Los Warriors ahora mismo son el equipo más dominante de la NBA. Ya el año pasado batieron el record de victorias en regular season, cuentan con el actual MVP Curry y este año han sumado a demás al mejor agente libre del mercado, Kevin Durant. Pero no siempre fueron buenos tiempos para los de la bahía de San Francisco, hasta el anillo de 2015 sólo habían ganado otro, el de 1975 y en una de las más curiosas circunstancias posibles.
Los Warriors de 1975 no eran ni por asomo el equipo favorito al título, es más, los expertos sólo contaban con que llegarían a postemporada. Pero poco a poco fueron eliminando (con mucho sufrimiento y una pizca de suerte todo hay que decirlo) a todos sus oponentes hasta presentarse en las finales frente a los Washington Bullets de Elvin Hayes y Wes Unseld. Eran tan pocas las expectativas de que el equipo llegara a la Final, que su pabellón para aquellas fechas ya había sido reservado para otro evento, que coincidía con el cuarto partido de las Finales. Por lo que el comisionado de la NBA propuso a los Bullets cambiar el formato de la serie de un 2-2-1-1-1 a un novedoso 1-3-2-1-1, empezando los Bulets la serie fuera pero teniendo luego tres partidos consecutivos como locales, algo que el técnico capitalino K.C Jones se negó quizás por superstición, dejando finalmente el formato de la serie en 1-2-2-1-1.
La serie por tanto comenzaría en la capital americana, y los Warriors con Rick Barry a la cabeza remontaron 14 puntos de desventaja pra llevarse el primer envite de la serie. Con esto ahora la serie viajaba a San Francisco, y lo que pocos saben es que teniendo su estadio libre la plantilla decidió jugar los dos envites en el viejo Cow Palace, un estadio obsoleto pero que los jugadores locales le tenían gran cariño ya que afirmaban que sus aros eran muy agradecidos con ellos. Fantasía o realidad lo cierto es que los warriors se llevaron los dos partidos y barrieron en el cuarto a los Bullets. Nunca se sabrá que hubiese pasado de haberse jugado la Final con el formato original, pero lo ceirto es que los Warriors dieron una de las mayores sorpresas de la historia de la NBA.