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La cara B de Klopp

Jürgen Klopp se ha convertido en esta década en el entrenador de moda en Europa. Un triunfador con un fútbol frenético capaz de devolver la grandeza a equipos «dormidos» como Dortmund o Liverpool cuando los cogió. Era simpáticos, sus declaraciones eran afables y siempre traía una sonrisa contagiosa. Su buena energía se transmitía y todos los clubes lo querían en su banquillo.

Pero tras proclamarse campeón de Europa con el equipo red, tanto su actitud como sus declaraciones han cambiado drásticamente. Ya no es un entrenador comprensivo, divertido, afable. Es todo lo contrario. Ahora sólo sabe criticar, quejarse públicamente y poner todo tipo de excusas cuando las osas le van mal como este año y el anterior, especialmente tras la derrota en Champions ante el Atlético, que a tenor por declaraciones recientes sigue sin digerir.

Anoche antes del partido fue turno para el estadio donde jugaba, Valdebebas, la ciudad deportiva del Real Madrid, ya que el Bernabéu continúa de obras y al ser partidos sin público se disputan donde entrena el conjunto blanco. Una queja absurda que no tiene sentido y que da a entender el nivel de nerviosismo que vive el alemán ahora que su Liverpool puede quedar fuera de la Champions League el año que viene.

Y esta versión agria de Klopp no había sido vista hasta ahora, se está acercando al nivel de José Mourinho en sus peores etapas, siempre con excusas, quejas constantes y con un nivel de irritabilidad muy alto. Espero que esto sea tan solo una etapa y un bache en su carrera, ya que hasta este cambio era firme admirador de un entrenador que ha cambiado el fútbol moderno y que se ha sacado de la manga una infinidad de buenos jugadores.

El VAR no funciona

Este fin de semana en los dos partidos más importantes de la jornada se ha puesto de manifiesto que el uso de la herramienta VAR durante los partidos es errónea, no se utiliza cuando de verdad se han producido acciones graves y ralentiza el partido sobremanera para no acabar interviniendo cuando debería. Tanto en la Final de Copa, donde todavía no hay una imagen clara de la mano de Íñigo Martínez si es dentro del área o fuera, como de la expulsión en el penalti rectificada de manera escandalosa por el VAR, cuando el central hace penalti siendo último hombre e impidiendo una ocasión manifiesta de gol.

Pero lejos de aprender de ese partido, al día siguiente en el Sevlla Atlético, con el título de liga en juego, el VAR falló en dos acciones clamorosas a favor del conjunto hispalense, dando por válido el gol Sevillista originado por una mano clara de Ocamos, y cinco minutos después, no ayudó al árbitro para la expulsión por doble amarilla de Diego Carlos cuando cortó con la mano un pase que dejaba solo a Marcos Llorente frente al portero, además, para más inri, cuando el madrileño pidió explicaciones al árbitro, éste saltó con una amarilla para el futbolista atlético.

Todo esto deja de manifiesto que el VAR ahora mismo no zanja polémicas, sino que crea nuevas, las líneas del fuera de juego suponen un ejercicio de fe para acatarlo, y las directrices adoptadas son contradictorias en mismos partidos de la misma jornada, con lo que tras dos años de funcionamiento, parece que todavía no se utiliza correctamente, lo que supone que no debería usarse hasta que se afine la herramienta o que el procedimiento esté claro. No ha solucionado ninguna de las polémicas existentes antes de él, y sin embargo ha alimentado otras nuevas.

Eliminatoria para olvidar

Malísima eliminatoria la que ha protagonizado el Atlético de Madrid en los octavos de la Champions League ante el Chelsea. Ha sido superado en todo por le conjunto inglés que de la mano de Tuchel parece otro equipo totalmente diferente al que deambulaba sin espíritu ni plan con Frank Lampard. Desde el partido de ida el equipo de Londres fue muy superior y tuvo un control aplastante sobre la eliminatoria. Desde la llegada del técnico alemán, no ha perdido ningún partido y sólo ha recibido dos goles en trece partidos, lo que indica el buen trabajo que va realizando el técnico bávaro.

Por su parte Simeone no tuvo grandes reacciones como en otras eliminatorias, el cambio de Suárez al poco de comenzar la segunda parte confundió y mucho al equipo y las decisiones de que no jugara Lemar desde el inicio condicionó mucho el juego del equipo, intentó imponer físico en el medio con la entrada de Saúl, pero a la hora de salida de balón el equipo no tuvo ideas y el Chelsea recuperó muy fácilmente cada vez que lo perdía. La presión arriba de los de Tuchel y las salidas a la contra rapidísimas con un Werner que volvió loco a la zaga maniataron a toda la defensa colchonera.

Lo más preocupante de esta eliminatoria es que el Atlético no ha tenido una sola ocasión clara en 180 minutos de eliminatoria, y eso sí que es algo que no es normal. Con los problemas en la portería que ha tenido el Chelsea este año, el lío de Kepa, que pone más presión sobre el portero Mendy, y ni por esas. Sólo se contabilizó un disparo a puerta de Joao Félix mordido tras tocar en un defensor y poco más bagaje en una vuelta en la que el conjunto rojiblanco tenía que ir a marcar un gol. Ahora sólo queda centrarse en la Liga que sería un título que haría que la temporada fuese muy buena para los de Simeone, pero habrá que ver si esta decepción les afecta en el próximo partido del domingo ante el Alavés.

Ataque de entrenador

Julen Lopetegui pecó de ataque de entrenador en la confección del partido de anoche. Nada más ver el once que disponía se intuyó que no eligió al once correcto, una sola mirada al banquillo con los nombres de Navas, Rakitic o Papu, ya daba muestras de que había rotado más de la cuenta, y obviamente acabó pagándolo caro luego. La primera parte no supo por dónde le venía el vendaval azulgrana, se adelantó a los cinco minutos y tuvo infinidad de ocasiones en la primera parte donde la palabra asedio se quedó corto para lo que vivió el conjunto hispalense. Lo mejor al descanso para ellos fue el resultado porque la sensación de remontada era más que evidente.

Ya en la segunda parte tras los minutos iniciales y con las entradas de Rakitic y Navas los de Lopetegui tuvieron más control del partido e incluso dispusieron de la oportunidad de cerrar la eliminatoria en el minuto setenta, pero Ocampos marró el penalti que él mismo había provocado. Esto detonó el espíritu del Sevilla que estaba teniendo sus mejores minutos y espoleó de nuevo al Barcelona que ayudado por los cambios que realizó Koeman remontó un partido que hace unas semanas parecía imposible por las sensaciones de ambos equipos.

Tras el pitido final y consumada la eliminación, el Sevilla cerró así el peor momento de su temporada, tras la dura derrota ante el Dortmund en el Pizjuán, y la doble derrota en cinco días ante el Barcelona que deja muy tocado las ilusiones de este segundo proyecto de Lopetegui. Quizás con los titulares desde el principio, los jugadores experimentados están para estos momentos, no se hubiera sentido tan cómodo en la primera parte el Barcelona y sobre todo no hubiese tenido tanta posesión y en territorio sevillista. Pero eso sólo son especulaciones ya.

El no saber competir…

Otra temporada más y otra dolorosísima derrota del Barcelona en la Champions League, esta vez a manos de un PSG mermado por las bajas, no contaban ni con Neymar ni con Di María, que deja la temporada prácticamente sin pelear por ningún título a la espera de consumar su eliminación de la Copa y de la Champions en el partido de vuelta, Pero el principal problema del equipo viene ya de lejos, y es algo pandémico para el Barcelona, y es su poca capacidad a sobrevivir a las adversidades. O domina el partido y lo gana con contundencia, o no es capaz de sobreponerse a las adversidades de los noventa minutos.

El equipo se puso por delante, dominando el encuentro, sin tener sobresaltos, pero en cuanto le empataron el miedo se apoderó de un equipo que es más vulnerable en defensa que nunca. Pero no solo pasa ante el PSG, todos sus partidos de liga son una moneda al aire que este año más que nunca están saliendo cruz. La imagen del equipo tras el 1-2, dejándose llevar, sin capacidad de aguantar el resultado por muy malo que fuese, para la vuelta, el no crear una sola ocasión de peligro ni rebelarse ninguno de los jugadores da muestras de la vulnerabilidad anímica del equipo no solo este año, sino de siempre, pero en cuanto su superioridad técnica no se ha impuesto se han visto las carencias.

Ahora mismo toca una encrucijada difícil par la institución, la más que probable marcha de Messi gratis en verano, las elecciones de Marzo a la presidencia, los problemas económicos que arrastra el club que deja nada de maniobra para una revolución, y unos contratos que endeudan al club los próximos años dejan ver un panorama desolador para el aficionado. Es difícil que puedan trae a ningún nombre ilusionante este verano y es posible que pierdan a sus estrellas, pero si el equipo quiere sacar algo y pelear de verdad con los clubes grandes de nuevo debe empezar por competir los partidos salgan como salgan y se desarrollen como se desarrollen.

El fútbol recompensó

Noche llena de emociones la de anoche en los Cármenes. Durante muchos minutos el Barcelona se vio fuera de la Copa del Rey apeado por el Granado que disfrutó de una ventaja de dos goles hasta cinco minutos antes de la conclusión del partido. Finalmente dos pases de cirujano de Messi significaron los tantos azulgranas que consiguieron llevar el partido a la prórroga para allí terminar de llevarse el partido y el billete para las semifinales.

Pero si el empate fue agónico no fue más que por la mala suerte que arrastra últimamente el Barcelona y que le está lastrando en la mayoría de partidos debido a que posee una pegada inferior a la de años atrás. Tres disparos al palo unidos a varias ocasiones claras, especialmente la de Trincao, pudieron decantar el partido antes a su favor y no llevar al equipo a una remontada épica. Parece que los de Koeman se han abonado al sufrimiento constante durante todos los partidos del año y no saben cerrar los partidos. Entre Supercopa y Copa todos los partidos a eliminatorias los han vivido con prórrogas merced a su falta de contundencia arriba.

La nota más negativa de ayer fue que se vio el paupérrimo nivel de Umtiti, un central que hace no mucho era un seguro de vida y vital tanto para el Barcelona campeón de todo, como para la Francia campeona del mundo. Su lesión de rodilla parece que definitivamente ha puesto el fin a su carrera deportiva, siendo todavía muy joven. Pero pese a todo el Barcelona no bajó los brazos como acostumbra, los cambios reactivaron al equipo, y la conexión Messi-Griezmann funcionó por fin. Ayer casi se despiden del único título al que aspiran realmente esta temporada, pero finalmente se reengancharon y ahora vuelven a ser favoritos claros sin Atlético y Real Madrid de por medio.

Sin alma

El Fútbol Club Barcelona evidenció su mayor carencia desde hace años en la final de la Supercopa ante el Athletic de Bilbao. La falta de alma y espíritu de equipo. Los más veteranos no aportan ningún tipo de liderazgo (salvo Piqué que ahora mismo está lesionado de larga duración), y los nuevos no pueden dar el paso adelante necesario por ser demasiado jóvenes o llevar poco en el equipo. Es una lástima ver que el trabajo y la progresión de Pedri, De Jong o Dest se vea así de frenada e incluso enturbiada por un ambiente institucional y deportivo de lo más extraño que he visto jamás.

Y para mí el principal culpable es Messi, el portador del brazalete, el mejor jugador del mundo, alguien que no ayuda con su actitud ni sus maneras (y no lo digo por la expulsión ni mucho menos) a que el equipo se sobreponga a su preocupante debilidad defensiva. Messi no lidera al equipo como debería, ahora no se necesita a un Messi que marque hat tricks día si y día también como antaño, ahora necesitan a un Messi implicado que ayude al equipo en defensa y en ataque, que se le vea con ganas de comerse el partido, y ahora mismo el argentino está muy lejos de eso, y tristemente poco a poco va manchando su expediente con finales perdidas que no debería haber perdido.

Lo peor es que este título y el torneo podían haber servido para espolear un equipo claramente herido, con mucha fragilidad y que no domina los partidos como antaño con balón y que no sabe transicionar defensivamente. Es tan simple como presionar arriba y en defensa cerrar huecos centrales para desactivar a un equipo sin ideas y viciado en las mismos claves de ataque de años anteriores pero sin los jugadores necesarios para ello. El mercado de invierno está abierto, pero la caja del Barcelona está vacía, las elecciones a la presidencia se han retrasado y los socios están sin ilusión y con el temor de años de travesía por el desierto del club debido a las malas gestiones de la última directiva a la que se le hizo moción de censura y tuvo que acabar dimitiendo. mientras tanto el equipo va a sufrir para acceder a los puesto d Champions para el año que viene, ya ni pelear por la Liga se puede hablar para este Barça.

Y ya van 3

Incomprensiblemente el Inter de Milán quedó apeado ayer do toda competición europea en la última jornada de su grupo de Champions. Lo más curioso es que por tercer año consecutivo dependía de sí mismo en el último partido y tampoco consiguió ganar quedando como último de grupo y sin acceso ni a la Europa League. Tres años consecutivos en los que no ha sido capaz de pasar la fase de grupos y que empiezan a convertirse en una losa muy pesada y dejan muy tocado un proyecto de mucha inversión de dinero para que haya sido adelantado por Shakhtar y Borussia Mönchengladbach.

Conte además acabó muy mosqueado el partido, tuvo un rifi rafe con Capello al final del partido a raíz de una pregunta dura del también técnico italiano, y volvió a demostrar lo rígido que es, dejando a Eriksen otra vez en el banquillo pese a la falta de efectivos. El Inter no encontró ninguna manera de crear peligro a los ucranianos salvo en los instantes finales más por aglomeración de futbolistas y empuje que por ocasiones y fútbol.

Si ya el año pasado se rumoreó la marcha de Conte, su mala relación con la directiva y parte del vestuario, este año el ambiente es más enrarecido si cabe, en Serie A, su máximo objetivo desde ya, al menos va segundo por detrás de su vecino AC Milán, pero su fiabilidad ha sido nula y es de los equipos de cabeza el más goleado de todos. Otro fracaso para el proyecto del Inter que no acaba de despegar y que ayer quizás tocó fondo. Lo único bueno es que ya más bajo es difícil caer.

Tiembla Madrid

Esta noche los dos equipos de Madrid se juegan más de media temporada a un sólo partido tras realizar una de las fases de grupo más flojas que se les recuerda. Los dos dependen de sí mismos para pasar a segunda ronda, el Madrid por su parte puede incluso ser primero de su grupo, algo muy importante visto los primeros clasificados ya de la noche de ayer, pero todo lo que sea no ganar es el fin de la temporada prácticamente. No se contempla en las oficinas de Valdebebas que el club no pase, pero tampoco se contemplaba no sacar ningún punto ante el Shakhtar y así pasó. Los de Zidane además recuperan a Ramos, pieza fundamental para dar consistencia a una defensa que sin el hace aguas por falta de liderazgo.

Por su parte al Atlético le vale tanto el empate como la victoria para pasar a la siguiente ronda, siempre como segundo de grupo eso sí. Su incapacidad par ganar un solo partido al Lokomotiv de los dos disputados, y el empate del Bayern en el Wanda in extremis condena a una jornada de infarto a un Atlético que debería haber resuelto mucho antes, y más visto su ritmo en liga donde domina con mano de hierro pese a tener dos partidos menso que el resto. Tampoco contemplan en el Metropolitano una debacle en Austria ante el Salzsburgo, pero también hay que recordar que la victoria cosechada en Madrid la obtuvieron en los últimos instantes y remontando un partido que fue más complicado de lo que se recuerda.

El presupuesto en el año más difícil de las dos entidades está en juego y no lograr el pase puede suponer un mazazo para este verano en cuanto a refuerzos y la obligación de la venta de alguna de sus piezas claves. No son tres puntos únicamente, es el futuro de dos proyectos que pueden quedar muy dañados o salir reforzados de un último partido en el que ninguno de los equipos por presupuesto, plantilla y grupo que les tocó debería haber llegado con los deberes por hacer, Pero esto es la Champions y cualquier equipo puede ganarte, y más en esta temporada tan extraña.

Qué recuerdos

Esta noche se vuelve a dar el duelo tantas veces repetido en la Liga durante diez años entre Messi y Cristiano Ronaldo. Los dos astros frente a frente de nuevo en el verde y en la mejor competición del mundo. El partido además trae el morbo de que ambos equipos tienen posibilidades de ser primero de grupo, y con dinámicas parecidas. La Juventus no acaba de coger el ritmo seguido, con el Milán ya a seis puntos en la Serie A, y actualmente fuera de los puestos de Champions. El Barcelona, está pero ya que está a doce puntos del líder, el Atlético de Madrid, y tan sólo a tres del descenso (con dos partidos menos que la gran mayoría del campeonato) pero con unas sensaciones pésimas y sin química en el equipo como quedó evidenciado en la derrota del sábado ante el Cádiz.

Aún así el Barcelona ya llegaba al encuentro en el Allianz Stadium con sensaciones muy parecidas y salió victorioso con un resultado de 0-2. Es cierto que en aquel partido Cristiano causó baja por el Covid, pero el Barcelona cuajó uno de los mejores partidos de la campaña hasta ahora. Esta noche le vale hasta perder por una diferencia de menos de dos goles para ser primero, pero necesita dar un giro a su situación y comenzar a coger ritmo competitivo porque con lo que tiene ahora no le da para disputar la Liga, y veremos si para entrar en Champions, que auqnue se lleve poco campeonato se está dejando muchos puntos importantes y las diferencias empiezan a ser grandes.

Pero pese a las trayectorias de ambos equipos poder ver a Messi contra Cristiano es siempre una gozada, los dos mejores jugadores de los últimos quince años y la mayor competencia entre dos estrellas vista jamás en el fútbol. Hoy se da un nuevo capítulo de esta saga que pese a que va encaminada poco a poco a terminarse, por mucho que se resistan sus protagonistas, todavía nos sigue dejando nuevos capítulos emocionantes.