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Se ha quedado corto

El Fútbol Club Barcelona ha cerrado uno de los veranos más complicados de su vida con muchas dudas y con mucho trabajo no realizado. La idea era hacer una pequeña revolución, dejando salir (por no decir regalando) a varios pesos pesados, pero con la idea de traer jugadores nuevos que reforzaran esas posiciones que quedaban cojas sin estos futbolistas. Pero nada más lejos de la realidad el mercado se cerró y el Barcelona ha cerrado una plantilla corta y carente en muchas posiciones de jugadores específicos.

En la delantera, es el gran agujero negro del equipo, ni un solo 9 puro. Lo más parecido es Braithwaite, que no parece que vaya a contar para Koeman y cuyo nivel quizás está lejos del Barcelona. La idea es que Messi juegue de falso 9, como idea está bien pero en partidos atascados como el último ante el Sevilla donde hay que abrir el campo y los espacios por el centro son limitados, la figura de un delantero que fije centrales se hace imprescindible y a día de hoy el equipo no la tiene.

El centro del campo ha tenido un buen lavado de cara, las marchas de Rakitic, Vidal y Arthur, unido al cambio de dibujo, hacen que se pueda recuperar la mejor versión de un Coutinho que se le ve feliz y cómodo sobre el campo. La dupla de Pjanic-De Jong habrá que verla, de momento no han jugado juntos prácticamente, pero promete al menos la idea de que el holandés tenga más llegda al área y que no sea un sólo jugador como hasta ahora el que frene los contrataques rivales cuando el equipo se parta.

Pero en defensa, el gran agujero negro del equipo en los últimos años, no ha cambiado nada. Sólo Dest como lateral derecho para confeccionar una defensa que salvo Piqué, no suele ser muy regular, Alba ya se lesionó otra vez más en el último partido y su recambio continúa siendo Júnior Firpo que desde que llegó no ha convencido a ningún técnico. El lateral de momento lo sigue ocupando un Sergi Roberto que cada vez aporta menos tanto de lateral como de centrocampista y que sonó con fuerza para abandonar el club (quizás al ser de la casa se tuvo más mando derecha).

Y la peor parte es el banquillo, un club como el Barcelona no puede contar con Pedri, Trincao o Araújo como revulsivos cuando llegue la parte dura de la temporada, son buenos jugadores, que seguro tendrán un futuro brillante, pero ahora mismo no es la mejor opción para hacer olvida la temporada pasada donde el club blaugrana no ganó un solo título y fue humillado en los cuartos de final de la Champions. Muy mal de nuevo en los despachos por parte de Bartomeu, y la única buena noticia para la parroquia blaugrana es que seguro ya es la última de su presidente.

Hazard en el abismo

Eden Hazard vuelve a ser protagonista y no precisamente por lo que hace dentro del terren o de juego sino por lo que hace fuera de él. Está en ese peligroso momento de convertirse en un fracaso de fichaje o ser capaz de demostrar el crack mundial que era en el Chelsa y que era sobradamente el mejor jugador de la Premier League. Pero desde su llegada a Madrid sus lesiones, sus malos hábitos en periodos vacacionales que le han causado evidentes estados fuera de forma, unidos a la grave lesión de tobillo sufrida han hecho que no haya podio rendir a buen nivel ningún partido en su primer año.


Pero el segundo va camino de lo mismo ya que tras resentirse de sus problemas, cuando parecía que podía reaparecer y entrar en la lista ante el Valladolid volvió a saltar la noticia de una nueva lesión muscular que le tendrá apartado un mes de la competición, y con lo que le cuesta al belga recuperar forma veremos el tiempo que le lleva. Lo que está claro es que la ilusión que generó su fichaje el año pasado se está consumiendo a marchas forzadas para convertirse en una rémora de dudas y escepticismo, y las comparativas con los casos recientes de Bale y Kaká comienzan a ser cada vez más habituales.


El caso es que Hazard cuenta con la total confianza de Zidane que sabe de la capacidad del extremo, pero también esa confianza la llevó casi hasta la obcecación en el partido ante el Manchester City en la Champions donde se vio que el jugador no estaba y le mantuvo hasta más del minuto 80. Puede que esta sea la última reválida para Eden y él debe ser consciente, ya que el Real Madrid no espera a nadie, por mucho que haya costado su fichaje ni las expectativas creadas en su contratación. Debería tenerlo en cuenta Hazard.⅕

La dura Realidad

El partido de anoche dejó en evidencia los grandes males de este Atlético de Madrid a lo largo de la temporada. La plantilla está falta de alguien de calidad en el centro del campo, y el equipo necesita un 9 de garantías como el comer. Diego Costa dejó claro ayer que es más un ex futbolista que alguien en activo, su participación es testimonial, y ni siquiera ya es capaz de ganar los duelos cuerpo a cuerpo. La baja de Thomas también resultó fundamental ya que nadie daba pases que cruzaran líneas defensivas del Leipzig y el Atlético era incapaz de salir de la presión alemana.

Simeone dio entrada a Héctor Herrera, que juega en una posición que no es la suya y su partido fue muy flojo, como el de casi todo el equipo. Sólo se salvó del once titular Savic y Carrasco. El belga fue el único que creó algo de peligro en la primera mitad, y asumía el reto de desbordar cada vez que recibía. Saúl volvió a ofrecer su peor versión, como casi toda la temporada muchos kilómetros recorridos pero nula participación en el juego y Koke fue de menos a más, intentando aportar algo de pausa en zonas de peligro para favorecer la subida de todo el bloque. El resultado fue un Leipzig que superó en intensidad y ganas a un Atlético que no llegó a competir salvo los diez minutos de la entrada de Joao Félix, y de nuevo con el empate otra vez volvió el conformismo.

Es una gran decepción para el Atlético el partido de ayer. La burbuja que había alrededor de favoritismo puede que haya hecho que el equipo se confiase y sacase su peor versión. Si este equipo se acomoda no gana, y ayer fue lo que pasó. Se sintió vencedor todo el partido y ni olió el balón. Es un año complicado con muchas caras nuevas, pero no es excusa para justificar el partido de ayer, sobre todo por las malas sensaciones que dejaron los jugadores en el campo. Ahora tocan días difíciles y los oportunistas pedirán la dimisión de Simeone, se bajarán de un barco al que sólo se subieron tras el pase en Anfield, y cuando vuelvan a ir bien las cosas, porque con Simeone siempre vuelven a ir bien, volverán al barco y alabarán la labor del técnico argentino. Es momento de reflexionar, de no maquillar lo de ayer que fue un fracaso mayúsculo pero no volverse loco y tirar las cosas buenas que ha dejado esta campaña, sino potenciarlas en el mercado de verano como se pueda y de nuevo este equipo volverá a hacer lo que mejor sabe hacer, volver a levantarse y competir como el que más.

Ni blanco ni negro

La resaca del fracaso europeo del Atlético ha traído muchos interrogantes y dudas sobre el proyecto del equipo. Que si Simeone no es el entrenador ya adecuado para el proyecto, que si hay jugadores que no sirven, muchas dudas que son normales que surjan en un momento de máxima tensión debido al estrépito de la derrota en el Allianz Stadium. Pero si se piensa bien sigue habiendo brotes verdes que inducen a la esperanza sin tener que cortar de raíz un proyecto que no olvidemos que se está manteniendo en la máxima élite europea desde hace más de siete años.

La temporada en cuanto a lesiones ha sido inclemente con los colchoneros, Diego Costa no ha jugado al 100 % de sus posibilidades prácticamente ningún partido, la temporada de Saúl ha evidenciado la falta de descanso que ha tenido en un verano en el que el propio jugador acortó sus ya de por sí cortas vacaciones para estar disponible para poder disputar la supercopa europea en Tallín. Koke, un jugador termómetro del juego del equipo, también ha sufrido la temporada con más lesiones de su carrera que le han impedido coger la forma idónea, y en defensa el técnico argentino no ha contado con toda la zaga sana desde septiembre siendo el lateral izquierdo un auténtico agujero negro en los últimos meses con las lesiones de Filipe y Lucas.

La llegada de Morata ha parcheado esta situación pero Vitolo, Kalinic o Gelson han fracasado en la adaptación al equipo, Lemar ha sido muy intermitente aunque a día de hoy parece un jugador todavía muy aprovechable y el cholo sigue manteniendo su fe en él. Rodrigo es la noticia positiva del curso ya que ha encajado a la perfección y se ha hecho indispensable para cada partido que ha disputado el atlético.

Con esto y con todo el proyecto atlético se mantiene, la renovación de una estrella mundial como Griezmann el año pasado, unida a la posible renovación de Oblak y con Saúl, Koke y Rodrigo con contratos de larga duración, la base parece sólida para no temer por una reconstrucción del equipo. La única duda es la continuidad de Lucas, que será tratada en verano, pero Berta ya se ha estado moviendo en el mercado y la lista de centrales es larga y muy interesante, ya que también se da por hecho la marcha de Filipe y Godín del equipo.

Que la eliminación ha sido un fracaso está claro, pero que el proyecto esté acabado no está tan claro. Ha sido una mala temporada donde la planificación no ha sido buena, se debe revisar la pretemporada realizada ya que la cantidad de lesiones musculares ha sido alarmante y ahora sólo toca luchar por recortar esos siete puntos sobre el líder Barcelona y esperar que la Champions le distraiga del torneo de la regularidad y aprovechar los puntos que pierdan los blaugrana.

Duelo fraticida

El Liverpool se complicó anoche sobremanera en el pequeño Maracaná de Belgrado la clasificación para los octavos de la Champions League de este año cuando defiende su condición de subcampeón del año pasado. Salió dormido y cuando se quiso dar cuenta perdía 2-0 y tenía en frente un rival que no concedió una sola ocasión clara a los red en todo el partido. Sturridge en lugar de Firmino y la entrada en el once de Lallana, deplazando a Wijnaldum al medio centro dejando a Fabinho en el banco fueron lapidarios para los de Klopp que perdieron una oportunidad preciosa de dejar casi sellada la clasificación, pero que sin embargo ahora ven como tienen dos duelos a muerte por pasar a la siguiente fase ante PSG en París y ante el Nápoles en Anfield. El juego fue malo y el juego de Salah es cada vez menos participativo en el Liverpool, que ve como su estrella del año pasado está a un nivel demasiado bajo. Mané y Firmino desplazados a las bandas en la segunda aprte no fueron tan decisivos como acostumbran, auqnue la entrada del brasileño en el segundo tiempo hizo que el Liverpool dominara mucho más en tres cuarts de campo y favoreció con su juego entre líneas las incorporaciones constantes de Robertson.

El empate entre el Nápoles y el PSG deja el grupo con opciones para todos ya que tanto Nápoles como Liverpool están en cabeza con 6 puntos y el PSG y el Estrella Roja les siguen de cerca con cinco y cuatro puntos respectivamente. Uno de los tres favoritos quedará fuera y ahora mismo sería el PSG, lo que sería un duro batacazo para el proyecto de Neymar y Mbappé. La próxima jornada será clave ya que el Nápoles con una victoria estaría clasificado automáticamente si el PSG no gana al Liverpool, por lo que ese duelo en el Estadio de los Príncipes va a ser una final en toda regla, por los equipos que la disputan y por lo mucho que se juegan, ya que los problemas del fair play financiero se agravarían sobremanera para el PSG sin los ingresos de clasificarse para octavos. El jeque, que anda mosca tras las filtraciones de la web footbal leaks en las que se aseguraba que la UEFA habría tapado sus dopajes financieros, tendría serios problemas de retener a sus estrellas este verano si el proyecto vuelve a fracasar antes incluso de la decepción que supuso el año pasado y gracias, ya que hay que recordar que en el duelo ante los italianos Di María evitó el desastre al anotar el empate en el último minuto lo que podría haber dejado una situación incluso más complicada que la de ahora.

Messi no lo intenta

Argentina vivió anoche un batacazo histórico al perder ante Croacia y dejar su futuro en el Mundial dependiendo del Nigeria Islandia. La derrota ante Croacia no es ninguna sorpresa, lo que si es una sorpresa es la manera en la que se ha producido y con la contundencia con la que se ha dado. Nadie esperaba que la albiceleste diese esa pésima imagen con un Messi que se evidenció lo mal rodeado que estaba, pero que también dejó claro que Leo Messi no está preparado para ser el líder que necesita Argentina.

Messi dio durante el partido menos pases que su propio portero Caballero, un dato que deja en evidencia y sin defensa a un jugador que ni siquiera lo intentó ante Modric y compañía. Entre este partido y el anterior ante Islandia (en el que falló un penalti que hubiese dado la victoria a su selección) la actitud y el fútbol que ha desplegado Mesi es impropio de él. Ni la justificación de que no está bien rodeado puede exculpara sus dos actuaciones cuando estaba deseando a priori que comenzase esta Copa del Mundo que puede ser su última al máximo nivel.

Ahora sólo le queda rezar para que Nigeria gane a Islandia y los de Sampaoli puedan depender de sí mismos casi en la última jornada. El único problema será el polvorín que pueda dejar en el equipo esta dura derrota, en la que ya jugadores como Agüero dejaron claro con sus declaraciones contra Sampaoli que el ambiente en el equipo está muy tenso y así es difícil que exista química en el equipo.

Al Barcelona le crecen los enanos

Un nuevo varapalo para la directiva azulgrana de Bartomeu, que desde que ganó la elecciones sólo ha naufragado. Desde el año pasado donde intentó ir a por Verratti y acabó sin el italiano y perdiendo a Neymar, hasta la confirmación ayer mediante un esperpéntico documental (rodado por una empresa propiedad de Piqué para más inri) de que Griezmann también se les escapaba, después de haber filtrado durante meses que lo tenían atado y reservarle el dorsal número 7.

Un patinazo más para una directiva que ha desaprovechado los mejores años de el mejor jugador de su historia y probablemente de la historia del fútbol, rodeándolo de jugadores mediocres a precios desorbitados, y naufragando año tras año por Europa. Además ahora vuelve a saberse que al igual que pasó con Neymar, que se reconoció que ya en la boda de Messi anunciaba a sus compañeros que se marchaba del Barcelona, Piqué ha estado detrás del documental de Griezmann, e incluso ayer en su Twitter anunciaba que estaba expectante por ver el documental, pese a saber el desenlace del mismo.

Un esperpento de historia que no hace más que agravar la situación de una directiva que ha confirmado la llegada de Abidal en lugar de Robert Fernández, y que tendrá que replantearse toda la estrategia en el verano ya que su único y principal objetivo era un Griezmann que finalmente no vendrá. Pocas opciones más quedan en un mercado de fichajes cada vez más inflacionado por la venta de Neymar y que deja al Barcelona con muy poco margen de maniobra y con el marrón de la marcha de Iniesta del equipo y el vacía que deja ahora mismo el manchego en el equipo más el problema de adaptación de Dembélé, que sigue sin justificar los más de 100 millones que el Barcelona pagó por él.

El Arsenal se dispara al pie

22 años después el Arsenal tendrá en su banquillo a un entrenador que no será Arsene Wenger. La búsqueda de un sustituto entre los que han sonado Luis Enrique, Tuchel o incluso Arteta, han terminado con la confirmación del fichaje del vasco Unai Emery. Emery llega al equipo gunner tras salir por la puerta de atrás del PSG tras no haber sido capaz de pasar de octavos de final con el macroproyecto parisino, y sin ser capa de ganar el flojo campeonato francés en un primer año marcado por el ridículo del Camp Nou donde se dejó remontar un 4-0 favorable de la ida.

La opción de Emery para el Arsenal no le va a dar ningún tipo de salto cualitativo a un equipo necesitado de un cambio drástico de rumbo y de tendencia ya que llevaba estancado algún tiempo. Emery es un novato en el campeonato inglés, además de no haber demostrado ser un gran competidor en los torneos regulares (con el Sevilla siempre iba a la Europa League salvo en la campaña de su marcha) y nunca ha sabido competir ante los grandes rivales, donde siempre ha demostrado falta de valor. Este mismo año con el partido controlado en el Bernabéu desestabilizó a todo el equipo y acabó perdiendo el partido por 3-1 merced a sus directrices miedosas de echar al equipo atrás.

El Arsenal tampoco tiene una plantilla para pelear quizás por los cuatro puestos de acceso a la Champions, y los directivos del Arsenal han querido dejar los mandos del equipo a un entrenador al que se le dan mejor los equipo medios que los grandes equipos. Me temo que el Arsenal no va a salir de esa zona media de la liga y no va a dar ese salto cualitativo que tanto se le exigió a Wenger en su último tramo de la temporada. Emery no está preparado para coger las riendas de ningún equipo que quiera aspirar a ser un grande. Por lo que esperan más años mediocres para un Arsenal que le esperan tiempos duros con su nuevo inquilino en el banquillo.

Posesión mejor que goles

Después de la exhibición de fútbol total que desplegó el Liverpool anoche, en especial en la primera parte, ante el Manchester City, todos esperábamos con impaciencia las declaraciones de un Guardiola que se vio superado en todo de nuevo por Klopp. Y otra vez más el de santpedor buscó excusas sin fundamento para justificar su pobre planteamiento y su más que discutible decisión de introducir a Laporte y jugar con doble pivote.

En rueda de prensa comentó que el Liverpool llegó tres veces y anotó tres goles, cuando en la primera parte la goleada pudo ser escandalosa, las llegadas del Liverpool se repetían sin cesar y ya en la segunda parte y con la lesión de Salah, jugó con el resultado favorable. Para Guardiola lo más importante fue que su equipo tuvo la posesión, aunque su equipo no disparar ni una sola vez a puerta en los noventa minutos, para él marcar es lo de menos, lo importantes es tener el balón, aunque sean posesiones eternas y sin peligro.

Klopp, volvió a plantearle un partido de alto voltaje, con una presión arriba asfixiante, y con una intensidad que hace tiempo no se veía en Anfield, para ir ya tres a cero antes de la media hora de juego. Un auténtico baño de juego y fútbol que Guardiola, con el mayor presupuesto jamás visto en una plantilla de fútbol, no supo contrarrestar lo más mínimo. Cierto es también que una de las últimas jugadas fue un gol dudosamente anulado a un Gabriel Jesús al que el partido le vino excesivamente grande. Otro nuevo patinazo en partido importante de Champiosn para Guardiola, que sigue sin dar con la tecla cuando no cuenta con Leo Messi en sus filas.

Conte sentenciado

Ayer el derbi de Londres entre Chelsea y Tottenham dejó muy tocado al conjunto blue. Los de Conte, que se pusieron por delante en el marcador y fueron muy superiores durante los primeros 45 minutos, vieron como sus posibilidades de disputar la Champions del año que viene prácticamente se esfumaron con esta derrota que los aleja ya a ocho puntos respecto al cuarto clasificado y les deja con la Carabao Cup como único título al que aspirar esta misma temporada.

Ha sido un año complicado para los de Conte, tras ser absolutos dominadores de la Premier el año pasado, igualando el récord de victorias consecutivas de la Premier, el verano fue movido, con movimientos muy poco entendibles, y con decisiones más que discutibles (lo de Diego Costa no hay quién lo entienda, además de las salida de Matic), y rumores constantes de cese de un entrenador al que el presidente ni dirige la palabra, según fuentes cercanas al club.

Este palo de quedarse fuera de la Champions obligará a invertir fuerte este verano por parte de Abramovich, además de la dificultad de retener a todas sus estrellas sabiendo que el año que viene sólo disputarán la Europa League. Una lástima cómo va a acabar el periplo del buen entrenador italiano en el club inglés, en el que tanto ayer como en la eliminatoria de Champions ante el Barcelona mereció más que derrotas. Es lo que tiene el fútbol, que es de todo menos justo.