El Atlético de Madrid se llevó el derbi de la Supercopa de Europa tras llegar mejor físicamente al tramo final de un partido que fue extenuante pese a ser casi de pretemporada. Los dos equipos mostraron sus cartas, con un Atlético que anotó el gol más rápido de la historia de la Supercopa de Europa y que cedió todo el dominio al Real Madrid durante la primera parte en la que los de Lopetegui tuvieron la posesión e hicieron daño moviendo rápido el balón pero que pese al gol de Benzema siguen necesitando con urgencia la figura de un 9 de garantías arriba.
Aún así dio la vuelta al partido el Madrid tras una mano absurda de Juanfran en el área, pero el Atlético, con una exhibición absoluta de Lemar, no se rindió y tras un fallo de Marcelo lo aprovecharon para empatar por medio de un Diego Costa que estuvo en todos lados anoche. El haberse quedado en Madrid con el profe en vez de ir a hacer la gira italiana le ha dado sus frutos y estaba anoche con una velocidad punta superior a culaquiera de sus rivales.
Simeone tras el empate movió su fondo de armario y en la prórroga una obra de arte de Saúl, que sigue con su obsesión de sólo anotar golazos, puso por delante al Atlético que se mostró tremendamente superior en el tiempo extra. El partido lo cerró Koke para llevarse la tercera Supercopa para las vitrinas del Metropolitano y convertir a Simeone en el entrenador más laureado de la historia del Atlético. Pinta muy bien este equipo de el Cholo al que se le va a exigir mucho pero que parece preparado para todo.