelsea recuperó muy fácilmente cada vez que lo perdía. La presión arriba de los de Tuchel y las salidas a la contra rapidísimas con un Werner que volvió loco a la zaga maniataron a toda la defensa colchonera.

Lo más preocupante de esta eliminatoria es que el Atlético no ha tenido una sola ocasión clara en 180 minutos de eliminatoria, y eso sí que es algo que no es normal. Con los problemas en la portería que ha tenido el Chelsea este año, el lío de Kepa, que pone más presión sobre el portero Mendy, y ni por esas. Sólo se contabilizó un disparo a puerta de Joao Félix mordido tras tocar en un defensor y poco más bagaje en una vuelta en la que el conjunto rojiblanco tenía que ir a marcar un gol. Ahora sólo queda centrarse en la Liga que sería un título que haría que la temporada fuese muy buena para los de Simeone, pero habrá que ver si esta decepción les afecta en el próximo partido del domingo ante el Alavés.

Momento inoportuno

El Atlético de Madrid perdió una gran oportunidad el domingo en el derbi de dar un puñetazo en la mesa y escaparse más en la carrera por conseguir la Liga. Dominó el partido desde el comienzo, con una gran primera parte, y unos veinte minutos de la segunda donde mereció más premio para llegar con más ventaja a los minutos finales. Justo a raíz de los desafortunados cambios de Simeone el Atlético cedió los últimos veinte minutos de su juego a su rival y acabó pagándolo con un empate in extremis que dejó sabor a derrota.

Cuando la tablilla de cambios señaló a Thomas Lemar y minutos después a Yannick Carrasco el mensaje que dio el entrenador al equipo es de replegar atrás y ceder el balón, cuando lo estaba acaparando y el vendaval ofensivo era muy grande sobre la portería de Courtois. Eran los mejores momentos del conjunto rojiblanco y su técnico trastocó al equipo y le hizo perder todo el dominio y control que tenía sobre el mismo, provocando que el Madrid pudiera dar un paso adelante y empezar a tocar más en el medio.

Pese a todo el Atlético en el global del partido fue superior, se recuperaron las buenas sensaciones con su once de gala (quizás sólo falta Giménez en el centro de la defensa de tres) y sigue dependiendo de sí mismo con un buen margen si no sufre otra pájara como la de Febrero pasado. Viene ahora un tramo complicado, con la vuelta en Stamford Bridge, donde tendrá que ir a remontar el 0-1 cosechado en Bucarest, y la visita al Pizjuán en dos semanas. Ese periodo es clave para ver las aspiraciones finales del conjunto rojiblanco que parece recuperarse del serio bache que pasó por las lesiones y Covid que atravesó su plantilla.

Situación complicada

La suplencia de Joao Félix anoche ante el Sevilla no fue casualidad, el joven futbolista portugués comienza por segunda jornada liguera consecutiva en el banquillo, y esta vez en un duelo decisivo para el cuadro colchonero. Es una realidad que Lemar y Correa le han comido la tostada al menino, y ahora mismo, y tras el nivel que vienen mostrando ambos, el 7 va a tener muchas dificultades para entrar en el once titular. El partido en Valdebebas dejó claro para Simeone, que lo evidenció con un prematuro cambio, que Félix no es su principal opción en los partidos donde hay que meter la pierna y el equipo necesita defensa pro parte de los once jugadores.

Pero la situación se puede revertir, el inicio liguero del fichaje más caro del Atlético de Madrid fue brillante, pero se ha ido diluyendo conforme emergían las figuras de Carrasco (el hombre más en forma del equipo sin duda alguna), Llorente, Lemar y ahora Correa. Todos ellos han adelantado por la derecha al mediapunta gracias al trabajo e implicación defensiva, algo que sigue siendo una asignatura más que pendiente para Félix. Habrá que ver si deja atrás su carácter mohíno y apático y saca algo de rebeldía ante esta situación que ahora mismo es complicada para él.

La temporada es larga y el riesgo de lesiones es alto, algo que corre a su favor, pero tampoco se le ve en los minutos que entra al campo ganas de querer cambiar su situación. Ante el Huesca es verdad que dio la asistencia de la victoria a Suárez, pero fue un destello de su calidad más que implicación durante el partido. Ya son muchos periodos que atraviesa así Joao, que sigue con la asignatura pendiente de la constancia y la regularidad, parece que tras el partido ante el Leipzig en Lisboa y el inicio liguero iba a dar el paso adelante necesario, pero ha vuelto a otra etapa de ostracismo mientras sus competidores por el puesto están en su mejor momento.

Derrota táctica

Simeone vio superado su planteamiento de 3 centrales desde el inicio y luego sus cambios empeoraron claramente al equipo. No estuvo fino y lo reconoció al final del encuentro, ni él en su planteamiento ni principalmente sus jugadores, que jugaron a dos velocidades menos de lo acostumbrado, realizaron un partido decente, se vieron desbordados en todo momento por la presión del Madrid y el control del juego. El Madrid sin realizar un gran partido vivió quizás el partido más plácido de la temporada en una de las noches más peligrosas de la temporada ya que una derrota suponía decir adiós al campeonato claramente.

El Atlético no tuvo ningún peligro en ataque, en la primera parte ni disparó ni creo ocasiones, salieron confiados y el Madrid con poco se hizo dueño del partido. El final de la primera parte mejoró algo a los rojiblancos, pero los cambios del descanso de Simeone, Lodi ahora mismo no puede jugar un sólo minuto en el Atlético y menos en partidos como estos, hicieron dar otro paso atrás al equipo. Los reiterados errores atrás sacando balones sencillos a punto estuvieron de costarle un gol al equipo antes de los cinco primeros minutos. Y cuando más se estaba igualando el choque un gol de fortuna de Carvajal dejó sentenciado el partido para los de Zidane.

El cambio inmediato de retirar a Joao Félix y minutos después a Suárez para meter cemento en el centro del campo dieron el mensaje al equipo de que la derrota era dura, pero mejor perder de dos goles que no una derrota abultada que pudiera hacer más daño. En esta ocasión Simeone claramente se equivocó desde el principio, pero las voces y detractores que le achacan de más deberían replantearse que están exigiendo al Atlético que gane si o si cada vez al Madrid, y cuando Simeone cogió al equipo, éste llevaba catorce años sin una victoria ante los vecinos. El nivel de exigencia que «imponen» lo ha sacado Simeone, ser competitivos es la marca de Simeone y que el Atlético sea considerado favorito a la Liga es mérito de Simeone.

Pero es más fácil criticar en los malos momentos para hacer daño y cuando los éxitos vienen esconderse. Ya cuando acabe esta temporada serán diez años de Simeone a los mandos del club, y han sido los mejores años del club, algo que no debería olvidarse tan a la ligera. Esto es muy largo y queda mucho campeonato todavía, pero hasta ayer eran 26 jornadas seguidas sin conocer la derrota, récord histórico del club y realizando el mejor arranque liguero de la historia, pero eso tampoco interesa contarlo. Sus métodos podrás compartirlos o no pero nunca el club se ha codeado entre los grandes tanto tiempo de continuo. Pero es mas fácil olvidar los años en los que jugar la Intertoto era el día a día que exigir clasificarse año tras año a octavos de Champions.

Tiempo de realidad

Esta noche el Atlético y el Barcelona se miden en el Wanda con dinámicas y sensaciones diferentes. Los blaugranas con muchas dudas y con una trayectoria muy irregular que les ha hecho distanciarse ya en seis puntos respecto a los colchoneros, llegando a encadenar tres partidos consecutivos sin ganar en liga, y los últimos que ha ganado sufriendo más de la cuenta y con mucho más esfuerzo del previsto a priori. Los rojiblancos sin embargo, tras dos empates sin goles en la segunda y tercera jornada, han ganado todo con unas sensaciones magníficas y desplegando fútbol ofensivo durante todo el partido, algo que el año pasado no realizaron prácticamente en ningún encuentro. Eso se ha traducido en la mejor versión de Joao Félix desde su llegada a la capital y el despunte de un Marcos Llorente, cuyas buenas actuaciones le han catapultado a la selección junto con otro que era fijo de la roja como Koke, que también ha rescatado su mejor versión para la causa.

La única pega para este partido son las importantes bajas en ambos bandos, ya que ni Ansu Fati ni Luis Suárez podrán estar disponibles para el partido. El morbo de haber podido ver al uruguayo ante su ex equipo era grande, y seguro que iba a estar muy motivado para la ocasión, pero el Covid nos arrebata otro momento importante de fútbol. Las buenas noticias es que tanto Carrasco como Costa y Coutinho estarán disponibles para Koeman y Simeone con lo que podrán seguir formando un once de garantías para esta noche. Partidazo en el que se espera que se recuperen los mejores Atlético Barcelona de los 90 con muchos goles y remontadas por ambos bandos. Si el Atlético vence dará un puñetazo sobre la mesa y presentará seria candidatura a la liga, pero si el Barcelona gana recuperará sensaciones y volverá a engancharse a la liga.

Mismos vicios pasados

El Atlético de Madrid ha mostrado en estas tres primeras jornadas del campeonato liguero (tres para él que empezó la competición mas tarde) sus dos caras. La cara apabullante con presión alta, en la que de verdad es un equipo difícil de batir y que disfruta y muestra que de verdad tiene gol y la peor versión en la que tira una parte del partido y sólo espera a ganar en base a un arreón final flojo y sin confianza total. De la ilusionante primera jornada donde todo funcionó, a dos empates consecutivos sin marcar y con el preocupante dato ante el Villareal de ni un solo tiro a puerta en todo el partido, un bagaje inadmisible para este equipo.

Ante el Villareal volvieron a tirar la primera parte, con un partido soporífero donde el Villareal se sintió muy cómodo y sin un dominio aplastante jugó el partido que más le interesaba. Simeone no favorece al equipo rotando tanto en estas jornadas, y el equipo pierde en exceso sin Carrasco en el campo, el jugador con más ganas más versátil junto a Joao Felix. Saúl dio además muestras de necesitar un descanso y un reseteo mental, el juego del equipo sin presión y corriendo haca atrás no favorece sus muchas virtudes, pero un encuentro de presión alta llegadas constantes de sorprender desde la segunda línea es lo que necesita el alicantino, y no tanto ritmo lento y ataques estáticos constantes sin movimiento de la gente de arriba.

Ahora quedan un par de semanas de pensar y analizar los errores, el año pasado jugando igual de mal ganaron los tres primeros partidos, pero tras la reanudación comenzó la debacle de resultados, comenzando por el desastre de Anoeta. El año pasado tuvo dos rémoras el equipo, los empates (y este año en tres jornadas ya lleva dos) y la sangría de puntos que se dejó en su estadio, otrora un fortín, y que este año de seis sólo ha sumado cuatro ante rivales asequibles. Sus perseguidores han entrado a la competición mejor y le toca ponerse las pilas si no quiere descolgarse ya desde el principio, aunque Simeone siempre ha sido de encontrar el tono y juego del equipo con la temporada rodada, pero este año tan atípico no hay tiempo para eso.

La dura Realidad

El partido de anoche dejó en evidencia los grandes males de este Atlético de Madrid a lo largo de la temporada. La plantilla está falta de alguien de calidad en el centro del campo, y el equipo necesita un 9 de garantías como el comer. Diego Costa dejó claro ayer que es más un ex futbolista que alguien en activo, su participación es testimonial, y ni siquiera ya es capaz de ganar los duelos cuerpo a cuerpo. La baja de Thomas también resultó fundamental ya que nadie daba pases que cruzaran líneas defensivas del Leipzig y el Atlético era incapaz de salir de la presión alemana.

Simeone dio entrada a Héctor Herrera, que juega en una posición que no es la suya y su partido fue muy flojo, como el de casi todo el equipo. Sólo se salvó del once titular Savic y Carrasco. El belga fue el único que creó algo de peligro en la primera mitad, y asumía el reto de desbordar cada vez que recibía. Saúl volvió a ofrecer su peor versión, como casi toda la temporada muchos kilómetros recorridos pero nula participación en el juego y Koke fue de menos a más, intentando aportar algo de pausa en zonas de peligro para favorecer la subida de todo el bloque. El resultado fue un Leipzig que superó en intensidad y ganas a un Atlético que no llegó a competir salvo los diez minutos de la entrada de Joao Félix, y de nuevo con el empate otra vez volvió el conformismo.

Es una gran decepción para el Atlético el partido de ayer. La burbuja que había alrededor de favoritismo puede que haya hecho que el equipo se confiase y sacase su peor versión. Si este equipo se acomoda no gana, y ayer fue lo que pasó. Se sintió vencedor todo el partido y ni olió el balón. Es un año complicado con muchas caras nuevas, pero no es excusa para justificar el partido de ayer, sobre todo por las malas sensaciones que dejaron los jugadores en el campo. Ahora tocan días difíciles y los oportunistas pedirán la dimisión de Simeone, se bajarán de un barco al que sólo se subieron tras el pase en Anfield, y cuando vuelvan a ir bien las cosas, porque con Simeone siempre vuelven a ir bien, volverán al barco y alabarán la labor del técnico argentino. Es momento de reflexionar, de no maquillar lo de ayer que fue un fracaso mayúsculo pero no volverse loco y tirar las cosas buenas que ha dejado esta campaña, sino potenciarlas en el mercado de verano como se pueda y de nuevo este equipo volverá a hacer lo que mejor sabe hacer, volver a levantarse y competir como el que más.

Lemar-Vitolo sentenciados

Ayer el Atlético de Madrid cuajó un buen partido y se llevó un punto en campo del Celta de Vigo que supo a poco porque tuvo varias ocasiones y el partido controlado y sólo un gol inverosímil pudo empatar un partido que se encaminaba hacia la enésima victoria por la mínima de los rojiblancos. Pero lo que más llamó la atención fue que pese a todas las bajas, las necesidades de rotaciones y el empate en el marcador tanto Lemar como Vitolo fueron más un recurso desesperado que tuvo que introducir el Cholo que una verdadera ayuda para el equipo. La actitud de ambos de apatía además contagia al equipo, y su capacidad para ser revulsivos es mínima siempre que han entrado desde el banquillo. Ayer sólo un disparo lejano de Lemar fue el mayor bagaje de ambos jugadores que tienen pie y medio fuera del equipo, y que si no salen será por el mercado a la baja que va a haber este verano tras el virus.

Y eso que ayer el Atlético viajaba a Vigo sin Diego Costa sancionado, y con las lesiones de Carrasco y de Joao Félix, tres jugadores titulares e importantes, lo que dejaba un vacío y un hueco en el equipo, pero ni con esas Simeone confió mas de quince minutos a Lemar y sólo cinco minutos más a un Vitolo que comenzó la pretemporada como un tiro y las primeras jornadas, pero otra lesión muscular, de las miles que ha padecido desde su fichaje por el Atlético, le ha devuelto a un papel secundario del que no ha logrado salir desde su fichajes hace ya tres temporadas. Ninguno de los dos se ha adaptado al estilo de Simeone y los nuevos refuerzos que partían con desventaja respecto a ellos, sobre todo con Lemar, del que hasta el fichaje de Joao, era el fichaje más caro de la historia del Atlético. Cuando regresen para la siguiente jornada las tres bajas volverá a ser habitual que no jueguen ni un minuto del partido y con partidos cada tres días, y con cinco cambios en cada partido sólo puede significar una cosa.

Carrasco ha vuelto

El Atlético demostró ayer en el Camp Nou su excelente momento de forma con un empate que supo a poco a los rojiblancos, que dominaron el partido y que quizás sólo la falta de finura en la zona de tres cuartos de campo les privó de marcar algún gol de más que mereció el equipo. Pero si alguien destacó por encima del resto ese fue Yanick Carrasco. El extremo belga jugó un partido descomunal, tanto en ataque como en defensa, dando una exhibición física y siendo una verdadera tortura para la defensa blaugrana, que además de los dos penaltis que le cometieron, le realizaron infinidad de faltas para parar las arrancadas de pura fuerza que realizaba. Simeone le premió además dejándole hasta a falta de seis minutos para el final del partido cuando en su enésima incursión en el área se vio que ya estaba con lo justo.

Carrasco no lo ha tenido fácil. tras su exilio en China de dos años, volvió al Atlético en navidades dispuesto a demostrar que sigue siendo el jugón que ya era cuando se marchó, pero quizás ahora con algo más de cabeza. Le costó como a casi todos entrar en la dinámica del equipo, venía además del parón en China por lo que le faltaba coger el ritmo de la competición, pero con el parón del COVID todos los jugadores han vuelto a la casilla de salida, y ya desde el primer partido en San Mamés fue titular y de los mejores del equipo una vez más. Quizás su talón de aquiles sea que cuando no es titular le cuesta entrar en la dinámica del equipo y su entrada suele resultar intrascendente para el equipo, pero ante el Osasuna entró de suplente y se le vio con muchas ganas, además de marcar su primer gol en su segunda etapa en el Atlético en ese partido.

El Cholo confía mucho en él, y di luz verde a su vuela cuando surgió la oportunidad, para el tipo de partidos de anoche Carrasco es el jugador perfecto, gran zancada, máxima velocidad y aprovechamiento de los espacios libres para dar respiro al equipo y estirarlo cuando toca recular. Ayer hizo todo bien, ayudó en la banda izquierda a Lodi para parar a Messi cuando arrancaba desde ahí, e incluso un detalle que llamó mucho la atención, cuando robó un balón a Messi para salir el mismo a la contra y le pitaron falta, protestó hasta que le sacaron la amarilla, demostrando que está muy metido en el equipo y con el objetivo claro. El Carrasco de antes no protestaba y parecía distante del partido con sus gestos y actitud, pero este nuevo Carrsaco post confinamiento ha vuelto para ser titular en un equipo que poco a poco y sin que nadie lo esperara está cogiendo velocidad de crucero.