Dunga en el abismo
Adiós a Dani Alves
Isco se aleja
Tiempo de Finales
La última de del Bosque (espero)
Durant futuro incierto
James espera
Otra estocada al corazón
Si el desenlace de Lisboa fue cruel el de anoche no se quedó atrás. Tras reponerse a un gol ilegal de Madrid, fallar un penalti nada más empezar la segunda mitad y llevar todo el peso del partido, el Atlético consiguió empatar a través de Carrasco que fue el mejor jugador atlético desde su entrada. Pero de nuevo el destino le tenía reservado otra puñalada en forma de tanda de penaltis, donde tras meter los tres primeros Juanfran lanzó a la madera el suyo, esa madera que unas veces mete el balón a la red ayer lo escupió.
No hay nada que recriminar a los jugadores atléticos salvo quizás la defensa del balón parado en los primeros minutos donde le hizo mucho daño el equipo blanco, un equipo que acabó desfondado la primera parte y que sólo se dedicó a resistir y aguantar el gol de Ramos, pero que vio con el Atlético lo intentaba de todas las maneras, hasta que tuvo su recompensa con el gol de Carrasco. Ya en la prórroga lo siguió intentando, el miedo a perder también estaba presente, pero no obtuvo recompensa alguna.
Y así se plantó en los penaltis, unos penaltis que todos lanzaron perfectos, incluido un Bale que se jugó su integridad al lanzarlo. Zidane consiguió así una Undécima pese a su mala gestión de la final, dejó al equipo sin cambios en el minuto 70 sabiendo que un gol del Atlético mandaba a la prórroga el partido. Le salió bien la jugada al final y europa volvió a sonreír al Madrid de nuevo. Como diez veces más que la de ayer a los largo de su historia. Enhorabuena al Madrid y el proyecto atlético que queda uy tocado después de lo de anoche, pero que ya ha demostrado que es capaz de levantarse, pese a haber experimentado todas las maneras crueles posibles de perder el partido más importante del año.