Comienza la NBA

Esta madrugada vuelve la mejor competición de basket del planeta, o lo que es lo mismo vuelve la NBA. Con uno de los veranos más movidos que se recuerdan en la competición, varias franquicias han dado un salto cualitativo y aspiran a romper el binomio Warrior-Cavs de los últimos tres años. Los propios Cavs han sido de los que más variaciones han tenido, con la pérdida de Kyrie Irving tras pedir a la franquicia ser traspasado, los Cavs se acabaron reforzando con Crowder, Thomas, Rose y Wade, para aspirar a vengarse por las derrotas del año pasado de unos Warriors que mantienen ese bloque que a día de hoy parece invencible si las lesiones le respetan.

Los Thunder, con Sam Presti como ya ganador de mejor ejecutivo del año por goleada, se han reforzado con Paul George y Carmelo Anthony que se unen al MVP Westbrook y al siempre cumplidor Adams para formar un quinteto muy interesante. Los Rockets han dado un paso adelante con la contratación de Chris Paul, pero se han quedado cortos en la carrera por hacerse con la tercera estrella, lo que les aleja de la pelea del anillo a meno que D´Antony repita el milagro del año pasado. Los Celtics con las llegadas de Irving y Hayward son el principal y casi único (con permiso de Washington) rival de los Cavs en el Este, y este año si parecen preparados para hacer de la Final de Conferencia una auténtica batalla.

En el Oeste también quedan los simpre combativos Spurs, que pese a no reforzarse de manera significativa siguen siendo el mismo bloque que el año pasado llegó a las Finales del Oeste y que hasta la lesión de Leonard estaba barriendo en el primer partido a los Warriors. Los Timberwolves deben dar el paso adelante que se les requiere desde hace un par de temporadas y este año parece que será el suyo, con grandes refuerzos como Crawford y Buttler. Y los Pelicans deben ser por fin el equipo que esté a la altura de su jugador franquicia Anthony Davis o los rumores de traspaso se comenzarán a centrar en New Orleans.

Cómo está la Serie A

Hacía tiempo que la Serie A no estaba tan bonita como ahora. Tras años de dominio de la Juventus (5 scudettos consecutivos) los bianconeri están ahora mismo contra las cuerdas tras su derrota en casa ante la Lazio y la victoria de nuevo del Nápoles que cuenta todos sus partidos por victorias y que se distancia ya en cinco puntos de la vechia signora y por fin con una fiabilidad de la que adolecía años anteriores. Además su victoria de este fin de semana en el Olímpico ante la Romas es un puñetazo sobre la mesa que corrobora su buen momento y su candidatura.

Otro que ha comenzado la temporada como un tiro es el Inter. Para los neroazurri todo son victorias salvo un empate, y este fin de semana vencieron a sus vecionos de Milán para ahondar aún más en su crisis y hacerse con la segunda plaza de la serie A. Los refuerzos de este año, en especial el de Borja Valero, más el buen momento de forma de Icardi, que anotó un hat trick en el derbi de la madonnina, les hacen estar en segunda posición y encumbran el buen trabajo de Spalletti al frente del equipo.

Pero por si eso fuese poco la Lazio, con su victoria en el Juventus Stadium, empata a puntos con los vigentes campeones, los desplaza a la cuarta plaza y se postula también como seria alternativa tras exhibiciones como el 4-1 al Milán. Ciro Inmobile, autor de los dos goles es el capocanioneri del Calcio y está peleando por la bota de oro demostrando que ha vuelto a la élite del fútbol tras años desaparecidos tras su buen año en el Torino. Queda mucha temporada y la Juventus sigue siendo la principal favorita, pero este año la Serie A proemte emociones fuertes por fin.

El Wanda recibe a Messi

Este sábado será el primer partido de Messi en el nuevo feudo rojiblanco que se engalanará hasta la bandera para recibir la visita del actual líder e invicto de la liga Santander. El partido será de máxima tensión ya que ambos equipo están imbatidos en liga, están primero y cuarto en la tabla respectivamente, y sus enfrentamientos son sinónimos de partidazos. Y gran parte de esta mística en los partidos se debe a la figura de Messi, que ha convertido al Atlético en una de sus víctimas favoritas de la liga.

El Cholo todavía no sabe lo que es ganar al Barcelona en liga desde que llegó. Sus victorias ante los culés siempre llegaron en Champions, y en liga el bagaje es malo. Pero el nuevo estadio supone un soplo de energía para los rojiblancos que esperan que esta vez sí, la estadística cambie y puedan llevarse unos tres puntos que necesitan como el comer para no distanciarse ya excesivamente de los de Valverde, que ahora mismo están 6 puntos por encima de los colchoneros.

Pero no todo son buenas noticias para el Atlético, pese a que ya no viene Neymar, una auténtica pesadilla los últimos años para la zaga rojiblanca, llega un Messi pletórico tras su hat trick con Argentina y un inicio goleador en liga de récord. Lleva ya 11 goles y ha hecho que todos los partidos de los azulgranas esta temporada se cuenten por victoria, sin que le afecten la lesión de Dembélé o el mal momento de forma de Suárez que está lejos de su mejor versión en este inicio de campaña. Pero está Messi, que tiene ganas de hacer temblar al Wanda tanto como ya lo hiciera los últimos años al Calderón.

Klopp no gana para disgustos

Jürgen Klopp está vivendo momentos difíciles en el Liverpool. Tras una pretemporada esperanzadora y un inicio de Premier muy bueno, el partido ante el Manchester City le hizo mucho daño. Fue un partido muy parejo hasta la fatídica expulsión de Sané que decantó el partido para los de Guardiola que les terminaron haciendo una manita. Pero a partir de ahí los resultados han sido muy malos. No ha pasado del empate en ninguno de los partidos de la Champions League, y sólo ha sido capaz de ganar al Leicester desde entonces, alejándose de manera muy rápida de los cabezas de la clasificación.

Este sábado además tiene un importantísimo partido ante el Manchester United, en el clásico inglés, y junto a la mala trayectoria del equipo se le ha unido una pésima noticia. Sadhio Mané es baja para el partido y habrá que ver cuánto tiempo estará fuera de los terrenos de juego (se habla de 6 semanas) ya que estaba siendo el jugador más en forma del equipo. Así reciben a un United invicto y eufórico tras verse líder en la tabla, empatado con el City, y todavía invicto y con un Lukaku en estado de gracia.

Lo único bueno de este periodo ha sido la recuperación de la mejor forma de un Coutinho que había vuelto muy flojo tras su frustado fichaje por el Barcelona. Es lo único a lo que se aferra la afición de Anfield que el año pasado no perdió un solo partido ante los seis primeros y que este año ya ha ganado uno y perdido otro. Y qué mejor partido para cambiar la tendencia del equipo que el clásico inglés.

Messi la rompe

Toda Argentina esperaba que su selección ganara anoche a Ecuador y se clasificara para el mundial. Todos se encomendaban a Messi pese a las constantes críticas y faltas de respeto a su figura. Un país entero que no concebía una derrota y no estar en el Mundial ya que supondría un drama nacional y una crisis de grandes dimensiones para el país. Y con todo esto el equipo antes del minuto uno ya había encajado un gol y estaba fuera del mundial.

Pero apareció Messi, veinte minutos de puro arrebato del 10 que dieron la vuelta al marcador con dos golazos, echándose a todo el equipo a la espalda (una vez más), soportando una presión excesiva que jamás debe recaer en su totalidad sobre él, pero que asume con resignación y cumple con creces. Cerró su gran actuación con un golazo de hemeroteca y dejó a su selección clasificada para el mundial de Rusia. Su exhibición le ha granjeado elogios merecidos por todo el globo, pero es la historia de siempre, palos, palos y más palos hasta que es inevitable rendirse a un jugador que pese a que cuenta con compañeros de nivel en el equipo ninguno rinde como debe salvo él.

El mundial 86 de México fue muy parecido, una clasificación difícil e in extremis para una Argentina que contaba con Maradona, y que acabó ganando el torneo. Los paralelismos se pueden ver, un equipo que no rinde bien, una clasificación complicada y el mejor en sus filas. Como bien dijo Sampaoli Messi no debe ningún mundial a Argentina, el fútbol debe un mundial al mejor de la historia. Y Messi seguro que reclama lo que es suyo.

Joachim Löw no lo tiene fácil

Alemania ha vuelto a ser la mejor selección en la ronda de clasificación, ha hecho la mejor clasificación de su historia con diez victorias de diez posibles, y lo ha hecho convocando ghasta a 37 jugadores diferentes a lo largo de la fase. Una auténtica barbaridad que hará que la lista definitiva para Rusia en la que sólo caben 23 sea una criba durísima para el ya eterno seleccionador alemán. Cuenta además con la selección sub 19 y la sub 21 campeonas el pasado verano, por lo que se suman más nombres y más competencia a los ya mencionados.

Además de ser el vigente campeón del mundo, Alemania siempre muestra una fiabilidad pasmosa en las citas internacionales. Rara vez no llega a las semifinales del torneo al que acude, y siempre es uno de los favoritos, año tras año y torneo tras torneo. No en vano ha ganado cuatro mundiales y otras tres Eurocopas. Además lleva varios años con una política continuista muy interesante que la hace gozar de una gran plantilla jóven y sobre todo con gran experiencia internacional ya.

La manschafft es ya junto a Brasil la máxima candidata al torneo a día de hoy. Sus recursos son ilimitados, y quizás el único punto negro es la figura de un nueve de garantías. Gnabry (campeón sub 21 el pasado verano) apunta grandes maneras pero ahora mismo su convocatoria parece una quimera. Werner es el que parte con más papeletas, aunque Thomas Müller, que puede convertirse en el máximo goleador histórico de los mundiales desbancando a su compatriota Klose, siempre rinde a las mil maravillas con la selección. Löw tendrá que decidir y si hay suerte podrá contar con la vuelta de un Reus al que el destino y Alemania le deben una.

El milagro llamado Islandia

La hazaña realizada ayer por la selección de Islandia es una de las mayores gestas en la historia de los mundiales. Que un país de apenas 300.000 habitantes se haya clasificado para el Mundial, tras haber disputado la Eurocopa, donde ya llegó a eliminar a Inglaterra en octavos de la competición, da muestras de la dimensión del logro realizado. En un grupo nada fácil, con Croacia, Turquía o Ucrania, los «vikingos» han vuelto a desafiar a la historia y se han metido por primera vez en su historia en un mundial y no de cualquier manera, siendo primeros de su grupo y accediendo de manera directa, nada de repescas.

Ayer el rival era asequible totalmente para la hazaña, e Islandia no falló. Sigürdsson, el alma de esta selección, anotó el primer gol en una maniobra de calidad para dar tranquilidad al estadio y a todo el país que estaba pendiente a sabiendas de que una victoria suponía una fiesta nacional. Pero lejos de conformarse, realizó otra jugada de ensueño para dar una asistencia que sí que aseguraba de manera definitiva ya la presencia del equipo norteño en el evento mundial. Una gran noticia en unos tiempos donde cada vez las diferencias son mayores y las sorpresas son cada vez menos frecuentes. Ahora todo el mundo querrá evitar a una selección que es mucho más peligrosa de lo que la pintan.

El futuro de Özil

Messut Özil llegó al Arsenal con la vitola de uno de los mejores media puntas del mundo. La llegada de Bale unida la codicia de su padre en las negociaciones por renovar hicieron al alemán de origen turco recalar en el equipo dirigido por Arsene Wenger. Al comienzo todo fue rodado, se le vio implicado, con buen fútbol, y marcando hasta goles. Pero casi cinci años después de su llegada, el jugador ya ni cuenta casi para su entrenador. Verle en el banquillo es algo que no sorprende a nadie, y cuando participa, su aportación al equipo y al juego es nula.

Además este verano es agente libre, y tras muchos rumores sobre su renovación con el equipo, no ha llegado a ningún acuerdo, por lo que el próximo verano y al igual que su compañero Alexis Sánchez, se podrá marchar gratis al equipo que le desee. Y ahí parece que José Mourinho, que sacó su mejor versión en el Real Madrid cuando le dirigía, ha contactado ya con el dejando cerrado un acuerdo que le unirá alos Red Devils a partir del próximo curso, haciendo que su implicación en el equipo sea totalmente nula.

El agujero que pueden dejar tanto Alexis como Özil con su marcha va a ser enorme y muy difícil de cubrir, ya que el Arsenal ya ni siquiera juega la Champions, y está complicado que la vaya a disputar el año que viene visto como están los principales rivales por las cuatro primeras posiciones en la Premier. Tanto Chelsea, City United y hasta Liverpool (que ya este año le endosó un 4-0) están por encima tanto de resultados como de plantilla que los gunners, por lo que su única opción pasa por la Europa League, donde de ganarla disputaría la Champions el año siguiente. Pero visto el polvorín que es ahora mismo el vestuario cualquiera apostaría por un equipo que va a la deriva desde hace algunos meses.

El ostracismo de Reus

«Cambiaría todo mi dinero por seguir disfrutando del fútbol». Con esa contundencia se expresaba Marco Reus, el extremo que maravilló a toda Europa con el Borussia de Dortmund que ganó dos Bundesligas y llegó a la Final de la Champions League ante el Bayern de Munich, y que lleva ya casi más de tres años alejado de los terrenos de juego merced a unas lesiones constantes que han frenado los mejores años de su carrera. El canterano del Dortmund comenzó el calvario justo antes del Mundial de Brasil en 2014, donde una lesión absurda jugando un amistoso con Alemania en Armenia. A partir de ahí los ligamentos de su tobillo se rompieron para no dejarle volver con continuidad desde ese momento.

Se tuvo que perder el Mundial que ganó su selección (donde Löw le iba a poner de titular con total seguridad), y trabajó todo el verano en su recuperación. Pero al poco tiempo de volver una entrada criminal en la Bundesliga le obligaría a volver al dique seco durante varios meses. La fragilidad de su tobillo hacía que se temiera lo peor y su vuelta fue con cuentagotas y su nivel distaba mucho del jugador que era antes de la lesión. Había perdido la confianza en su pie y eso se notaba en cada acción que realizaba, además de cada vez que sufría una entrada todo aficionado Borusser se temiese lo peor.

Y así hasta 10 lesiones en los últimos 35 meses, con una última rotura parcial del ligamento de la rodilla que a día de hoy le tiene alejado todavía de los terrenos de juego. Todavía ni está inscrito en la Champions League con su equipo, y se ha perdido el citado mundial y la Eurocopa de Francia. La fortaleza mental que está demostrando este jugador es muy alta, ya que sigue luchando por volver (ya ha recibido el alta para poder entrenar de nuevo), pero recuperar su mejor versión, esa que hizo que Bayern, Real Madrid y Barcelona se pelaran por su fichaje y fuesen rechazados debido al amor a esos colores parece complicado. Aunque con Reus siempre hay que confiar.

Enésima lesión de Bale

Al final salió a la luz la lesión de Gareth Bale. El Madrid intentó ocultarla inútilmente pero el Galés tuvo que abandonar la concentración con su selección, dejándola sola en los decisivos encuentros de clasificación para el Mundial, con el billete muy complicado para la selección británica. Pero todo esto no disimula que es el extremo vuelve a tener una nueva lesión en el sóleo que le va a tener apartado de los terrenos al menos un mes.

La misma lesión que cada temporada le hace perderse gran cantidad de partidos y que vuelve ahora a apartarle tras una gran actuación en el Signal Iduna Park con un gran gol, pese a que se terminase lesionando en el partido. Se perdió el partido ante el Espanyol del domingo por precaución se decía pero la evidencia es la que es, Gareth Bale va a cumplir su quinta temporada en el Madrid y no ha explotado pese a ser el futbolista más caro de la historia de la entidad blanca, y su historial de lesiones es también de los más extensos de la historia.

De nuevo Isco tendrá que suplir la lesión de Bale, que ya el año pasado hizo que el Madrid fuese ese equipo invencible, cuando juega Bale es cuando peores números sacan los de Zidane, por lo que ya la etiqueta de imprescindible que perdió anta muchos empieza a ser una evidencia ya. Ahora tanto Isco como Asensio aprovecharan la oportunidad para poner en dificultades a Zidane cuando vuelva el 11. Pero su vuelta visto lo visto no será por mucho tiempo a menos que haga caso a Giggs y cambie los métodos de recuperación. A los 28 años el galés no puede perderse más de la mitad de cada temporada por lesiones musculares ni por recaidas. Es hora de que se asuman culpas y se detecte el problema.

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